Antofagasta, conocida como ‘La Perla del Norte’, es una ciudad que combina paisajes desérticos, un litoral impresionante, los cielos más limpios del mundo y un legado histórico-cultural vinculado a la minería y a los pueblos originarios. Sin embargo, su verdadero potencial turístico aún está en desarrollo. Uno de los factores clave para consolidarla como una zona de interés turístico es contar con personal calificado en esta área, una inversión estratégica que cobra mayor relevancia ante la próxima consolidación del Corredor Bioceánico.
Y es que el turismo no solo depende de los recursos naturales y culturales de una región, sino también de la capacidad de las personas para transformar estos recursos en experiencias inolvidables. En este sentido, el personal calificado es el puente entre el turista y el destino, y su papel es crucial en varios aspectos. Atención al cliente: los turistas que visitan Antofagasta buscan servicios de calidad y un trato profesional, para ello se necesita personal con formación en protocolo y servicio, idiomas, atención al cliente y gestión turística, que pueda garantizar experiencias positivas que motiven recomendaciones y retornos constantes. Promoción de la identidad cultural: Antofagasta cuenta con una riqueza cultural y patrimonial única, que incluye tradiciones indígenas, historia minera, epopeyas de la pampa y paisajes icónicos del litoral y del altiplano de la región. Sustentabilidad en el destino: la formación en turismo sostenible permite que el personal promueva prácticas responsables, como la conservación de los recursos naturales y el respeto por las comunidades locales, asegurando el desarrollo de la industria turística de manera permanente.
Por otra parte, cabe mencionar que la próxima concreción del Corredor Bioceánico, representa una oportunidad histórica para Antofagasta, ya que posicionará a la región como un eje estratégico para el comercio y el turismo, incrementando el flujo de visitantes nacionales e internacionales.
De esta manera, Antofagasta podría convertirse en un punto clave para el turismo de negocios, el turismo cultural y el ecoturismo, pero para ello necesitará personal calificado que pueda gestionar el aumento de la demanda turística, desarrollar productos innovadores que destaquen en un mercado competitivo y experiencias innovadoras en turismo, para que así la perla del norte empiece realmente a brillar.