Con la elección de sus directivas, este fin de semana el Frente Amplio (FA) concluyó su proceso de fusión y se estableció definitivamente como un nuevo partido, el que, con más de 60 mil militantes entre parlamentarios, autoridades municipales, de gobierno e incluso el presidente Gabriel Boric, ahora se levanta como la fuerza política más importante del país. En Antofagasta, el concejal Camilo Kong fue elegido presidente regional del conglomerado que en pocos meses tendrá que enfrentar su primera elección, desafío que llega tras el pasado reciente de los partidos que dieron origen al Frente Amplio.
La elección interna contó con una lista única en la región y junto a Kong, la directiva que regirá durante dos años está integrada por Álvaro Contreras en la secretaría; Catalina Cortés como tesorera, Javier Carozzi a cargo de la secretaría de comunicaciones y despliegue territorial e Ingrid Valenzuela en la secretaria de formación y contenidos.
El sociólogo César Trabucco manifestó que “el FA ahora es un gran referente de la política nacional, tiene autoridades electas y de gobierno entre sus militantes, por lo tanto, sus responsabilidades también son más grades”.
El exacadémico de la Universidad de Antofagasta señaló que el principal reto del Frente Amplio, porque es lo que dio su origen, será la constitución de un partido sólido de una izquierda progresista. En esa línea dijo que el desafío pasará por articular un conglomerado que esté por sobre la tendencia natural a la desintegración de los partidos. “Quienes son integrantes del FA hacen una apuesta por ir contra un proceso que atenta contra la democracia y eso es la desaparición de los partidos políticos, porque mientras el resto se disuelve, el Frente Amplio hace un esfuerzo por transformarse en un bloque sólido”, destacó.
Revolución Democrática fue uno de los partidos protagonista de esta fusión, bloque que arrastró una serie de dificultades por el caso convenios. Para Trabucco, ahí emerge el segundo reto que tiene el FA, ser coherente entre sus dichos y sus prácticas. Esto, porque recordó que la campaña de los líderes que asumieron ahora tuvo énfasis en un partido con una alta coherencia entre el decir y el hacer.
El sociólogo indicó que, en esta segunda oportunidad, las cosas que deben evitar son el fraccionalismo y la distancia entre lo que los militantes quieren y lo que la ciudadanía espera. “Son dos fronteras que no hay que atravesar, la primera porque divide, ya que la apuesta es ser un partido sólido y la segunda, porque a toda costa tienen que evitar que la gente pierda confianza en la política”, remarcó.
PROGRESISMO, EL FUTURO DE LA IZQUIERDA
Entre sus desafíos sin duda estará alcanzar buenas cifras en la próxima elección, apuntó Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas. El especialista enfatizó en esto al considerar que Antofagasta es el epicentro del caso fundaciones, el lugar donde se destapó y una ciudad emblemática en causas de corrupción. Al tratarse de su primera elección, la directiva necesitará conocer los resultados que obtendrán con la cruz que están cargando y en eso ayudará la fusión. Esto, porque al dejar atrás el nombre de Revolución Democrática pueden elaborar una nueva fachada para que no sean relacionados con los casos investigados.
“Ellos cayeron en exactamente lo mismo que criticaban, quienes dieron origen al FA deben reconocer que no lograron ser un partido masivo, a pesar de que hoy son el más importante del país, pero por la conjunción de varios. Pero lo que reprochaban a la política clásica, la desconexión y no representación con la masa, con esta fusión no parece la creación un movimiento masivo, sino la decisión de las cúpulas con poca representación de los militantes. Fue ese espacio el que permitió la aparición de esos partidos (RD y CS), los segmentos no representados, aunque ahora se ven un poco obsoletos y ante la contingencia no tuvieron otra manera de resurgir que uniéndose con un nombre que permite esconder a quienes están relacionados con casos de corrupción”, puntualizó Zamorano.
Sobre el desafío electoral, el analista expuso que al observar la cifra que obtuvo ese sector en la elección para los consejeros constitucionales, el futuro de la izquierda pareciera estar ahí. La exConcertación tiene un piso y una experiencia, el futuro generacional, desde un punto de vista de la temática, de la conexión, estaría en ese segmento progresista, agregó.
“Pero parece difícil que crezcan más allá de quienes son aficionados a ese partido por los casos de corrupción. Si eso no está resuelto, si aún están en la palestra para la próxima elección, será complejo que alcancen una cifra significativamente competitiva, pero en política existe el paradigma de la poca memoria y creo que de aquí en adelante volverán a resurgir, sin embargo, no en el corto plazo”, adelantó.
En cuanto a si el tercio de apoyo a la administración actual corresponde al respaldo que tendrá el FA, Zamorano sostuvo que ese 30% es una parte importante, pero no lo es todo. “En ese tercio hay gente que culturalmente es de izquierda y un sector joven adulto, sobre todo este último segmento. La pregunta que se plantea ahora es si los militantes del FA envejecieron con sus propios dirigentes, con quienes están en el poder y pertenecen al partido o lograron conquistar a los más jóvenes, los menores de 25 años. La juventud ha cambiado y quizás ya no es tan afín a ellos, así que dejaría eso como interrogante”, precisó el doctor en Ciencias Políticas.
UNA NUEVA PERSPECTIVA
El sociólogo y académico de la Universidad de Antofagasta, Alberto Torres, expresó que el resultado de las elecciones internas del Frente Amplio es positivo para la persona que resultó electa, Camilo Kong, quien fue precandidato a alcalde en la última primaria de la izquierda. Si bien no ganó ese proceso, añadió, esta nueva posición puede ser una buena proyección a futuro como liderazgo político, quizás con una nueva postulación o un cargo de confianza en lo que resta de gobierno.
“Uno de los desafíos más potentes será dar una nueva perspectiva a este partido respecto a los hechos de corrupción que surgieron el año pasado con el caso convenios. El desafío principal pasará por aquello, cómo recuperar la credibilidad ante la ciudadanía de parte de una figura joven que además liderará durante el próximo periodo”, manifestó.
El académico dijo que un aspecto importante para un presidente regional de un partido es tener una buena vocería ante la opinión pública, instalar todas sus inquietudes ante el gobierno en la región y las autoridades de turno, porque muchas veces el rol de presidente local de un partido se mira por encima del hombro. “Y la verdad es que las autoridades del gobierno de turno se deben a los dirigentes regionales de sus conglomerados políticos. Ellos tienen, por ejemplo, una participación muy activa en los comités políticos con la Delegación Presidencial y en eso es fundamental la vocería del dirigente regional frente al gobierno local”, subrayó.
Torres, además, subrayó que la fusión del FA y la instalación de una nueva directiva ocurrió en un año electoral y que generalmente cuando esto sucede suele ser algo complejo, porque los nuevos dirigentes tienen que aclimatarse al nuevo trabajo, iniciar los sondeos para ver quiénes son las mejores personas para encabezar este desafío electoral, entre otras tareas. “Como se trata de la fusión de antiguas colectividades dependerá mucho de quienes asesoren a la directiva regional, pero siempre es complejo que una directiva asuma ad-portas de un desafío electoral”, recalcó el sociólogo.
Brazo político del comunismo, el diablo vendiendo biblias, lobos disfrazados de ovejas. Utilizan con palabras engañosas para atraer a la gente más vulnerables, están empobreciendo más a la clase media y a los más pobres chilenos. Mientras ustedes no hacen nada para devolver la plata que robaron al pueblo con el disfraz de fundaciones. Y hablan de recuperar confianza. Jajajaja jajajaja.