Nuevamente la región de Antofagasta registró más nacimientos de origen extranjero que chileno. Se trata de un fenómeno que se presenta en la zona desde el año 2021, pero que ha profundizado estos últimos años.
De acuerdo a cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, que recoge Emol, de los 4.418 partos registrados en la región en 2023, 2.642 corresponden a madres extranjeras; es decir, un 55,7%.
De esta forma, el año pasado Antofagasta fue la segunda región con más nacimientos de origen migrante, solo detrás de Tarapacá, que registró un 62%.
Este año, eso sí, este año nuestra región lidera las estadísticas con 1.422 partos de origen migrante, lo que corresponde al 57,4%.
En detalle por comunas, Antofagasta presenta 879 partos de madres extranjeras (57%), Calama 526 (59%) y Tocopilla 13 (54%).
El 2018 era menos del 1%
Lo anterior dista de lo ocurrido en 2018. El medio antes mencionado informa que de los 4.226 partos registrados ese año, solo el 0,8% fue de madres extranjeras. A partir de ahí la situación empezó a escalar.
En un mundo utópico quizás estemos hablando de norteamericanos, ingleses, eslavos, europeos, asiáticos y de oriente medio, cómo en antaño a comienzos del siglo XX fluctuó y de la cual dejaron mucha descendencia fructífera y de progreso.
Las realidades hoy son otras, no es por menospreciar, pero basta con ver quiénes han llegado y se han tomado todo el centro con sus negocios truchos en base al narcotrafico y el lavado de dinero. También de ver las condiciones en las que viven y cómo conviven en sus «kilombos», en los altos de los cerros y que decir de los continuos incendios que provocan. Quizás pocos son los que vienen a poner el hombro y ayudar al progreso, pero la mayoría……
Y esto gracias a los nefastos gobiernos pro onunistas de «Soa Bachelet » y el finado de Piraña. Ambos vendidos a las mafias de la «Nobilita Nera», las bancas Rotschilds y Rockefeller», quienes patrocinan el empobrecimiento de las naciones «otrora pujantes» en el cono sur». Con sus migraciones desatadas.
Claro está de que estos nuevos bebitos «chilenos», no tienen la culpa. Ojalá los papis tengan el tino y la sapiencia de educarlos bien, entregarles valores y que no terminen a futuro siendo una carga más para el estado ni menos «más soldados para estas lacras mafiosas del narcotrafico».
Repito en un mundo utópico, ya saben cómo terminará esta cosa.
Si hubieran trabajos con sueldos decentes , y no las porquerías que pagan , gracias al dumping laboral que trajeron los inmigrantes, les aseguro que otro gallo cantaría. no es fácil ni barato criar un hijo , menos si estás en desventaja en los jardines , salas cuna ,colegios, beneficios estatales y un sinfín de cosas frente a los vulnerables inmigrantes.