El director regional de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Alejandro Rodríguez, explicó que el mayor desafío de la institución en Antofagasta es abrir nuevos recintos para ampliar la cobertura. “El tercer educador, en términos educativos es la infraestructura. El primero es la familia, el segundo, los equipos educativos, pero el tercero en la vida de un niño y una niña es la infraestructura”, subrayó.
Durante su gestión en los últimos dos años, Rodríguez detalló que aportaron cuatro nuevas ofertas educativas en la región y ahora están considerando otros siete terrenos en Antofagasta, Calama y Mejillones. Con esto buscan reducir el déficit de 40 jardines que se requieren en la región para satisfacer la demanda total de Junji. Y en ese trabajo el nudo crítico es conseguir terrenos para incrementar su oferta. “Lo principal es contar con Bienes Nacionales, Serviu y Minvu para obtener terrenos saneados, sin inconvenientes, que no tengan ningún problema. Eso pasa a la administración nuestra mediante una concesión o un comodato, habría que buscar cuál sería la figura jurídica, pero lo que necesitamos son terrenos”, enfatizó.
- ¿Cuántos jardines tiene Junji en la región?
Contamos con 34 jardines infantiles, 30 son de administración directa y cuatro alternativos. Los de administración directa son jardines que generalmente están emplazados en zonas urbanas y tienen el equipo profesional por completo en la modalidad clásica, es decir, una encargada de jardín, educadoras de niveles, técnicos y auxiliares de servicio. Y un jardín alternativo generalmente está emplazado en localidades rurales, como el “Pececito” de Paposo, que es un jardín familiar en el que parte de la misma población se perfecciona para generar la atención en estos lugares donde es un poco más complejo entregar educación parvularia. Con estos 34 jardines llegamos a un universo cercano a los 5.600 niños y niñas.
- ¿Existe alguna cifra sobre lo que requiere Junji para satisfacer la alta demanda de sus jardines?
A marzo del 2025 estamos justo en lo que podríamos llamar la contabilidad en términos de los ingresos de las altas y las bajas. Por tanto, entregar una cifra hoy sería irresponsable, pero siempre hay que considerarlo en términos de proyectos y la región de Antofagasta, hace más de uno año y medio fue categorizada en conjunto con la Región Metropolitana, como las regiones que cuentan con la mayor necesidad de aperturar nuevos jardines infantiles. Hoy se habla de un número, sin embargo, es variable, porque dependerá de la población flotante, la población migrante y otros factores socioeconómicos y socioculturales. Necesitamos contar con al menos 40 nuevas unidades educativas en la región de Antofagasta, eso satisfaría la necesidad total, entendiendo que hasta el momento la educación parvularia es voluntaria.
Nosotros hemos aportado con cuatro nuevas ofertas educativas en la región en un periodo de gestión de los últimos dos años, que considera mi primer año de gestión en la subrogancia y mi segundo año de gestión en la titularidad conforme a la Alta Dirección Pública. Por tanto, logramos reducir eso y ahora estamos considerando otros siete terrenos en Antofagasta, Calama, Mejillones y buscamos ampliarnos al resto de las comunas. Hoy el foco mayoritario son dos ciudades, Antofagasta por el nivel de volumen de población y Calama, son las dos comunas con mayor necesidad de contar con oferta educativa. Hay que destacar algo importante, los servicios locales de Educación Pública, particularmente el Licancabur ya se está haciendo cargo de los jardines a los que anteriormente traspasábamos recursos mediante vía transferencia de fondos, en Tocopilla y Calama. Estamos traspasando a ellos los recursos para que administren los jardines y ahí tendremos un diálogo que será un poco más directo, porque podemos apalancar recursos con el Gobierno Regional, buscar en conjunto algunos terrenos para lograr aumentar la cobertura. El desafío mayor que tiene la región de Antofagasta es aumentar cobertura, más terrenos, más jardines infantiles.
- ¿Qué es lo más lente de ese proceso?
Podemos verlo en dos factores, uno relacionado con voluntades, en el sentido de que todas las autoridades de distintas áreas nos sentemos a conversar y avanzar. En eso quiero destacar el trabajo del comité de inversiones de la Delegación Presidencial Regional, que nos reúne y nos permita hacer análisis. Al gobernador regional también destacó y agradezco la consideración este año de buscar la forma de tener recursos, pero lo principal es contar con Bienes Nacionales, Serviu y Minvu para obtener terrenos saneados, sin inconvenientes, que no tengan ningún problema. Eso pasa a la administración nuestra mediante una concesión o un comodato, habría que buscar cuál será la figura jurídica, pero lo que necesitamos son terrenos. Ese es el nudo crítico que se presenta para aumentar la oferta educativa.
- La dificultad para Junji, a diferencia de una empresa, es que los terrenos deben estar ubicados en zonas accesibles para los usuarios.
Exacto, hay algunos mínimos establecidos, por ejemplo, para la construcción de un jardín infantil, se requiere un mínimo de 600 m2, que no esté ubicado en una pendiente, que posea algunos accesos locomoción colectiva y por supuesto a agua potable y electricidad. Eso dificulta la factibilidad de contar con terrenos disponibles, pero hoy, al menos con base en las reuniones que hemos establecido con cada una de las autoridades, nos reunimos con los alcaldes de Calama, Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, buscando alternativas en conjunto en los espacios que han categorizado, para luego hacer el match con Bienes Nacionales, Serviu y Minvu, para ver la factibilidad de que ese terreno esté disponible para Junji.
Es complejo, Antofagasta es una ciudad que cuenta con poca oferta en cuanto a terrenos disponibles. Habilitar, además, un jardín infantil en un espacio diferente también es complejo, porque tenemos que dar cumplimiento a las medidas mínimas para el reconocimiento oficial del Estado. No se trata, por ejemplo, de buscar un domicilio y habilitarlo. Hay que cumplir con características mínimas, porque el tercer educador, en términos educativos es la infraestructura. El primero es la familia, el segundo, los equipos educativos, pero el tercer educador en la vida de un niño y una niña es la infraestructura. Y esta necesita elementos que no se dañen, que sean seguros, cercanos, lo que dificulta mucho más conseguir espacios y habilitarlos
- ¿Han conversado con la autoridad sobre inmuebles abandonados en el catastro de Bienes Nacionales para que sean habilitados?
Hemos conversado esos temas, particularmente, hay algunos dos casos en la comuna de Antofagasta sobre los que hemos oficiado solicitando la posibilidad que se revierta esa concesión a quien la administra y que se traspase a Junji. Así podríamos tomar ese espacio y ahí viene otra carrera que es el presupuesto, la factibilidad, porque no sabe cómo está el lugar, sus condiciones. Quizás para el Estado será mucho más riesgoso y costoso habilitarlo desde cero que construir un jardín de nuevo. Pero sí hemos logrado establecer eso, ha sido complejo, hay materias jurídicas en las que tenemos que avanzar, no es llegar y eliminar una concesión, necesitamos que se realice el análisis y ver si es factible el traspaso. Hoy estamos abiertos a todo ello, si existe un inmueble que se pueda habilitar para que nosotros lo tomemos y construyamos un jardín infantil, genial. Los jardines infantiles y las salas cuna nos guarderías, algo que muchas veces se piensa. Hay procesos educativo que se viven de por medio en el jardín infantil, desarrollo cognitivo, emocional, habilidades blandas, habilidades sociales que el niño y niña necesita. Sí o sí requerimos contar con espacio y estamos abiertos a todo lo disponible.
- ¿Es un mito que los padres extranjeros tienen ventaja al momento de acceder a un cupo Junji?
Hay una categorización del sistema de inscripción y matrícula de Junji. Como autoridades, tanto a nivel nacional y regional, aportamos datos para generar la mejora de aquello. Hoy no existe un porcentaje que dijera que es mayoritario el niño o niña migrante versus el niño connacional. Hay principios internacionales que también nos rigen, acuerdos que es importante respetar.
Dependerá de la categorización. Si una madre es trabajadora, jefa de hogar, no cuenta con una fuente de ingreso estable y reúne una serie de requisitos, como estar bajo el porcentaje mínimo de la ficha social, por supuesto que tendrá una mayor opción de quedar en un jardín infantil. Los jardines en su categorización, lo que buscan es que las familias, madres, padres, tutores, que tengan la necesidad conforme a sus requisitos sociales, puedan optar a un jardín infantil. No discriminamos si es migrante, si es chileno, la discriminación que se hace es conforme a edad, es decir, de cero a cuatro años, que es el nivel para cumplir. Ese es el análisis que desarrollamos y sin ninguna duda en la región de Antofagasta y las regiones del norte deben tener un porcentaje mayoritario en cuanto a su población migrante. Hay características que llevan a eso más que el sur, pero la respuesta para mí siempre ha sido clara, más jardines infantiles, esa es la respuesta. Hoy lo que necesitamos es aperturar jardines. Hoy abrimos uno, el jardín Víctor Jara, 48 nuevos cupos que contará automáticamente con una capacidad repleta, porque había familias que estaban esperando. Y seguimos trabajando para avanzar en ello, entramos ahora en una etapa en la que quizás nos inauguraremos al menos durante este primer semestre más jardines, pero sí entramos en la etapa de generación de reposiciones y conservaciones de los jardines que ya están vigentes, lo cual también es importante. Si podemos ampliar la cobertura de esos jardines también estaremos aportando a la necesidad de las comunidades.
- ¿Existe algún puntaje adicional por la nacionalidad de los padres que postulan?
Sí existe una categorización, no de un número, sino que hay un listado de prioridades y un padre o una madre inmigrante con una situación de irregularidad, o de persecución política, será un elemento para considerar en el momento en que postule. Pero eso lo hace el sistema si es que la persona lo indica y adjunta evidencia por supuesto suficiente.
- ¿Si hay dos familias en el mismo grado de vulnerabilidad, pero una de ellas tiene padres migrantes irregulares, tendría esta última más elementos a considerar?
Habría que evaluarlo, porque dependería como haga el proceso cierto de postulación. Hay personas que quizás colocarán todos los elementos, pero si no tienen la evidencia, el sistema automáticamente no los categoriza. Por ejemplo, en la ficha de protección puedes detallar un 20%, pero si la ficha no indica eso, da lo mismo, porque lo importante es el dato riguroso. El sistema, como todos los sistemas, es por supuesto perfectible y es parte de un proceso que se vive conforme a los cambios del país. Sin embargo, el desafío mayor que tenemos como Junji es ampliar la cobertura y abrir nuevos jardines infantiles.