Calama es la ciudad peor evaluada por sus habitantes, según cifras de calidad de vida del estudio Chile 3D de GfK Adimark. En el sondeo, realizado en 24 ciudades del país, esta comuna recibió una nota de 3,8. Le sigue Iquique, con un 4,4 y Antofagasta, Arica y La Serena, las tres con un 4,6. Todas estas ciudades están bajo el promedio 4,9 de todo el estudio.
De las once variables evaluadas en 2017, diez recibieron una calificación bajo la nota cuatro por parte de los calameños: seguridad (2,7), áreas verdes (2,8), salud (3,3), educación (3,3), entretención (2,9), trabajo (3,7), contaminación (3,5), tráfico automovilístico (3,9), precio de los productos (3,2) y los productos disponibles en el comercio (3,8). La única nota positiva fue a los medios de transportes disponibles, con un 4,5.
Para el arquitecto y urbanista Iván Poduje, la baja evaluación de Calama es una constante, pese a contar con buenos salarios. “En ello influye el clima árido, sin mar, y la ausencia de áreas verdes y buenos espacios públicos”, dice.
A pesar de ser una de las ciudades con el PIB per cápita más alto del país, esta localidad ha sido foco de delincuencia y contaminación durante los últimos años. Además, la zona fue declarada área saturada por material particulado y esta semana se alzaron protestas ciudadanas contra la fundición de baterías de plomo en la comuna.
“Esto da cuenta de la necesidad que tenemos en Calama de que el gobierno y el Estado se preocupen de comunas extremas como la nuestra. Esta ciudad es una zona que le entrega al país un tremendo aporte por la producción de cobre, sin embargo sentimos que no se ha retribuido lo que corresponde con fondos públicos a nuestra comuna. Pedimos que por lo menos el 1% de las utilidades que se generan queden para obras de desarrollo en la ciudad”, dice a La Tercera Daniel Augusto Pérez, alcalde de Calama, sobre los resultados del sondeo.
La mejor evaluada de Chile
La otra cara de la moneda es Valdivia, que junto a Punta Arenas fue la ciudad mejor evaluada por sus habitantes, con un promedio de 5,6. Según Catalina Correia, directora de comunicaciones de GfK Adimark, a pesar de que se tiende a pensar que vivir en los extremos del país es más complejo, el estudio deja en evidencia que las ciudades del sur están mucho mejor evaluadas que las del norte, diferencia que está más determinada por las propuestas urbanas que por el nivel de ingreso de sus habitantes.
“Las ciudades del sur destacan por la existencia de áreas verdes y porque son zonas seguras donde hay acceso a la entretención. Uno tiende a pensar que son necesidades superfluas, pero esto tiene un impacto relevante en la calidad de vida de las personas, lo que va mucho más allá de tener mejores ingresos, como pasa en las ciudades del norte”, dice Correia.