La crisis hídrica es un fenómeno a nivel mundial, y por ese motivo, cada día es más urgente contar con nuevas herramientas para aprovechar el agua. Así, el proceso biotecnológico para remediar aguas servidas, mediante el uso de microalgas, ya es una realidad en varios países.
El Centro de Bioinnovación de la Universidad de Antofagasta (CBIA), tomó este desafío y ha desarrollado con éxito un trabajo en ese campo, el cual comienza a sumar colaboración internacional. Precisamente, en este marco, se encuentran de visita en la UA los investigadores Gabriel Acien y Cintia Gómez, de la Universidad de Almería; y Agustín Rearte, de la Universidad de Buenos Aires. Su presencia es producto de una alianza internacional financiada por un proyecto RITAL.
“Esta visita es la continuidad de un trabajo que tenemos hace años con la Universidad de Almería en el campo de las microalgas. Hoy gracias a este proyecto de estadías, nos visitan estos destacados científicos. Además de aprovechar su experiencia, dictaremos un seminario de transferencia tecnológica para los estudiantes y profesionales”, explicó el director del CBIA, Carlos Riquelme.
Experiencia
Se debe destacar que actualmente España tiene renombre internacional en cuanto al tratamiento de aguas servidas usando herramientas biotecnológicas y en la generación de compuestos bioactivos.
Almería en España es una zona desértica con buen clima, pero escasos recursos hídricos, sin embargo, se está transformando en un sector de producción agrícola gracias al tratamiento biotecnológico de sus aguas servidas. “Creemos que acá en Antofagasta también se puede producir una transformación similar, generando agricultura en el desierto y, junto con eso, biofertilizantes y biopesticidas”, señaló el doctor Gabriel Acien al recorrer las instalaciones del CBIA.
La Universidad de Almería, a modo de piloto, cuenta con 5 hectáreas de cultivos que se riegan con 10 mil metros cúbicos diarios de aguas tratadas con sistemas biotecnológicos. “Existe mucho interés en desarrollar estas tecnologías por parte de las empresas, pues ofrecen una alternativa económica y sustentable para tratar aguas servidas y generar subproductos con alto valor comercial”, precisó el científico hispano.
Por su parte, la investigadora Cintia Gómez destacó el trabajo de las diferentes redes que permiten esta estadía y colaboración internacional. “Es muy importante que abordemos estos temas con los estudiantes y los empresarios, pues esta tecnología trae beneficios económicos y ambientales. Hablamos de Economía Circular, de hecho en España, ya existen empresas en este sector”, explicó.
SEMINARIO
Las visitantes participarán en el seminario “Formación y Transferencia en Biotecnología de Microalgas”, el cual es parte del proyecto de intercambio RITAL, adjudicado por la investigadora Claudia Sepúlveda del CBIA, y que además, cuenta con el apoyo de FONDEF.
“Este intercambio tuvo que comenzar en 2019, pero la pandemia lo atrasó. Ahora podemos aprovechar al máximo la experiencia y el conocimiento que se está generando en otros países, para así nosotros avanzar también más rápido”, concluyó la doctora Sepúlveda.