Cuando se autoriza comercio en las calles, ya sea porque la municipalidad otorga permisos o por no fiscalizar este comercio informal se instala de igual manera, como sucede hoy en Antofagasta, no aumenta la riqueza en la ciudad, no se genera más riqueza al aumentar la cantidad de comercio, el dinero que se destinará al consumo es el mismo, lo único que se hace es distribuirlo entre un número mayor de oferentes, el comercio establecido y los comerciantes ambulantes, autorizados e ilegales.
Cuando el municipio autoriza un nuevo comercio en la vía pública no está siendo generoso con lo propio, está metiéndole la mano en el bolsillo a un comerciante establecido para darle a uno en la vía pública, todo el dinero que logran captar los ambulantes es dinero que se resta del comercio establecido y no precisamente de las grandes casas comerciales, las cuales tienen principalmente su público cautivo con tarjetas propias, sino de los centenares de pequeños comercios formales que hoy a duras penas tratan de sobrevivir en el centro. Las autoridades por su inacción, lo que hacen es repartir la “riqueza” entre más personas y de una manera tal que lo que reparten es pobreza.
Algún economista liberal podrá decir, bueno, que sea la competencia la que diga quien gana y eso podría ser correcto, pero lo sería si la competencia fuera en igualdad de condiciones, el comercio ambulante ya con sólo no pagar IVA, puede cobrar un 19% menos, si sumamos a esto que lo que se comercializa ha sido ingresado al país en forma ilegal, sin pagar impuestos de internación, hay otro elemento a favor del ilegal, el no pago de patentes comerciales, no pago de contribuciones o arriendo por local, que en el centro de la ciudad son muy elevadas, es otro factor que va a favor del comerciante ambulante, la venta de productos falsificados o que no cumplen con la rotulación o exigencias de salud, como cosméticos y juguetes y que hacen a los productos que comercializan los establecidos más caros, favorece a los ambulantes también. El tener trabajadores a los cuales no se les pagan leyes sociales ocurre con demasiada frecuencia en el comercio ambulante.
Son muchos los factores económicos que influyen en que el público prefiera comprar al comercio ambulante en desmedro del comercio establecido, pero todos ellos son productos de la ilegalidad y el no cumplimiento de las leyes y ordenanzas.
Hoy nuestro país reclama por mejor salud, educación, vivienda, pensiones, sin embargo la autoridad al permitir por inacción o por dar permisos al comercio ambulante actúa en sentido contrario a lo que se necesita, sólo el IVA, es la mitad de todos los impuestos que recauda el estado y esto no lo pagan ni los ambulantes autorizados y menos el ilegal, es el comercio establecido el que actúa como el gran recaudador estatal y es a él al que estamos dañando.
