El proceso de regularización migratoria impulsado por el gobierno sigue enfrentando problemas con el bajo grado de participación de quienes serían sus beneficiados; es decir, todo aquel extranjero que buscara tener sus papeles «al día» en un proceso que consideraba diversas etapas.
En la primera de ellas, que consistía en inscribirse para optar a este beneficio, lo hicieron 8.662 extranjeros en Antofagasta. De los cuales a 5.673 ya se les expiró una visa, pero solo 1.775 han acudido a estamparla, lo cual es la última parte del proceso de regularización.
Es decir, según informa El Mercurio de Antofagasta, a seis meses que se iniciara el proceso, solo un 20% de los inscritos en la región ya concretó este trámite.
Explicación y crítica
En conversación con dicho medio, la gobernadora de Antofagasta, Katherine López, indicó que este bajo porcentaje responde al valor del proceso que tiene un costo de 90 dólares y también no contar con un certificado de antecedentes. Pese a que el trámite vente en julio de este año, recordó que «toda persona que no estampe su visa seguirá manteniendo su calidad de situación migratoria irregular».
Una mirada más crítica tiene la jefa regional del Servicio Jesuita Migrantes, Conchita de la Corte, quien criticó que los migrantes no puedan trabajar mientras finalizan este trámite. «No sabemos por qué en este proceso de regularización se impide trabajar. Eso complica la vida de cualquier persona, imaginen estar viviendo aquí un año sin trabajar», afirmó.
