La seguridad es un derecho fundamental de todas las personas y una condición indispensable para el desarrollo de nuestro país. Sin embargo, hoy vemos con preocupación cómo este derecho se ve amenazado por la acción de grupos delictuales que operan con impunidad, aprovechando las debilidades de nuestro sistema de inteligencia y de control fronterizo.
Frente a esta realidad, el Gobierno tiene la obligación de actuar con decisión y eficiencia, priorizando la agenda legislativa en materia de seguridad y despejando las trabas internas de su coalición, que muchas veces se oponen a medidas que son necesarias y urgentes para proteger a los chilenos y chilenas.
En ese sentido, quiero hacer un enérgico llamado al Presidente Boric a poner discusión inmediata a dos proyectos de ley que son básicos para fortalecer las herramientas de las instituciones encargadas de la seguridad y la protección de las fronteras.
El primero es el proyecto de ley que fortalece y moderniza el sistema de inteligencia del Estado, que está pronto a cumplir cinco años de tramitación legislativa, aun cuando fue incluido en el llamado “fast track legislativo en seguridad”, acordado entre el Gobierno y el Congreso, en abril pasado.
Resulta inexplicable que frente al cada vez más sonoro crujir de la Agencia Nacional de Inteligencia, la ANI, y de nuestra evidente incapacidad para anticipar el actuar de las bandas criminales, el Gobierno tenga en el congelador el proyecto de ley que justamente fortalece y moderniza el sistema de inteligencia del Estado.
Por el contrario, sólo nos hemos encontrado con trabas y con indicaciones que debilitan el proyecto original, presentado durante el gobierno del Presidente Piñera. ¿Sabrán en La Moneda que mientras este debate está trabado, la ANI sólo cuenta con cuatro vehículos en todo el país? Seguramente no, porque además se le están recortando los recursos para 2024.
El segundo es el proyecto de ley que tipifica el ingreso clandestino como delito, que se mantiene casi sin movimiento alguno, en su primer trámite en la Cámara de Diputados, desde hace 14 meses.
Acá nadie está inventando algo de la nada, porque se trata de medidas que hoy existen en países como Australia, Italia y Japón. Se trata de una propuesta que nos da herramientas reales para el control y sanción de los ingresos irregulares al país. Eso no puede seguir esperando.
Por eso, es de suma relevancia que el Gobierno deje de lado la ideología, guarde los discursos grandilocuentes y ponga las necesidades de las personas en primer plano. Por eso le hago un llamado al Presidente Boric, a que ponga discusión inmediata al proyecto de ley de fortalecimiento de nuestro sistema de inteligencia y al que sanciona como delito los ingresos irregulares a nuestro país, para que puedan llegar o volver al Senado lo antes posible.
Sólo así podremos avanzar hacia una agenda de seguridad eficaz y moderna, que nos permita enfrentar los desafíos actuales y futuros, garantizando el respeto a la ley, la soberanía nacional y la tranquilidad ciudadana.
