Ganar el apoyo de los cerca de 900 mil electores que en primera vuelta votaron por Franco Parisi, es una de las grandes preocupaciones de los comandos de los candidatos presidenciales Gabriel Boric, del Frente Amplio, y José Antonio Kast, del Partido Republicano, cuando restan pocos días para el balotaje.
Parisi es, de momento, el único excandidato que no ha manifestado apoyo explícito a alguna de las alternativas que definirán al futuro Presidente, por lo que se entiende que su electorado podría ser el importante en la decisión.
En este esfuerzo, una de las regiones que atrae la atención a nivel nacional es Antofagasta, donde el abanderado del Partido de la Gente obtuvo un sorpresivo primer lugar en las preferencias, convirtiéndose en el postulante con mayor respaldo ciudadano en todas las comunas.
El doctor en Sociología, Pablo Camus Galleguillos, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antofagasta, considera que para ganar adhesión en el electorado antofagastino de cara a la segunda vuelta, lo primero es que los discursos de los candidatos interpreten las “necesidades del territorio”.
“Esto implica conectarse con el relato de la región, sus características, sus habitantes, entender que existen varios servicios públicos muy importantes para sostener una región extrema como la nuestra. Servicios de salud, vivienda, educativos en todos los niveles”, explicó.
El académico cree que los discursos de los candidatos que aspiran a la presidencia además deben transmitir un compromiso de retribución y justicia con el norte, que es la zona que más aporta económicamente al país, pero también una de las que enfrenta las mayores brechas sociales.
“Los candidatos que han sabido conducir ese interés, han prosperado en votación y han sido electos. En el fondo, esto tiene que ver con un tema de reconocimiento del territorio y con ese componente regionalista que tiene Antofagasta. Si eso se traduce en acción política, el candidato que lo haga estará sintonizando con el electorado y estará más cerca de ganar”, precisó Camus, citando como ejemplo el caso del candidato a senador y exalcalde Calama, Esteban Velásquez, del FRVS, quien basó su campaña precisamente en este discurso de la retribución, obteniendo un contundente triunfo electoral.
Según el académico, la clave está en que la gente del norte “necesita sentirse parte de los procesos de transformación del país, necesita sentirse convocada y confiada en las instituciones del Estado, y necesita que los candidatos interpreten el territorio, su cultura y la forma de vida social que en él se configuran”.
En este sentido, añadió que “los discursos en blanco y negro no sirven, se requiere empatía y un constructo político que entregue alternativas a nuestra población. En definitiva, se requiere un reconocimiento de lo que a la región le importa y a sus habitantes”.
Consultado respecto a las diferencias que han mostrado los candidatos en las semanas previas a la segunda vuelta, Pablo Camus señaló que “Gabriel Boric ha hecho un trabajo de reconocimiento y apropiación de las necesidades del ciudadano, mientras que en kast prevalece el discurso dogmático del neoliberalismo, que se traduce en menos Estado para ser más eficientes”.
En cuanto a la participación en el proceso electoral de este domingo, el decano apuesta a que en segunda vuelta votará un segmento similar al que lo hizo en 2017, es decir, cerca del 55% del padrón.
“Creo que la gente a medida que se va acercando la fecha, se ha ido entusiasmando con una elección que será muy expedita y que está marcada por una dialéctica muy especial y por el componente emocional de una segunda vuelta. Posiblemente habrá un sector que se marginará, pero habrá otro superior que no votó en primera vuelta y que se sentirá convocado”, afirmó.
