Una noticia totalmente inesperada sorprendió a Bernarda Marín Arancibia la mañana de ayer. La profesora salió de su casa para comprar algunas cosas en el supermercado, tarea que decidió realizar sin su teléfono. Al retornar revisó su celular y encontró mensajes que le informaban que era la ganadora del premio Ancla de Oro 2024, máxima distinción que entrega la Municipalidad de Antofagasta a quienes desarrollan tareas en beneficio de la ciudad. El galardón fue confirmado el mismo día que cumplió 70 años, ocasión que la profesional aprovechó para reconocer que el premio es para todos quienes trabajan por el mundo de la cultura, las artes y el patrimonio en la región.
Además de docente y madre de dos hijas, Marín es una reconocida gestora cultural en toda la zona. En el 2011, levantó la primera versión de la Feria del Libro de Antofagasta y es la organizadora del Festival Internacional de Pueblos Originarios en Antofagasta (Fipo), actividad que el 2023 no pudo realizarse por falta de financiamiento. Debido a su quehacer ha logrado establecer un estrecho contacto con líderes indígenas de todo el continente y es amiga cercana de Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz. Actualmente participa en una decena de proyectos y desde el año pasado es directora de la Corporación Cultural de Antofagasta.
La profesora detalló que también es presidenta de la Asociación Gremial de Escritores del Norte y que trabajó en el Centro de Investigación Histórico Cultural Isaac Arce del Museo Regional, junto con pertenecer al movimiento mundial indígena de Latinoamérica. En todos estos aspectos suma más de 40 años de gestión al servicio de la cultura en Antofagasta.
La confirmación de que había ganado el premio la recibió la mañana de ayer, el mismo día de su cumpleaños. “Realmente fue algo inesperado y primero quiero felicitar por su trayectoria y trabajo a todos los gestores y a quienes postularon al Ancla de Oro. Salí a comprar sin llevar mi teléfono y al llegar a casa veo el celular y me encuentro con esa tremenda noticia, totalmente inesperada. Estoy muy emocionada, contenta y puedo decir que este reconocimiento se lo dedico a todos los artistas, a los gestores culturales, al gran equipo de trabajo que me ha acompañado durante más de 40 años”, dijo Marín.
La gestora cultural sostuvo que no esperaba el reconocimiento, ya que anteriormente la habían postulado al galardón. “Nunca lo imaginé y quiero insistir en esto, sin la gente que está detrás, uno no podría hacer nada. Si bien es cierto que una es gestora y golpea puertas, porque para la cultura es difícil, gracias a Dios me ha ido bien con humildad, empuje y ganas de hacer las cosas para aportar”, expresó.
Como gestora cultural, la ganadora del Ancla de Oro indicó que en Antofagasta se necesitan más espacios y apoyo para los artistas, todavía la región está al debe en eso. A través de sus proyectos, Marín ha viajado a diferentes países latinoamericanos, lo que le permite comparar que en esta zona falta abrazar más la cultura por parte de las autoridades para preservar e impulsar el patrimonio y la identidad local.
Marín reconoció que la juventud está disponible para colaborar con el sector cultural. “En 40 años de gestión estoy muy involucrada con los más de mil artistas que me apoyan en diferentes eventos que han realizado y los jóvenes están abiertos a participar. Sin embargo, lo que nos falta es el apoyo de parte de las autoridades y todavía más del Ministerio de Cultura. Sería feliz de que existieran más vitrinas para los artistas, porque el sector cultural tiene que golpear puertas y si tuviéramos un apoyo más directo, las cosas serían de diferente manera, mucho mejor, porque debemos rescatar nuestra identidad a como dé lugar”, recalcó.
Sobre el premio, la profesora agradeció a los concejales, a quienes la postularon, a todos los nombres que se propusieron para el reconocimiento, porque son personas que trabajan para la comunidad. “Lo mismo con los artistas, los gestores, a quienes están en patrimonio, agradezco a las instituciones públicas y privadas como Altonorte, porque también tengo muchas actividades con turismo, la Biblioteca Regional, con la Corporación Cultural de Antofagasta. Trabajo con todas las instituciones y, es más, voy mucho más allá, porque he sido la única gestora cultural que ha llegado, por ejemplo, a los a los grandes hoteles con actividades gratuitas. Me han abierto las puertas en el Hotel Antofagasta, en el Terrado donde hemos realizado múltiples actividades, porque también es bueno que el artista tengo un lindo espacio para participar y ellos están felices. Y todo esto es una tarea de muchas personas, así que el reconocimiento va para todos”, destacó Bernarda Marín.