El acuerdo de censura contra las 13 presidencias de las comisiones de la Cámara de Diputados que alcanzó el bloque opositor Chile Vamos con parlamentarios del Partido de la Gente (PDG), desató fuertes diferencias y críticas en el interior del conglomerado que se presentó el 2021 en la búsqueda del centro político. Yovana Ahumada, diputada del PDG en Antofagasta, explicó que lo ocurrido fue un tema netamente administrativo, algo que no debería permear en la votaciones de su bancada, sector que opera con una democracia digital a través de consultas entre sus militantes.
“Si veo un gobierno que no tiene una aprobación por parte de la ciudadanía, la gente no ve respuestas y no se siente identificada, no me pueden pedir que vote por un representante del oficialismo, cualquiera sea, porque es una extensión del gobierno en el Congreso”, justificó la parlamentaria.
La decisión, explicó, tiene como objetivo poner en tabla proyectos que no llegarían a discusión si las presidencias oficialistas continuaban en las comisiones. “Nosotros no somos de derecha ni somos de izquierda”, enfatizó Ahumada. La representante del PDG en el Congreso subrayó que su partido cuenta con libertad de movimiento, a diferencia de los conglomerados de izquierda y la derecha que están encasillados por ideologías. “Eso nos hace apoyar cosas que pueden venir de la izquierda y no sesgarlas solo porque son de ese sector y lo mismo con la derecha”, dijo.
La diputada no cree que este episodio se traduzca en la renuncia de parlamentarios a su militancia, eso sí, reconoció que se trata de diferencias que probablemente continuarán, “pero miramos nuestras bases, lo que dice la mayoría y esa es nuestra línea, por algo llegamos al Congreso, para representar la voz de la gente en proyectos y propuestas, en eso no nos perdemos”.
- ¿Cómo ven el rol de algunos parlamentarios del PDG que actuaron individualmente en el Congreso en el acuerdo con la derecha para censurar comisiones?
Es complejo porque unos tomaron una línea y nosotros otra. Creo que se muestra más porque estábamos mediáticamente expuestos y fue notorio, siendo que esto ocurre en otras bancadas. Nosotros nos separamos en lo que fue el acuerdo administrativo principalmente y eso generó estas diferencias. La verdad, creo que esto no va a cambiar, seguiremos teniendo estas miradas diferentes en el tema administrativo, aunque esto no quita que sigamos votando como lo hemos hecho hasta ahora y en eso creo en los diputados del PDG.
- Lo que ocurrió fue un asunto puntual por un tema administrativo, pero en cuanto a las votaciones, seguirán utilizando la democracia directa del partido.
Si bien nosotros tenemos esta democracia digital debemos entender que no puede ser vinculante por una cuestión legal. Pero obviamente nosotros miramos nuestras bases, lo que dice la mayoría y esa es nuestra línea, por algo llegamos al Congreso, para representar la voz de la gente en proyectos y propuestas, en eso no nos perdemos.
- ¿Qué papel debiera tener Franco Parisi para alinear y evitar estas acciones individuales?
Independiente de que Franco pueda querer involucrarse es complicado, porque insisto, hay diferencias de miradas. Es algo que dije, si veo un gobierno que no tiene una aprobación por parte de la ciudadanía, la gente no ve respuestas y no se siente identificada, no me pueden pedir que vote por un representante del oficialismo, cualquiera sea, porque es una extensión del gobierno en el Congreso. Y eso quiere decir que la agenda seguirá en la misma línea. No apoyé mantenerse en el acuerdo administrativo anterior.
Franco podría generar que exista una unión de bancada, pero las diferencias en lo administrativo serán un punto de discordia en el algún minuto.
- ¿Teme una fuga de congresistas del PDG o se trata de episodios puntuales?
No creo que algún diputado quiera irse del partido. Lo digo porque somos los primeros parlamentarios y si eso ocurre se corren dos riesgos: perder tu identidad, quedarías como independiente y si vas a otra militancia tus bases te cuestionarán. Por otro lado, somos un partido nuevo que tiene pocos representantes y eso pondría en riesgo el sustento del mismo partido. Y lo más importante de todo tiene que ver con las convicciones, no hay ningún partido político que tenga la base del PDG y los que se están armando hoy tampoco tienen esa línea de representatividad real de la gente común y corriente. Esto hace mucho más difícil que alguno de los diputados pueda moverse.
- El PDG se posicionó como un partido de centro y en ese sentido ¿cree que las decisiones que están tomando los parlamentarios lo inclinan más a la derecha o la izquierda?
No es que se vaya a la izquierda o la derecha, lo plantearía de la siguiente manera: tenemos que actuar políticamente y la mirada de generar un cambio en la administración de la Cámara solo buscó el equilibrio político, para poner en tabla proyectos de discusión que obviamente no se colocarían si continuaba manejándose de parte del oficialismo. Nosotros no somos de derecha ni somos de izquierda. Insisto, acá algunos tuvieron alguna justificación para quedarse en el acuerdo anterior, yo tengo las que acabo de decir, una convicción con las bases y lo que significa un gobierno que no tiene apoyo. Ésos son los argumentos y no tienen que ver con la derecha, porque difiero en varias cosas con ellos y espero que los diputados que apoyaron mantenerse en el acuerdo administrativo difieran también tanto de la derecha como la izquierda, como lo hemos sido siempre. No creo que pueda cambiarse la esencia, porque si dejas de ser quien eres es porque nunca fuiste quien decías que eras.
- ¿Cree en las críticas que apuntan a que la falta de ideología del PDG complica más la unión del partido y lo colocan como más instrumental?
No estoy de acuerdo con ello, porque creo que eso es lo que hace la diferencia. La izquierda y la derecha están encasillados por ideologías, pero nosotros tenemos libertad de movimiento. Eso nos hace apoyar cosas que pueden venir de la izquierda y no sesgarlas solo porque son de ese sector y lo mismo con la derecha. Una propuesta puede ser muy buena, pero simplemente porque viene desde otro color político se vota en contra y esto es malo, se trata de una mirada sesgada que no visualiza más allá y lo que la gente necesita es que quienes los representen voten por lo que significa un proyecto y no por su origen.
- ¿Teme que en el PDG pueda repetirse lo que pasó con la Lista del Pueblo? Es decir, un fenómeno con alta votación inicial, aunque su apoyo terminó por diluirse.
Somos nuevos y tenemos la militancia más grande en el país. La situación que estamos viviendo genera controversia, pero esto ocurre, puede volver a pasar en cualquier partido y es parte de lo que tenemos que construir. Si no existieran diferencias estaría todo perfecto y eso no existe, es parte de la realidad y debemos buscar la mejor manera de ponernos de acuerdo a pesar de nuestras diferencias que son legítimas. Pero al compararnos con la Lista del Pueblo hay kilómetros de distancia, porque somos un partido conformado en las 16 regiones, que cuenta con representatividad en la Cámara de Diputados y tiene un sustento de adherentes importantes, por lo cual no necesariamente requiere alinearse en pactos electorales. Todo esto es completamente diferente y ni siquiera cercano a lo que fue la Lista del Pueblo.
- Varios militantes de partidos políticos en la ciudad han renunciado a sus conglomerados, principalmente en el sector de la derecha. ¿Alguno se ha acercado a ustedes para militar? ¿Qué opciones tendría alguien en estas condiciones de ser candidato por el PDG en la próxima elección?
Hay mucha gente que sigue firmando por el Partido de la Gente en la región. Ahora, sobre algún nombre en particular para una elección, eso tiene que discutirse, porque tiene que analizarse que esta persona tenga la línea del PDG. No podemos restringir el acceso al partido, sabemos que muchas personas están renunciando a su militancia y se están acercando a nosotros. Como en muchos partidos, la gente se adhiere, pero no participa, los activos son una minoría.
Los candidatos son elegidos por las bases y en nuestro proceso anterior sucedió con personas que llegaron de otros partidos y tuvimos que poner un “parelé”. Nuestros candidatos tienen que ser representativos de las bases, hay listas, votaciones, tenemos todo un proceso y no crean que es tan simple como renunciar y venir a que el PDG les dé un cupo. No funcionamos igual que los otros partidos y acá en la región nos conocemos todos.
