“Innovación disruptiva para la minería del futuro” fue el nombre del seminario organizado por Antofagasta Minerals y el Programa de Relacionamiento Industrial del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT).
Por segundo año consecutivo, el evento contribuyó al aprendizaje de soluciones y nuevas tendencias en investigación y desarrollo, finalizando con una feria de startups locales e internacionales especializadas en energía limpia, robótica y tecnología espacial.
Ecosistema regional
El vicepresidente de Estrategia e Innovación de Antofagasta Minerals, Alan Muchnick, destacó los beneficios de incorporar el enfoque de la innovación disruptiva a la minería. “Es un orgullo y un privilegio volver a convocar al ecosistema productivo regional para pensar en cómo podemos desarrollar juntos la minería del futuro, no sólo para procesos internos, sino también para pensar distinto y habilitar un negocio que interactúa de una mejor manera con su entorno”, enfatizó.
Similar opinión manifestó el gobernador regional de Antofagasta, Ricardo Díaz: “A nivel mundial hay una exigencia de ir avanzando hacia la electromovilidad y procesos más sostenibles, produciendo más cobre y litio. Por eso es interesante estar acá, donde también abordamos la vinculación con el territorio, el mejor aprovechamiento de las aguas y el impacto medioambiental que tiene la minería”.
“Nos acerca a los desafíos y oportunidades tras la innovación internacional y también desde la industria regional. El llamado es a seguir respaldando esa experiencia propia”, subrayó también la seremi de Minería, Macarena Barramuño.
Académicos expertos
La jornada contó con la especial participación de Elsa Olivetti, vicedecana de la Escuela de Ingeniería del MIT, con especialidad en la sustitución y remediación de desechos mineros, quien abordó los desafíos de la minería en materia de producción limpia. “Sabemos que el requerimiento de minerales para las tecnologías bajas en carbono supera con creces el de las tecnologías basadas en fósiles. Pero el desafío es poder satisfacer esa demanda, creciendo de manera consciente, manejando las implicancias sociales, ambientales y económicas de esa transición”, aseguró Olivetti.
Por su parte, Jeffrey Grossman, profesor del MIT de ciencia de materiales e ingeniería, con investigaciones en almacenamiento energético y materiales filtrantes para la recuperación de elementos de valor y tratamiento de aguas, compartió su experiencia en sustentabilidad minera.
“Existe una oportunidad real de incorporar nuevas tecnologías para separar los elementos y minerales cruciales empleando mucha menos energía, de modo que sea mucho más respetuoso con el medio ambiente y que, de hecho, tampoco produzca tantos residuos. Eso es lo realmente interesante de lo que estamos haciendo en el MIT en minería”, precisó.
Perro robot y startups
El evento culminó con un recorrido por los distintos puestos de una feria de innovación, donde se presentaron startups locales como Domolif, RockBlast, Ingeniería & Mantenimiento y Godelius, responsables de operar a “Lorenzo”, un perro robot desarrollado por la empresa de robótica Boston Dynamics, que apoya a Minera Zaldívar en las tareas de monitoreo en lugares con exposición a riesgos, incluso con correas transportadoras en movimiento, permitiendo un control más seguro y confiable.
También participó una serie de empresas internacionales nacidas bajo el enfoque de innovación disruptiva del MIT, tales como InEnTec, con su método de conversión de residuos en energía limpia; Eden y su experiencia en la estimulación eléctrica para gastar menos energía en la ruptura de roca y recuperación de mineral; y GPR, con el uso de radar de posicionamiento en tierra para la conducción autónoma.
La empresa Femto compartió el despliegue de baterías nucleares “plug and play”, mientras que SiTration mostró el uso de tecnología de membranas de silicio para la recuperación de materiales críticos a bajo costo. Por último, la posible aplicación de nuevas tecnologías lunares en la industria minera estuvo a cargo de Lunar Outpost.
Antofagasta Minerals se integró en 2022 al programa de relacionamiento industrial del MIT (MIT ILP), generando una prolífica relación colaboración y alcance mundial, conscientes de su impacto en el desarrollo de la electromovilidad y tecnologías limpias para enfrentar el cambio climático.
Este es el futuro. Depende de todos nosotros.