Como todos ya sabemos, a partir del 1 de julio las cuentas de la luz sufrieron un alza histórica, en promedio a nivel nacional subirán un 43%, en el caso de Antofagasta las personas correspondientes al Grupo1 un 19%, Grupo 2 un 33% y Grupo 3 un 27%, los grupos corresponden al rango de KWh que se consume, el G1 hasta 180 KWh; G2 de 400 KWh y para el grupo 3 sobre 550 KWh.
Todos se preguntan, ¿y porque nos va a subir tanto la luz?, la explicación es sencilla, en los gobiernos de los presidentes Piñera y Boric, se congelaron las tarifas eléctricas, la verdad es que no se congeló, solo postergaron su aumento, y este terminó siendo mucho mayor.
En el caso del Presidente Piñera esto ocurrió en el marco del llamado estallido social, es decir, no solo se destruyeron nuestras ciudades, se perdieron empleos y ya no podíamos transitar libre y seguros por donde quisiéramos, sino que también como sabemos ahora vamos a ver disminuir sustancialmente nuestros ingresos. Pero ¿el Presidente Sebastián Piñera tenía otra solución?, la respuesta es obvia, NO. Si por unos supuestos $ 30 pesos, el país es estuvo a punto de perder la democracia, y que se derrocara a un gobierno legítimo, si no se hubiere congelado las tarifas de la luz, lo más probable que el golpe de estado no tradicional, se habría posiblemente concretado.
Por su parte, el Gobierno del Presidente Boric, en el mes de agosto del año 2022, justo previó al plebiscito de salida, publicó la ley 21.472, conocida como ley PEC 2, en un acto que a la luz de los hechos era más para salvar al mamarracho, que para beneficiar a los chilenos. Por cierto, y para el alivio del país no ocurrió, y su rechazo fue mayoritario, pero este acto desesperado nos terminó por perjudicarnos a todos.
Es decir, y en concreto a partir del 1 de julio subieron las tarifas de la luz hasta en un 40%, afectando a millones de familias chilenas en todo el país, y como lo señaló la diputada de gobierno Ana María Gazmuri, “La clase media y Pymes serán los más perjudicados”, como siempre una mala política pública y populista, termina perjudicando a los de siempre.
Y esto era predecible ciertamente que sí, de acuerdo con expertos que participaron en la discusión legislativa del proyecto presentado por el actual gobierno, y que nuestros parlamentarios no quisieron escuchar era “una situación que se presentaría irremediablemente”, “era algo que se veía venir”, y que a la gente no se le informó.
Cuando se legisla mirando las encuestas lo que es más popular y no se escucha o mejor dicho se desprecia a los expertos, como lo estamos tristemente comprobando al final pagan Moya, Pérez, González y todos nosotros.
Que poca capacidad de análisis de Toloza. La ceguera política seguramente le impide y le impidieron ver el descontento generalizado de la sociedad chilena, donde no necesariamente fue el slogan de los 30 pesos, tras de ellos, hay una realidad que siempre la derecha chilena ha escondido; la falta de oportunidad, el abuso laboral, la discriminación, la falta de acceso y equidad. Los privilegios de muy pocos por sobre la inmensa realidad chilena. Trabajos precarios que se arrastran de la dictadura, acceso a la educación, y por sobre todo la nefasta formula de la AFPs que día a día acorrala a los jubilados a vivir de promesas que nunca llegaron por parte del modelo liberal de la derecha chilena. Millones de chilenos salieron a manifestar su descontento, y la clase política fue la interpelada, clase política que no dio el ancho ante la grave crisis social que enfrento el país. Misma clase política que sigue violentando a los chilenos, que legisla con la calculadora en mano, que no tiene sintonía con la base social de Chile, sino más bien, con los empresarios. El mandato ciudadano fue claro: basta de abusos en todo orden. Esto, la clase política lo archivo y sigue en su burbuja de elite. Hoy comienza el alza de cobros en la energía que consumimos, pero, revisen que ha hecho la clase política por frenar esto? NADA. Por su puesto, tras esta alza están los empresarios chilenos y extranjeros, los mismos que financian campañas políticas de la nefasta clase política del país. La ciudadanía debe comenzar a movilizarse, por estos actos y otros que vendrán. No se escuden en slogan que nadie les cree, la realidad es una; a la sociedad chilena la están jodiendo, y el responsable de esto es la clase política, que representa sólo el 5% del país. Más de 30 partidos políticos en Chile, que abarcan un 5% de adhesión, no de representatividad, nos puede arrogarse el derecho a decidir por nosotros, los ciudadanos. Esta nueva elección que enfrentaremos, los y las ciudadanas de Chile, tendremos la oportunidad de castigarlos y de cobrar las promesas que tras estallido social prometieron. Hoy es la oportunidad de sacar a la lacra de políticos que existen en Chile, e instalar a gente con capacidad, conocimiento y sobre todo, una alta consciencia por los problemas estructurales del país, y los valores de los chilenos y chilenas.