Con la idea de terminar con la atomización de la política en el Congreso, un grupo de senadores y senadoras presentó un proyecto de reforma constitucional para el sistema político. La iniciativa pretende exigir a los partidos un mínimo del 5% de los votos válidamente emitidos en una elección parlamentaria para conseguir un escaño en la Cámara o el Senado. El texto también indica que un parlamentario deberá dejar su cargo si renuncia al partido que declaró su candidatura y lo mismo ocurrirá con los independientes que utilizaron el cupo de un conglomerado, pero luego que se inscriban como militantes en uno distinto. Por el momento, la propuesta recién será presentada en el Senado, sin embargo, diputados de Antofagasta ya adelantaron sus posturas frente al proyecto, las que van desde primero conocer el texto para estudiarlo hasta su rechazo total por considerarlo una maniobra para asegurar a los grandes partidos.
El acuerdo para la reforma lo alcanzaron los senadores Alfonso De Urresti (PS), Gastón Saavedra (PS), Luz Ebensperger (UDI), Guillermo Ramírez (UDI), Luciano Cruz Coke (Evópoli), Ricardo Lagos (PPD), y Rodrigo Galilea (RN).
En el anuncio del proyecto, De Urresti, presidente de la Comisión de Constitución, manifestó que se trata de una propuesta largamente conversada, principalmente en la comisión, asegurando que existe un amplio consenso sobre la necesidad de buscar mayor estabilidad política, representatividad y gobernabilidad en ambas cámaras, con un sistema que avance en elementos que fueron de absoluto acuerdo entre los expertos del segundo proceso constitucional.
El documento que pasará a sala en el Senado detalla que tendrán derecho a un escaño los partidos que alcancen al menos el 5% de los votos válidamente emitidos a nivel nacional en la elección de la Cámara de Diputados. Sin embargo, la regla no se aplicará al que tenga escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios en el Congreso, entre los elegidos en dichos comicios y los senadores que continúan en ejercicio.
De manera excepcional para la elección parlamentaria del 2025 podrán contar representación parlamentaria los partidos que consigan al menos el 4% de los votos válidamente emitidos a nivel nacional o tener escaños suficientes para sumar como mínimo cuatro parlamentarios.
También se contemplan los casos díscolos y según el proyecto cesarán de sus cargos los diputados o senadores que renuncien al partido que declaró su candidatura; lo mismo para los independientes elegidos por la lista de un conglomerado, pero que luego militen por uno distinto o que dejen de integrar el comité parlamentario que declaren.
Estudiarán la propuesta
El diputado José Miguel Castro (RN) adelantó que primero estudiará la propuesta antes de afirmar si respaldará las ideas que trae. “Esto ha sido un acuerdo entre senadores y no se ha difundido entre los diputados y es importante analizar la propuesta en su mérito. Sí hay cosas que cambiar, pero otras hay que estudiarlas, creo que con algo intermedio se podría llegar a un acuerdo”, dijo.
Castro agregó que, hasta el momento, percibe la iniciativa como una lista de deseos de distintos partidos, pero aseguró que primero tiene revisarse en las dos cámaras y no solamente en el Senado. “Por ahora recién internalizando este proceso y viendo de qué forma podríamos llevar a cabo algo que realmente sirva y que no genere problemas como en otras ocasiones lo hemos visto con cambios estructurales”, puntualizó.
Sebastián Videla (IND-PPL) explicó que esperará la tramitación del proyecto y que llegue a la Cámara de Diputados. “Por mi parte esperaré para analizarlo, ver todo lo que conlleva, porque recordemos que tiempo atrás la ciudadanía criticaba mucho el sistema binominal y por eso tenemos que analizar todas las aristas que tenga”, advirtió. Cuando la propuesta llegue a la Cámara, agregó, la analizará para ver qué acciones tomará o con qué diputados podría unirse para tener una misma postura. “Pero por el momento, mesura y esperar hasta ver el contenido”, remarcó.
En contra de la iniciativa
Una posición totalmente crítica manifestó la diputada Yovana Ahumada (Partido Social Cristiano). «Este proyecto de reforma para mí no es más que una estrategia para limitar la representación real de la ciudadanía. ¿Desde cuándo se considera democrático el imponer barreras para favorecer solo a los partidos grandes e históricos?”, cuestionó.
Para Ahumada, esta idea busca excluir a las fuerzas políticas emergentes que trabajan por construir un país más diverso y justo. “Hablan de estabilidad, pero lo que me queda claro es que les incomoda que nuevas ideas y propuestas lleguen al Congreso. Este no es un debate para mejorar el sistema político, es más bien una maniobra para mantener en el poder al duopolio y no lo permitiremos”, subrayó.
Una postura aún más aguda planteó Jaime Araya (IND-PPD), quien expresó que la propuesta es brutal y que los grandes partidos están en una ofensiva para robarse la democracia y secuestrar el Congreso. “Es impresentable que siendo imposible que se pusieran de acuerdo para subir la PGU en $250 mil, corran de izquierda a derecha para arreglarse y repartirse el Congreso a la medida de lo que quieren hacer. Francamente es una falta de respeto a la ciudadanía y a la tradición democrática de nuestro país”, fustigó.
Araya recordó que las ideas de la iniciativa vuelven a aparecer tras ser presentadas en el Consejo Constitucional que fue rechazado. “Es algo propio del oportunismo de los partidos, que lejos de preocuparse de los problemas de la ciudadanía, en particular de la situación de los adultos mayores, prefieren ad-portas de la elección parlamentaria buscar un mecanismo para hacer un ‘portonazo’ legislativo y tener el control del Congreso. Espero sensatez y cordura de las fuerzas auténticamente democráticas para oponerse a una reforma hecha a imagen de la medida de lo que necesitan los partidos. Lo que se busca es un arreglín y no se hace cargo de los problemas reales, como la falta de representación que tienen los partidos políticos”, subrayó.
El diputado sostuvo que, si el problema son los independientes, habría que preguntarse si Manuel Monsalve era independiente o militante de un partido, insistiendo que no permitirán una reforma al sistema político, a menos que sea completa, integral y neutra para favorecer la democracia y no para excluir a la ciudadanía de las decisiones.
“Hemos señalado al gobierno que, si hace suya esta propuesta o coloca algún tipo de urgencia, esto puede generar un punto de quiebre entre quienes hemos sido leales con ellos, porque no nos parece que un gobierno que se dice demócrata y quiere hacer transformaciones se preste para avalar esta idea”, reclamó.
Por último, Araya reveló que hicieron propuestas para una eventual reforma y entre ellas mencionó algunas opciones, como los casos en los que si alguien renuncia al partido pierde el escaño, pero sin derecho a reemplazo. Y si la vacancia se produce antes de la mitad del periodo, se elige al parlamentario de la lista opuesta a la que ganó.
“Por ejemplo, si renuncio, el parlamentario que asume no será un PPD, sino un parlamentario de la UDI. Esto, porque no se pueden generar incentivos perversos, porque nos han dicho que será por renuncia o expulsión. Entonces se hace campaña, se gastan recursos, se busca la confianza de la gente y si te echan, el partido es el que decide. También propusimos que cualquier partido en el que no vote el 50% de su militancia, se disuelva inmediatamente”, especificó el diputado.
