Aunque con reparos de algunos concejales, este jueves fue aprobado un trato directo por $100 millones para las reparaciones de la balsa del Balneario Municipal, más la compra de los derechos de propiedad que tiene el diseñador de la misma.
Julio Santander, director de Secoplan, explicó que la inversión considera reparaciones y ajustes, como la altura de la escalera de la balsa, más los derechos de propiedad intelectual que tiene Ramón Madariaga, con quien la municipalidad mantuvo un litigio por este tema.
“Ejecutamos la balsa en 45 días, con todos los permisos y acreditaciones, recordando que la balsa tiene que tener certificaciones y acreditaciones de la Gobernación Marítima, como objeto naval flotante. Se establece la cesión de los derechos a perpetuidad en favor de la Ilustre Municipalidad”, comentó.
Por su parte, la directora de Jurídica, Jessica Matus, precisó que “la causal de trato directo es el artículo 72 por único proveedor, basado cuando la contratación solo puede realizarse con proveedores que sean titulares de los respectivos derechos de propiedad, industrial, licencias, patentes y otros, que este es el caso”.
Discusión jurídica
En la sesión, el concejal Camilo Kong preguntó por las capacidades técnicas del titular para hacer las reparaciones de esta envergadura, y solicitó los valores de cada ítem para poder transparentarlos a la comunidad. Sobre la experiencia del diseñador para llevar adelante los trabajos, el alcalde Sacha Razmilic, dijo que él fue quien diseñó y construyó la balsa, por lo que ese es el mejor currículum.
Por otro lado, Alejandro Poblete, director de Control, indicó que el proceso no corresponde porque la adquisición de derechos de propiedades es a través de una propuesta pública, señalando que no es posible adquirirlos en un contrato de mantención ya que son dos cosas distintas. “No lo podemos hacer, porque es ilegal”, acotó.
En respuesta a esta intervención, la directora de Jurídica puntualizó que el contrato incluye el mantenimiento pero también las modificaciones de las especificaciones técnicas, y por ello se agrega la cesión de los derechos de propiedad intelectual.
Esto levantó dudas de varios concejales como Dinko Rendic, quien pidió un nuevo concejo extraordinario a objeto de que la discusión jurídica fuera zanjada de manera urgente pero antes de que votaran.
Norma Leiva, concejala, aseguraba que la municipalidad debe realizar una licitación pública para adquirir bienes o servicios, por lo que consideraba que una cesión de derechos no estaría sujeta a este tipo de procesos y no se podría incorporar, a su juicio, como un anexo en este contrato. Sin embargo, después de escuchar nuevamente a la directora de Jurídica, decidió aprobar.
Kong, Waldo Valderama y Claudio Aguirre, decidieron abstenerse, señalando que se debía ver con mesura.
En total fueron cinco concejales más el alcalde los que votaron a favor, cuatro que se abstuvieron y un ausente en sala, aprobando de esta forma el contrato entre la Municipalidad de Antofagasta y Ramón Madariaga, para la mantención de la balsa, y que incluye la adquisión de los derechos de propiedad intelectual.
