El primer capítulo de esta nueva temporada del programa «El resto es música», conducido por el periodista Jorge Ortiz, contó con la presencia de la diputada y senadora electa Paulina Núñez (RN), quien se refirió a diversas temáticas de contingencia nacional y regional, donde destacó el análisis de algunas medidas de la Convención Constitucional como la eliminación del Senado, lo que arriesga el futuro gobierno de Boric ante un rechazo en el plebiscito de salida de la nueva Carta Magna, y se abrió a la posibilidad de ser una candidata presidencial de su sector en cuatro años más.
La parlamentaria, que asumirá funciones en la Cámara Alta a partir del 11 de marzo, respecto a la discusión de los constituyentes sobre los cambios en el Congreso, indicó que «creo que es clave tener un Congreso bicameral. Yo sé que si uno le pregunta a las personas dirán que quieren los menos políticos, ojalá una Cámara y si no hay Congreso, algunos les puede parecer también una buena idea, pero creo, sinceramente, que si queremos fortalecer nuestra democracia tenemos que mantener ese bicameralismo», indicó Núñez.
Profundizando en aquello, la senadora electa agregó que «sí estoy abierta a nuevas funciones o atribuciones que permitan tener un proceso legislativo más expedito; es decir, el Senado no tiene porqué revisar todas las leyes, aquellas que sean mociones de algunos parlamentarios con relación a sus propios territorios a lo mejor no debería ser revisado por el Senado. Pero al revés, una Reforma Tributaria claramente tiene que pasar por dos cámaras».
Núñez y la CC: «Espero que este proceso no fracase»
Otro de los temas fue la incertidumbre que existe en el mundo político sobre el eventual resultado del plebiscito de salida al cual tendrá que someterse la nueva Constitución que se está trabajando en la Convención Constitucional. Esto, principalmente, porque será con voto obligatorio, donde deberá ir a las urnas cerca de la mitad del padrón que no acudió en su momento cuando se votó apruebo o rechazo.
Paulina Núñez planteó que si bien «no me gustan las campañas del terror, ni quiero atemorizar a nadie, pues todavía creo que falta que pase mucha agua debajo del puente respecto al texto, pero veo que pasó toda el agua respecto a las formas de cómo están dialogando, respecto a como no están dialogando. Respecto de lo que vaya a pasar es una incertidumbre total donde nada ayuda cómo se están discutiendo algunas normas en las comisiones y en el pleno (…) Espero que este proceso no fracase, pero la izquierda extrema, y la izquierda moderada, por omisión, se están farreando la oportunidad de una nueva Constitución que sea una casa de todos (…) en nuestro sector hay voluntad para llegar a acuerdos»
La diputada también indicó que «creo que sería bueno para Chile que se note la mano del gobierno. No es lo mismo tratar de conversar con los constituyentes desde La Moneda «chica» que conversarlo desde La Moneda, desde los ministerios, y con un Congreso empatado. Creo que si este proceso fracasa, es el primer autogol del gobierno, pues quien gobierna tiene todo el poder para realizar una conducción ni más ni menos que en un órgano constituyente.
Una mochila con piedras
De ser la figura más votada en su reelección, a un escaño bastante peleado para el de Senadora, fue parte sobre lo cual reflexionó Núñez, asegurando que esta baja en su votación tuvo por una parte un costo personal por no haber apoyado el primer retiro del 10% de los fondos de la AFP, esperando que el gobierno reaccionara, cosa que no ocurrió. Y, por otro lado, afectó el «haber sido incondicional por mucho tiempo con un gobierno que no estaba escuchando»
«Me arrepiento de no haber sido capaz de haber convencido al gobierno desde el minuto uno, en pleno estallido, al inicio de la pandemia, de haber tenido respuestas más universales, incluso de entender que el primer retiro (del 10% de las AFP) era para comer, porque esperamos a que el gobierno diera una respuesta en un par de días, cosa que no ocurrió; por eso, los otros retiros los votamos a favor», agregó.
A lo anterior se refirió al costo de ser una figura oficialista en un gobierno que terminó tan dañado en las encuestas.
«En Antofagasta, si no estaba el Presidente Piñera, estaba yo, pues no habían senadores. También porque las autoridades del gobierno regional eran más débiles. Yo creo que cargué con una tremenda mochila con piedras siendo la cara visible del gobierno».
Seguridad y orden: la gran deuda del gobierno
La región de Antofagasta observa delitos violentos que van en escalada. Así lo reconoce también la propia parlamentaria quien cree que es precisamente el orden público y la seguridad ciudadana, las grandes deudas que dejará el paso del gobierno de Sebastián Piñera en nuestra región.
«El desde nuestro, lo mínimo con lo cual tenemos que entregar el país es con crecimiento, empleo y orden (…) Esa es una deuda con la que se va el gobierno. Creo que esperar que un gabinete regional pueda hacer mucho en materia de seguridad, lo veo complejo. La cuenta derechamente se le pasa al ministerio del Interior y derechamente al Presidente, pues lo otro es cortar por lo delgado
Al respecto, planteó que de cara al próximo gobierno, son diversas iniciativas las que pueden ayudar desde el Congreso para la lucha contra la delincuencia, incluyendo debatir que los propios internos en los penales desarrollen trabajos en obras públicas.
«Si las cárceles están todos hacinados, entonces ¿tendremos que entregarle más recursos a la construcción de nuevas cárceles?¿tendremos que concesionar las cárceles?¿tendremos que exigirle a quienes están cumpliendo penas algún servicio público, que obras que sean estatales los contraten a ellos también? Son temas que países desarrollados ya discutieron y resolvieron de esa manera». indicó Núñez.
La carta Presidencial desde RN
Pública es la distancia que separa a Paulina Núñez de la actual dirigencia de su partido. Incluso criticó las palabras del secretario general de Renovación Nacional, y también diputado, Diego Shalper quien llamó a “quitarle fuerza moral a la convención” y “atrofiar” al gobierno de Gabriel Boric. Ante lo cual, la diputada señaló no compartir ni el fondo ni la forma de lo planteado por el parlamentario.
Además, indicó que es necesario que su sector político avance en una recambio generacional «sin pedir mucho permiso». En esa línea, plantea que se debe reconducir el partido «reconociendo demandas sociales, respondiendo a estas, estar abrirse al diálogo, ejercer un rol opositor con respeto cuando corresponda, esas son las diferencias que nos gustaría marcar en estos años».
- ¿Le gustaría ser una de las cartas de su partido para la próxima elección presidencial en cuatro años más?
Sí, de todas maneras. Una trabaja y siempre estará disponible para representar a las ideas que uno defiende, a conducir por donde uno cree que debiera ir la región o el país, pero sí creo que falta mucho.
Lo que sí, me gustaría liderar junto a un grupo amplio de jóvenes un proyecto social, amplio. Eso es un objetivo con el cual hemos ido conversando con varios del sector, pues por supuesto que nuestro sector quedó en el suelo, y no solo cuando perdió Kast, no nos olvidemos que ninguno de nuestros candidatos pasó a segunda vuelta. Me gustaría que si nuestro sector vuelve a gobernar en cuatro años más, lo haga con alguien con énfasis en lo social, y no en lo económico, lo haga con alguien que entienda que hay que desterrar de raíz la relación con los grandes empresarios.
Revisa la conversación completa a continuación.
