Patricio Bañados, el conductor de la franja televisiva del NO, lo dijo claramente: “en el plebiscito del 88 ganó el Si” declaraciones que produjeron gran revuelo, sin embargo son varias las voces que ya lo habían dicho y es que cuando, con el paso del tiempo, observamos que es lo que realmente pasó después de ese plebiscito no resulta de otra manera más que reconocer que lo dicho por Bañados es tremendamente cierto.
La derecha que estaba detrás del Gobierno Militar, aquella que apoyaba y que fue la que propició el golpe militar, necesitaba mantener más allá de la derrota del plebiscito una estructura económica y social que habían construido durante los 17 años que duró la dictadura, ese era su principal objetivo, no le interesaba quien siguiera gobernando, ya lo han dicho desde mucho tiempo, “lo importante no es quien tiene el Gobierno, sino quien tiene el poder” y en el fondo por tanto, lo que realmente importaba era mantener el poder, principalmente el económico.
Durante los años de dictadura, un grupo económico estableció un modelo social y económico que no podía perderse por una derrota en el plebiscito. Lo anterior se unió a que quienes venían, sólo les interesaba hacerse del poder, de modo de poder instalarse en puestos de gobierno que les llenaran sus bolsillos, sin siquiera tener ideas propias. Los socialismos reales habían sido derrotados en el mundo entero y por lo tanto lo único que les quedaba era administrar un modelo económico que si bien no les gustaba, era lo único que había.
Ambos grupos hicieron buena amistad y se complementaron, los primeros, querían que el modelo económico no se cambiara y los segundos lo único que les interesaba eran los puestos de gobierno donde poder mejorar su propio bienestar económico.
¿Y el pueblo? Ganaría en libertad, podría expresarse, salir a las calles, hablar con libertad y así todos felices. La derecha el poder económico, la segunda derecha, llamada Concertación el poder político y el pueblo, la libertad para poder decir lo que quisiera, pero que ni siquiera pensara en el poder económico o político, porque esos ya estaban repartidos.
En definitiva, el SI del plebiscito, ese que quería mantener su poder económico, ganó, mantuvo su poder y con creces, porque además lo acrecentó durante los años de gobierno concertacionista.
Los militares, quienes hicieron el trabajo sucio de esa derecha que quería imponer un modelo económico, fueron los únicos derrotados, pero que le importa a la derecha económica, no es primera vez que fuera utilizada en nuestra historia para los mismos fines y muy probablemente volverá a ser utilizada en el futuro si alguien pretende hacer cambios profundo en el modelo de la economía nacional.
Actualmente sólo cumplen condena militares producto de los excesos cometidos en el Gobierno Militar, pero los civiles que estuvieron y promovieron el golpe militar y que se beneficiaron de él, ni siquiera han sido investigados, por el contrario, son grandes señores muy respetados.
La ciudadanía fue traicionada en el plebiscito del 88. Tal vez muchos se conformarán que con haber recuperado alguna cuota de libertad ya era suficiente motivo para celebrar, pero reconozcámoslo, para aquellos que detentan el poder económico, para ellos, para quienes seguirán manteniendo las granjerías económicas, para ellos fue efectivamente la gran victoria.
Los otros que ganaron fueron los que pudieron terciarse la banda tricolor y sentarse en los cómodos sillones de los ministerios, de las subsecretarias, de las direcciones de servicios, del parlamento, para ellos también mucha alegría llegó. Sin embargo, para el ciudadano común y corriente, se tuvo que contentar con poder volver a levantar su voz… y no tanto tampoco, ya que los oídos de los políticos también se están volviendo sensibles.
Vía Carlos Contreras:
Creo que la afirmación de que en el plebiscito del 88 ganó el Sí, es sólo válida cuando se refiere que ello no significó cumplir con una aspiración social en el tiempo. Debe reconocerse, sin embargo, que esa aspiración estaba oculta por lo que era inmediato y vital a la hora del plebiscito: recuperar la Democracia. Efectivamente,recuperar la Democracia fue para los muchos de los que luchamos y votamos por el NO, el que «la alegría llegara»: Y llegó, aunque lamentablemente no haya implicado satisfacer la esperanza de justicia social que se suponía debía traer el término de la Dictadura. En este último sentido es válida la reflexión del autor (y antes de Patricio Bañado) en relación a qué tanto ha servido la recuperación de la Democracia, si los llamados a tal justicia no han sido escuchados por la sordera de los intereses en juego, tanto de los que impusieron el modelo económico de desarrollo (la Derecha), como de los que lo administraron (la Concertación). Esto es verdad, pero ello no significa que el NO haya sido derrotado y, en consecuencia,que el Sí haya ganado. Esa conclusión y el silogismo derivado, son peligrosos, por decir lo menos. El NO fue el hito final de una larga lucha (17 años) y negar su triunfo significa negar su resultado:el término de la Dictadura. Significa negar que fue vital terminar con la represión; con el exilio; con las relegaciones: con los lugares de detención, torturas y muertes; con el temor a expresar las ideas, etc. Y eso, que importante fue, que alegría fue no vivirlo mas! Negar la importancia de eso, es no haber vivido de cerca esa terrible y larga realidad, que la gran mayoría del país la vivió de muy cerca, ya sea en carne propia o de familiares o de conocidos. De modo que el NO sí triunfó, aunque la Democracia restaurada no haya traído la justicia social esperada, lo que por cierto, es lamentable. Al respecto es necesario precisar para no confundirse, que no estuvo en el centro de la discusión entre las fuerzas que lucharon por la vuelta a la Democracia, el tema del modelo económico a instalar una vez conquistada, aunque subyaciera en la mente de todos que tendrían que abandonarse las herencias de la Dictadura, el modelo de desarrollo entre otros. Finalmente en este punto y aunque a muchos incomode, no debe sorprender la conmemoración del triunfo del NO a 25 años de ocurrido (hace un año atrás); Alemania sigue conmemorando el fin de la II Guerra Mundial después de 68 años (69 ahora), para que nunca mas ocurra (44 años mas de conmemoraciones que nosotros!). Y eso no ha impedido mirar hacia adelante.
De otro lado, los militares no fueron simples marionetas de la derecha civil, tanto económica como política. En ellos también estuvieron presentes las posiciones políticas, tanto de izquierda como de derecha. Y, mucho, porque la políticas penetró todo y a todos, muy fuertemente Pero, claramente, penetraron en ellos mas las posiciones de derecha,porque estuvieron favorecidas tanto por la descendencia social de la oficialidad militar como por la instrucciones profesionales recibidas (West Point, Panamá, Forth Nox, etc,). Es por eso que fueron tan permeables a la ideología proveniente del mundo civil de derecha (no es casualidad que todos los militares en retiro que están en política son militantes UDI). Sin embargo, es innegable que fueron civiles los que fundamentaron ideológícamente el Golpe (Jaime Guzmán, el mas importante entre varios; el gurú del Golpe), así como que fueron civiles quienes políticamente crearon las condiciones para que ocurriera (el Partido Nacional, sectores de la DC; Frei entre ellos), Estos civiles fueron los que influyeron en los gremios (camioneros, comerciantes y empresarios), colegios profesionales (colegio médico) y estudiantes (Allmand, destacó en eso). Los mismos grupos civiles que recibieron financiamiento del Departamento de Estado Norteamericano para instrumentalizar el plan del Gobierno de USA, y el suyo propio, de desestabilizar el gobierno constitucional (las acusaciones constitucionales a los ministros y sus destituciones, llegaron a ser pan de todos los días). Los mismos civiles que le dieron luego el sustento y dirección política a la Dictadura, con el re ordenamiento político del caso (el Partido Nacional dando lugar a Renovación Nacional y la UDI, siempre con el liderazgo ideológico y político de Jaime Guzmán, aunque con los sectores de la DC ya fuera). Por eso, es valido (y justo) hablar de un golpe cívico-militar y lo mismo de un gobierno cívico-militar y no solo de militares.