Desde que explotó el caso Democracia Viva, el silencio de la concejala Paz Fuica (suspendida RD) fue total. Eso, hasta ahora. Desde su hogar donde cumple arresto domiciliario tras encontrarse imputada por estos traspasos millonarios desde el Minvu Antofagasta hacia la fundación de Daniel Andrade, también imputado por fraude al fisco y al momento de la firma de los polémicos convenios, pareja de la diputada Catalina Pérez, conversó con el sitio Emol.
«Yo he evitado dar entrevistas, porque la verdad es que pretendía que actuaran las instituciones, que es lo que corresponde, pero también uno quiere salir a defenderse y decir ‘yo no he hecho, no he cometido ningún delito'», indicó Fuica.
Entrevista donde la concejal asegura que en su momento la parlamentaria por Antofagasta sabía de los traspasos.
- ¿No le pareció extraño o no le llamó la atención que el convenio fuera con una fundación que representaba Daniel Andrade, quien era en ese entonces, pareja de la diputada Catalina Pérez?
Sí, me pareció, se lo señalé a ambos y Carlos (Contreras) me aseguró que no había conflicto o impedimento, pues había consultado bien con sus equipos y cumplía con los requisitos. Además, cuando llegué las fundaciones ya estaban seleccionadas, habían pasado por el proceso de selección y la revisión de los documentos la hacía el área jurídica.
- Frente al impacto que provocó el caso en el oficialismo, ¿considera que quizás fue un error firmar estos convenios?
A mi entender, y con la información que contaba, ninguna fundación tuvo un trato diferente de otra, todas fueron abordadas con los mismos protocolos, la misma cantidad de documentación y, en ese entendido, creo que efectivamente en términos administrativos se puede mejorar, se pudo haber mejorado.
«Es claro, si uno revisa al menos los informes de la Dipres o del Ministerio de Desarrollo Social que el programa Campamentos tiene bajo desempeño hace muchos años. Eso está en los informes de los gobiernos anteriores, ha ido cambiando de nombre, ha ido reformulándose, ha adquirido compromisos de mejoramiento, los cuales año tras año se van evaluando, se van midiendo y ha habido algunos cambios, pero efectivamente creo que el Ministerio de Vivienda, al trabajar con tantos colaboradores, debiese mejorar o revisar sus protocolos y todos los temas administrativos (…)”.
- Entonces, ¿considera que existió una falla al firmar estos convenios?
Creo que hay errores de procedimiento, pero eso es institucional y tiene que verse de manera general. Aquí en Antofagasta a lo mejor hubo error al no revisar o no transparentar toda la información y, como digo, yo llegué de manera posterior, cuando las fundaciones ya estaban electas y, en el fondo, solo faltaba la designación de los convenios.
- ¿Qué faltó transparentar?
Me refiero a la claridad en los procedimientos, se piden pocos requisitos a las fundaciones, no están bien definidos los montos y los tipos de gastos —cómo se haría en las bases de una licitación o concurso—, de eso se habló en una jornada nacional del programa y los encargados se lo manifestaron a (Ricardo) Trincado (exjefe de Asentamiento Precarios de Vivienda, PS). Por otro lado, aquí hay un mecanismo que se lleva ejecutando desde hace 5 años y ahora nadie lo entiende —lo que me sorprende—. La falta de claridad genera más complejidades en la ejecución, seguimiento y fiscalización. No estaban bien definidos los roles, eso también pudo haber acrecentado el problema.
- ¿Cómo sería su futuro respecto de la militancia?, ¿seguiría en RD cuando se acabe la suspensión?
—Yo al menos mantengo intactas mis convicciones en lo social y en lo político, y esas no tienen que ver con la militancia en un partido, eso para dejarlo claro. Respecto de la militancia es algo que estoy meditando y espero tomar la mejor decisión, porque es uno el que se pone a disposición del partido y, finalmente, uno espera que el colectivo te soporte y en este caso no ha sido de esta manera, por lo tanto, es algo que estoy analizando aún, (es algo) a definir.
Revisa la entrevista completa realizada por Emol, pinchando aquí.
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