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Un llamado a aunar esfuerzos para eliminar la contaminación portuaria y de paso de toda la ciudad, buscando a la brevedad declarar a Antofagasta zona saturada por polimetales, poniendo en ese único objetivo el interés colectivo para mejorar la salud de los ciudadanos y así controlar y reducir el riesgo sanitario y ambiental presente, realizó el presidente del Colegio Médico Regional Antofagasta, Dr. Aliro Bolados.
Según el facultativo, “el Colegio Médico no comparte la visión de una supuesta mejora en las condiciones ambientales de Antofagasta y la región, cuya relación entre gravedad y supuesta mejoría, equivalen hoy a decirle a un enfermo terminal que está sanando, sabiendo que finalmente fallecerá”, remarcó.
“Acá no sirven las mejoras, sino que eliminar definitivamente todas las fuentes de contaminación, como única solución para proteger la salud de la población. Porque se trata de la salud a la cual todos los ciudadanos tienen derecho, cuya obligación de asegurar dicha condición recae en autoridades y empresarios, situación que está por sobre todas las consideraciones expuestas en los últimos días, dado que estamos hablando de polvo con alto contenido de arsénico y varios metales pesados que no pueden estar en las puertas de las casas y en toda la ciudad”, manifestó.
Según el Dr. Bolados, el último informe científico realizado por el Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, que fue entregado a la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, “comprobó la alta bio disponibilidad de los polvos polimetálicos que componen los concentrados mineros, que fueron encontrados en plena vía pública frente al puerto de Antofagasta y analizados por el Colegio Médico a través de moderna tecnología en el Centro Nacional del Medio Ambiente (CENMA), situación que debiera tener como respuesta que la autoridad declaré a Antofagasta como una zona saturada por contaminación y se aplique un plan de descontaminación de manera inmediata”, enfatizó.
“Acá no existen, ni mejoras, ni lecciones aprendidas de quienes están vinculados a estas operaciones. La situación es de extrema gravedad. El continuo paso de esos concentrados que cruzan cada noche por pleno centro de Antofagasta, en carros y vías inadecuadas sobre terrenos contaminados, con riesgo de volcamientos en sus operaciones, hasta galpones con correas transportadoras que se incendian en el corazón de la ciudad, cuyos polimetales son dispuestos en esas mismas instalaciones, que no cuentan con hermeticidad, sumado a la descarga inadecuada de concentrados desde barcos, para ser cargados con tenazas que esparcen el producto al medio ambiente en camiones que cruzan la comuna, rumbo a una fundición del sector La Negra, cuyo destino final del arsénico se desconoce, todo ello pone en riesgo la salud de Antofagasta y eso está absolutamente comprobado en las declaraciones y estudios entregados por diversos actores ante la Comisión Investigadora del Parlamento”, subrayó.
Asimismo, el Dr. Bolados recordó que el informe de bio disponibilidad de los concentrados del Colegio Médico, sumado a los estudios realizados por el Instituto de Salud Pública (ISP) en el borde costero, demuestran la gravedad de lo ocurrido. “Todo este problema, sin embargo ha tenido como respuesta que ATI quiera evitar el pago de una multa de 860 millones de pesos y la limpieza del centro de la ciudad, tras la apelación de la propia empresa ante el Tribunal Ambiental en Santiago”, recordó.
El Dr. Bolados añadió que por eso no se puede hablar de una lección aprendida por parte de los responsables. “Todo esto demuestra que las empresas no han aprendido la lección. Dado que mientras el Estado realiza estudios de polvos sedimentados, a través del Ministerio de Medio Ambiente, para comprobar lo que dijo antes el Colegio Médico y el ISP, y por otro lado la SMA realiza esfuerzos con poco personal para fiscalizarlos, las empresas se desentienden del problema y siguen contaminando, aprovechando que el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) aún no zanja el escándalo de la cifra de las cargas autorizadas en la DIA del galpón gigante, lo que tiene amarrado de manos a la Superintendencia de Medio Ambiente”, resumió.
Sin embargo, el Dr. Bolados resaltó que la solución definitiva a la grave problemática ambiental que vive Antofagasta, depende de una decisión política, que atañe a la Presidenta Bachelet y su real convicción frente al calvario ineludible que afecta a Antofagasta.
“El propio Papa Francisco, en su Encíclica “Laudato Sí”, establece que toda actividad industrial, por muy necesaria que esta sea, ante la más mínima sospecha de contaminación debe ser desechada, para proteger el mayor bien preciado de la creación que es la vida humana y eso no ocurre en Antofagasta”, manifestó.
“Por eso, como Colegio Médico de Chile, reafirmamos nuestra posición que todas las cargas contaminantes que están afectando hoy a la población deben salir del radio urbano, y que se declare zona saturada a Antofagasta, para controlar todas las fuentes y en específico al puerto, tomando en consideración que se trata de una ciudadanía que estuvo expuesta, entre 1950 y 1970, a la mayor ingesta de agua potable con arsénico que hubo en toda la historia de Chile, cuya situación nos mantiene en una encrucijada frente a la gran cantidad de personas afectadas por cáncer en la zona, para quienes un galpón con concentrados y una ciudad contaminada no es más que un tiro de gracia”.
[blockquote author=»Aliro Bolados, pdte. Colegio Médico Antofagasta» style=»1″]“El Colegio Médico no comparte la visión de una supuesta mejora en las condiciones ambientales de Antofagasta y la región, cuya relación entre gravedad y supuesta mejoría, equivalen hoy a decirle a un enfermo terminal que está sanando, sabiendo que finalmente fallecerá».[/blockquote]
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