Argentina vela a estas horas por la salud de su presidenta, Cristina Fernández, que ya ha entrado en quirófano para ser operada de un hematoma craneal en la clínica porteña Fundación Favaloro en Buenos Aires.
El equipo médico que, en una primera instancia le había recomendado reposo durante un mes, debido al golpe que Férnandez sufrió el 12 de agosto y que le provocó un hematoma, tomó la decisión de operarla después de que el domingo, la presidenta argentina comenzara a sentir hormigueo en el brazo izquierdo, pérdida leve y transitoria de fuerza y fuertes dolores de cabeza.
Amado Boudou, vicepresidente de Argentina, será el encargado de desempeñar las funciones de presidente durante la baja de Cristina Fernández, que no es la primera vez que tiene que ser intervenida, ya que además de sus problemas de tensión, el pasado enero tuvo que someterse a un tratamiento para extirparle un tumor canceroso en la tiroides.
Desde la oposición se suman los mensajes de apoyo, pero también de incertidumbre sobre el estado de salud de la presidente y lo que ellos entienden como una falta de información de los servicios médicos hacia la población argentina.
Preguntas y respuestas sobre la salud de Cristina Fernández y la crisis institucional