Educar, un derecho social desde la cuna

Los primeros años de vida son determinantes para el futuro de las personas, ya que en esta etapa se desarrolla el 75% del cerebro. Y, estas oportunidades se verán disminuidas, si los contextos son de pobreza y vulnerabilidad social, marcados por la desigualdad. Por ello el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet nos ha convocado, a trabajar colaborativa mente en esta gran tarea. Fundación Integra, trabaja para garantizar a niños y niñas la educación parvularia de calidad, un derecho que permitirá su desarrollo pleno, reconociéndolos como personas únicas y ciudadanos capaces de transformar el mundo.
A través de la Reforma para la Educación Parvularia, el Estado busca  avanzar en el acceso a una educación parvularia gratuita, de calidad y universal e inclusiva,  independiente del nivel socioeconómico.  Para ello, Fundación Integra y Junji -la red pública de salas cuna y jardines infantiles- aumentarán la cobertura de la Educación Parvularia pública, gratuita y de calidad, a través de nuevas salas cuna y jardines infantiles a lo largo del país, creando 90.000 y 34.000 nuevos cupos,  respectivamente, desafío que apunta a lograr mayor equidad y justicia social.
La habilitación de las nuevas salas cuna y niveles medios se realizará bajo nuevos y altos estándares de calidad, los que permitirán mejor equipamiento, nuevos espacios educativos y más espacio físico en el aula para niños y niñas.  Para definir las localidades en las que se emplazarán las nuevas salas cuna, se han tomado en cuenta factores como la falta de establecimientos, la presencia de población infantil, las necesidades de las familias, la ruralidad, aislamiento y concentración o dispersión de la población, entre otros.
Es importante destacar la necesidad de resguardar la calidad de la interacción educativa que se da en estos espacios. Por eso la propuesta de reforma en el nivel de educación parvularia  se enfoca en procesos delicados para asegurar una atención de calidad: formación inicial y continua de las educadoras, reforzar la formación de técnicos, involucrar más a la familia en el quehacer de los establecimientos educativos, crear estándares indicativos que permitan evaluar y retroalimentar la práctica pedagógica,  lograr que cada centro educativo cuente con su propio proyecto educativo y reducir el número de niños por adulto, son algunos de ellos.