La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a la zona de Valencia (España) y que hasta el momento contabiliza más de 200 fallecidos y otras tantas personas desaparecidas es un fenómeno climático que también podría ocurrir en Antofagasta. Así lo explicó el director del Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta (UA), Jorge Van Den Bosch, quien detalló que esta clase de eventos ya se registraron en esta zona en 1877 y en el 2015. Este último, ocurrido hace casi una década, impactó principalmente en Taltal, donde la intensidad de lluvias caídas en pocas horas llevó a que la capacidad de las piscinas decantadoras quedaran sobrepasadas, necesitando posteriormente trabajos de reparación y un aumento de pozas.
El académico sostuvo que la manera más fácil de entender DANA es con el efecto Coca Cola. “Cuando la bebida está helada y sale del refrigerador las gotas se condensan, porque está fría, mientras que el ambiente es cálido y húmedo. Ese mismo proceso ocurre cuando hay una circulación que se llama ‘jet stream’ en los polos y una fracción de ella se desvía, quedando una depresión aislada a unos nueve mil metros. Esa masa fría da vueltas arriba entra al continente, pero abajo se encuentra con una masa cálida. Y tenemos el mismo efecto que la Coca Cola, la masa cálida toda la toca la plancha fría, condensa y comienzan a caer las gotas”, manifestó.
Lo más grave de este fenómeno es que esas masas de aire pueden permanecer 48 horas o tres días de forma estable. Así que mientras esté la masa cálida abajo y la fría arriba se forman gotas cada vez que se tocan, generando lluvia. “Es un fenómeno más agresivo que los frentes, que son lo mismo, la diferencia es que se trata de una zona fría que avanza a una velocidad de casi 30 a 40 km/h. Como va muy rápido, llueve intensamente y pasa”, comparó.
El académico dijo que en España han ocurrido diez fenómenos de DANA desde 1879 y precisó que en Chile también tenemos registros en el norte del país, donde son más peligrosos porque aquí la lluvia tiene un mayor impacto. “En los registros que tengo esto ha sucedido dos veces, el 10 de julio de 1877, cuando abarcó prácticamente desde Chañaral hasta casi Vallenar y un poco Antofagasta. Y el 24 y 25 de marzo del 2015 con la misma potencia, lo que provocó que el Río Salado en Chañaral bajara con un caudal inmenso”, recordó. Y añadió que son eventos que no tienen nada que ver con el cambio climático, porque el primer registro es de 1877.
“OBRAS PARA FRENTES FRÍOS, NO PARA DANA”
“Mi preocupación es que en el 2015 tuvimos este evento de manera muy intensa, desde Antofagasta hasta los 32 grados, es decir, más o menos Vallenar. Hablamos de que esa DANA tuvo una extensión de mil kilómetros y unos 120 kilómetros de ancho. Es capaz de abarcar una gran extensión y quedarse, por eso son tan peligrosos”, señaló Van Den Bosch.
El director del centro de ingeniería de la UA enfatizó que en el 2015 Taltal ya tenía piscinas decantadoras, pero se colmataron y el aluvión pasó por el lado. En términos prácticos sirvieron, pero limitadamente.
“Con esto quiero decir que todas las obras están previstas para frentes fríos, pero no para DANA. Las instalaciones de las piscinas de decantación primero se colmataron, hubo un par de rompimientos y luego el agua pasó por el lado. Esto es porque el diseño es para otro tipo de lluvia, nunca tan intensa ni prolongada como DANA”, subrayó.
Otro tema para el académico es la capacidad de alertar a la población, ya que, en Valencia, durante el fenómeno muchas personas seguían trabajando y por eso quedaron las imágenes de los vehículos acumulados.
Van Den Bosch indicó que en el 2015 en Antofagasta no hubo alerta y solo se habló de lluvias, porque no se conocía esta clase de episodios en la zona. “Debemos conocer los eventos, porque eso permite tomar buenas decisiones y mi preocupación como director del centro de catástrofes es que la gente sepa que sí tenemos posibilidades de un DANA. Y por eso tenemos que mejorar nuestros sistemas de alerta y de evacuación. Tenemos que aprender de lo que pasó con los españoles y eso lo hacemos señalando que sí existe la posibilidad de un DANA. En el 2015 tuvimos mucha suerte, porque si el núcleo frío se movía 50 kilómetros más al norte Antofagasta habría tenido una tragedia”, declaró. Esto, porque los 31 milímetros caídos en casi en 24 horas pudieron terminar en 60 o 70.
INFRAESTRUCTURA
“La infraestructura actual funciona, pero puede ser perfectamente sobrepasada y por ello no hay que confiarse. La gente piensa que como tenemos piscina de decantación no hay ningún problema, así que podrían seguir en el mismo lugar sin evacuar. Sin embargo, las piscinas están hechas para un límite de precipitación, pero si nos encontramos con lo que le pasó el 2015 a Taltal, Chañaral o Copiapó, las piscinas serán sobrepasadas y la mejor prueba de aquello es Taltal, donde el agua superó la infraestructura”, insistió.
El académico puntualizó que la ciudad ahora tiene un problema mayor que décadas atrás, porque cuenta con mucha gente que evacuar en la zona de los cerros. En ese sentido, manifestó que, si viene un fenómeno de este tipo, las personas deben entender que no es una broma y si por alguna razón se evacúa y no pasa nada, no llega un DANA desastroso, será fantástico. En tal caso solo habrá que aceptar que pueden cometerse errores, pero a favor. “Es preferible pecar de excesivos que comenzar a contar muertos”, advirtió.
Un tema delicado es la situación de las piscinas de decantación. Van Den Bosch dijo que es necesario que esa infraestructura es una obra de mitigación, no de eliminación de problemas.
“Si quitas la capacidad de almacenamiento (al acumular basura), lo que pasará es que la piscina funcionará al 50% y pasará. Nosotros sí estamos bajo amenaza de un DANA y tenemos empresas críticas que no pueden fallar, la electricidad y el agua. Hay que tomar medidas, esto podría volver a pasarnos si ya ocurrió dos veces porque es un evento natural”, reiteró.
En este contexto, el académico expresó que la ciudad requiere preparación, porque en España hubo dos DANA muy cercanos en el tiempo, el nuestro fue en el 2015 y que ocurra de manera seguida significa que podría ser en 20 años o menos.
“Tenemos que meter esta información en la gente y las autoridades para mejorar nuestras vulnerabilidades, porque el día que nos avisen que viene un DANA sabremos que hay que evacuar a lugares de protección y nadie debe estar en las quebradas”, concluyó Jorge Van Den Bosch.