Las relaciones entre el Intendente Valentín Volta y el Consejo Regional hace rato que son distantes y no han estado ajenos a «dimes y diretes» en los pasillos del edificio que comparten como también a través de los medios de comunicación. El último roce tuvo como espectadores a todos los alcaldes y seremis de la región quienes, desde la galería, miraban dos oficios que enfrentaron a Volta con el Presidente del Consejo Regional (CORE), Mario Acuña.
Con fecha 5 de noviembre llegaba al mail de las ya mencionadas autoridades un oficio por parte de Acuña solicitando implementar coordinaciones en conjunto respecto a inauguraciones, puntos de prensa, entrega de recursos económicos y equipamientos para «que en todas las acciones que se acometan para poner en valor el esfuerzo que hacemos entre todos, particularmente en aquellas iniciativas que han sido financiadas con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Social, FNDR», cita el oficio.
[blocktext align=»left»]»Cumplo con el deber de aclarar que es en este Intendente (…) en quien reside el Gobierno Interior, correspondiéndole por derecho propio la coordinación de los servicios públicos de la región, y en ningún caso al Consejo Regional»[/blocktext]
Solicitud que no cayó nada bien en el segundo piso de la Intendencia y que generó otro oficio firmado por el propio Intendente Volta y dirigido a Mario Acuña (con copia a todos los seremis y alcaldes de la región) donde le responde en términos poco amistosos señalando que: «cumplo con el deber de aclarar que es en este Intendente, en su calidad de órgano ejecutivo del Gobierno Regional, en quien reside el Gobierno Interior, correspondiéndole por derecho propio la coordinación de los servicios públicos de la región, y en ningún caso al Consejo Regional, responsable de muchas otras importantes funciones. En este orden de ideas, y en aras de preservar la buena relación entre los diferentes órganos que componen este Gobierno Regional, y de apegarse irrestrictamente al principio de legalidad vigente, solicito sirva tener a bien abstenerse en lo sucesivo de generar instrucciones que pudiesen generar innecesarias confusiones en el actuar de los órganos públicos», concluye Valentín Volta en su oficio.
