Como una liberación de energía que ha dividido en tres partes la llamada “laguna sísmica”, que se extiende entre la ciudad peruana de Ilo por el norte y el puerto chileno de Mejillones por el sur, describe el reciente terremoto de magnitud 8,2 grados el investigador de la Universidad Católica del Norte (UCN), Gabriel González.
El Doctor en Geología señala que el sismo tuvo la particularidad de alterar el área que comprende esta laguna, la que por más de un siglo no había registrado movimientos telúricos de grandes proporciones, y además descarta que este movimiento sea el esperado «big one» del norte de Chile.
El científico explica que ahora es posible identificar tres zonas, siendo la ubicada entre la ciudad de Iquique y la localidad de Camarones la que registró la ruptura. Las otras dos áreas -agrega- se ubican al sur y al norte de esta zona. La primera, comprendida entre el puerto de Mejillones y la ciudad de Iquique; mientras que la segunda se extiende desde Arica al puerto peruano de Ilo.
“Yo diría que este sismo equivale a un tercio del área de ruptura. Existen aún dos zonas que no han experimentado la liberación de energía”, puntualizó el académico, junto con agregar que para llenar toda la laguna sísmica se necesitarían al menos cinco terremotos como el ocurrido en Iquique.
Trabajo
El Dr. González indicó que junto a un equipo de investigadores del Departamento de Ciencias Geológicas de la UCN y de otras instituciones, formarán una “fuerza de tarea” que a partir de este jueves 3 de abril viajará a terreno para estudiar en detalle las implicancias y efectos del reciente sismo en el norte de Chile. Este grupo estará formado por aproximadamente una decena de integrantes, entre los que se incluyen geólogos e ingenieros civiles.
La expedición considera la participación de especialistas pertenecientes al Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN) del cual la UCN es parte. “Desde que ocurrió el sismo nos hemos contactado para transmitir y compartir información”.
Añade que las labores en terreno consideran tomar datos “in situ” para obtener, entre otros, la altura de inundación que provocó el tsunami en la ciudad de Iquique, observar si existe deformación de la línea de costa, medir el hundimiento o alzamiento de algunas zonas, registrar la aparición de grietas y evaluar la estabilidad de los taludes que están en la ruta que une Tocopilla e Iquique.
Por la naturaleza del trabajo en terreno y por las complicaciones que esta labor presenta, el equipo aún no ha definido un tiempo preciso para desarrollar esta tarea, aunque lo estiman en varios días.
Prevención
Otro punto central en cual es enfático es aquel referido a la seguridad. “Éste es un tema que trasciende las fronteras de una ciudad específica. Hay que hablarle a la gente que habita el norte de Chile y las zonas costeras del país”, sostuvo.
Indicó que la población debe estar alerta y preparada para lo que pueda suceder, porque seguiremos sintiendo réplicas en los próximos días. “Estamos en una condición de mucha inestabilidad en la zona, y no es descartable la ocurrencia de otros eventos de similar magnitud en el futuro”.