Momentos difíciles está atravesando el Intendente de Antofagasta Marco Antonio Díaz tras el complejo escenario que se abrió por su rol en la tramitación de permisos ambientales para el uso de agua de los pozos de «Monturaqui» (Minera Escondida) y «Negrillar» (Antofagasta Minerals).
En aspectos formales, ambos proyectos fueron rechazados con un gran «pero», ese rechazo se hizo fuera de plazo. Hecho que motivó un enfrentamiento entre Díaz y los consejeros regionales con acusaciones cruzadas sobre quien es responsable de aquello. El hecho no es menor pues el no haber respetado los plazos significaría un vicio en el proceso que podría terminar jugando a favor de ambas empresas en una posterior judicialización del tema. Se critica la falta de rigurosidad en el tratamiento de un tema delicado por las diversas aristas que deben tenerse en consideración.
Otro flanco que amenaza a Díaz lo consigna La Tercera. Según el medio, tras el grave hecho de contaminación vivido en Quintero – Puchuncaví, se encendieron las alarmas en otros conflictos abiertos a nivel país, siendo el primero de la lista, el galpón de Antofagasta Terminal Internacional (ATI).
Esto último, a raíz de los cuestionamientos al proceso de «limpieza» que la empresa asegura realizar en el entorno al puerto, pero de la cual existen serias dudas pues al poco tiempo una nueva medición indicó que la contaminación seguía ahí. Un tema latente que en cualquier minuto se puede activar.
A lo anterior, se suma la alta expectativa que generó el gobierno regional con el proceso de regulación migrante que aventuraban una importante participación pero que finalmente se tradujo en solo ocho mil personas inscritas.
Un panorama nada alentador de cara a la reunión bilateral que por estos días sostendrá la principal autoridad de la región con el Presidente en La Moneda. Círculos del gobierno local ya manifiestan su preocupación por las reiteradas apariciones de Díaz actuando como su propio cortafuego, una exposición que debiera ser cuidada hasta el más mínimo detalle, dado el complejo panorama que asoma y las pretensiones electorales del principal líder regional, pero que debido a la débil gestión del Seremi de Gobierno, ha debido ser asumida por Díaz en más de una oportunidad.
La irrelevancia
Seguramente no sabe su nombre, difícilmente lo ha visto en los medios de comunicación y si mostráramos su cara, es improbable que conozca el cargo que desempeña; hablamos del Seremi de gobierno, Francisco Salazar. Y es que esa irrelevancia mediática está generando un creciente rechazo dentro del oficialismo donde ya se escuchan voces que están pidiendo un cambio.
La principal crítica apunta a que esta falta de destreza comunicacional de Salazar ante los temas de contingencia que golpean al Intendente han puesto a Marco Antonio Díaz en plena línea de tiro sin resistencia alguna. Además, esto también afectaría directamente la proyección política de Díaz como candidato de RN para el cargo de gobernador regional.
«Fue una mala carta para vocero, pero como hizo campaña por la Paulina (Núñez), lo colocaron ahí», asegura categóricamente una alta fuente al interior del gobierno regional.
Un vocero sin voz
En sectores de la prensa, el cuestionamiento es más lapidario. Derechamente aseguran que en varias ocasiones han intentado comunicarse con el Seremi Francisco Salazar para saber la reacción del gobierno ante temas contingentes, pero esquiva hablar. Otros medios han buscado una entrevista extensa para encontrar en él un análisis más profundo y el resultado ha sido el mismo, silencio.
«Se nota que si lo sacas del discurso que tiene aprendido, se descoloca y no sabe manejar la situación. Por eso puede que sea que nos esquiva tanto. Cuando aparece hablando con la prensa son temas muy específicos y preparados, pero sin mucho fondo», señala un destacado periodista local. Diagnóstico compartido por varios colegas de Salazar.
Incluso, en su momento, dejó plantado al equipo del programa «Pulso Regional» en una entrevista que transmitirían por Antofagasta Televisión, y así lo dejaba en claro en su cuenta de twitter Cristian González, editor del espacio.
El silencio crónico
Bajo perfil que fue destacado como uno de los puntos débiles por parte de diversos expertos en materias políticas en El Mercurio de Antofagasta. El analista político Sebastián Gómez señaló que «al final del día podemos concluir que no es un gabinete técnico, pero tampoco político, porque efectivamente no hay un manejo de medios ni una presencia mediática de los representantes del gabinete»
Por su parte, la doctora en Ciencias Políticas, Francis Espinoza, también indicó que los Seremi no tienen mucha presencia y da la impresión de que existe cierta timidez a enfrentar a los medios y también en la estrategia comunicacional de poner temas en la agenda.
Simón Perretta, director de Líbero Consultores, dijo que «en definitiva, la comunicación es tan importante como la gestión propia de un seremi y creo que en Santiago (gobierno central) deben estar preocupados por la poca presencia en medios de algunos».
El rol «campañero»
Quienes conocen a Francisco Salazar en el mundo de la política local indican que nunca ha tenido un rol importante en la toma de decisiones del sector y que su perfil fue siempre más activo en apoyar las campañas, de ahí que a pocos les causa sorpresa que fuera recompensado con un cargo en la actual administración. Incluso, en la última elección presidencial tras el triunfo de Sebastián Piñera se le vio en un video lanzando arengas sobre una de las bancas del centro de Antofagasta entonando el cántico: «Y donde están, que no se ven, los comunistas de Guillier».
Durante la elección que marcó la vuelta al poder de Michelle Bachelet su rol en redes sociales el año 2013 fue activo; incluso bastante duro para referirse a la entonces candidata de la Nueva Mayoría. Mensajes que eran lanzados desde sus redes sociales que luego borró tras asumir el cargo que hoy tiene, pero cuyos ataques todavía permanecen en otras de sus cuentas personales.
En paralelo, Salazar participaba activamente en las campañas de los diversos candidatos presidenciales que tuvo ese 2013 en «Chile Vamos», de ahí que no era extraño verlo en fotografías junto a cada uno de ellos en las visitas de campaña que realizaban a Antofagasta.
Vocero de «rebote»
«La mejor carta para la vocería de gobierno era la Margarita Moll (actual jefa de comunicaciones del gobierno regional de Antofagasta), pero la bloqueó la Paulina pues ella nunca hizo mucha campaña pese a pertenecer a las filas de RN», indica otra fuente del oficialismo. Quienes estuvieron en esa «cocina» al momento de designar los cargos para el actual gobierno regional aseguran que Francisco Salazar estaba listo para ser Seremi de Cultura, pero su nombre habría sido bloqueado por Luciano Cruz-Coke quien habría cuestionado que el periodista no tenía conocimiento alguno de la cartera que pretendía ocupar.
Fue en ese momento donde se habría generado un conflicto interno entre los partidos de «Chile Vamos» pues sí o sí, Salazar debía ocupar un cargo. Fue ahí que -según las mismas fuentes- se habría provocado el cambio de último minuto y Salazar desembarcaría como Seremi de Gobierno un día antes de la presentación en sociedad del gabinete de Marco Antonio Díaz.
Hoy, el escenario es adverso para Salazar. Las voces de rechazo a él se multiplican y cada contingencia que pasa deja expuesto directamente a un Intendente para quien la carrera para posicionarse como candidato de Renovación Nacional para el cargo de gobernador regional se ha encontrado con más obstáculos que aciertos. Carrera para la cual el reloj ya comenzó a jugar en contra de Marco Antonio Díaz.
Pese a las críticas hacia Salazar, fuente en el oficialismo también comentan que su permanencia en el puesto dependerá exclusivamente de la voluntad de la diputada Núñez. Puesto que ella conoce de cerca pues también lo ocupó antes de ser parlamentaria, pero cuyo exitoso guión que la llevó al parlamento, nunca nadie ha estado siquiera cerca de replicar, y este tampoco sería el caso.
