La minería ha recibido preguntas equivocadas, aseguró el alcalde de Antofagasta, Sacha Razmilic, al referirse al rol de la industria en el territorio. Para el edil, en lugar de esperar por grandes legados físicos en términos de infraestructura, lo que desea de las compañías es que dejen una riqueza permanente, que ayuden a levantar una base de servicios que genere ventas a la minería y a otros negocios, la que con el tiempo tenga la suficiente fuerza para que después tenga vida propia y que cuando la extracción se acabe siga generando retornos.
“Un poco de eso es lo que ocurrió con el tema del agua, la minería permitió avanzar en la desalación, que ahora es una industria por su cuenta y eso queda para la ciudad. Si no hubiese habido mineras Antofagasta se habría demorado mucho más en tener desaladoras y esta ciudad sería la mitad de su tamaño y con problemas de agua”, ejemplificó el alcalde. En ese sentido, Razmilic sostuvo que el principal aporte de las empresas, aparte de contratar personas locales y capacitarlas para que sean contratables, es el desarrollo de proveedores locales.
En entrevista con el periodista Jorge Ortiz en “Café Minería”, podcast producido por Timeline y presentado por Escondida | BHP, el exdirector de Sercotec indicó que cuál es su visión de la comuna y qué es lo que espera dejar junto a su equipo en el municipio.
- Usted tiene una mirada de la ciudad no solo el cargo que hoy ostenta, también por el lado del emprendimiento e innovación. ¿Debemos reconocernos como una comuna industrial, con sus luces y sombras o tenemos que apuntar a ser una ciudad eminentemente turística con su beneficios, los que no son tantos económicamente como los de la actividad industrial?
Las ciudades turísticas se construyen porque tienen mucha historia, porque tienen atractivos naturales o porque desarrollan algo a través del tiempo. Hay un dicho, el talento nace o se hace, en el caso del turismo, se hace más que nace. Creo que es perfectamente compatible tener una ciudad industrial que desarrolle una base de servicios para sus habitantes y que sea una ciudad lo suficientemente atractiva y entretenida que atraiga turistas. Se pueden hacer las dos cosas.
- Al mirar la inversión pública queda la sensación de que las inversiones públicas están enfocadas hacia la costanera.
Tenemos varias cosas. Ciertamente que una ciudad que tiene 30 kilómetros de costa y dos kilómetros de ancho, una de sus características es básicamente que toda la comuna mira el mar y la costanera es un lugar limpio y despejado para disfrutar de la costa y por ende es uno de los lugares más atractivo. Pero puedes desarrollar atractivos no naturales. Después que cae el Muro de Berlín (Alemania) hubo toda una época en que estaba Berlín y sus barrios industriales, que eran sectores horrorosos. Sin embargo, tenían mucha onda porque se instaló toda una industria cultural y artística que atrajo turistas. Entonces no necesariamente todo lo turístico es propio de la naturaleza y eso tiene que ver con cosas que espontáneamente ocurren y que el Estado debe acompañar. En algunos casos puede planificar, un distrito cultural o gastronómico, pero finalmente sabemos que competimos con otros destinos.
Lo bueno es que la base industrial y minera de Antofagasta le da una infraestructura hotelera necesaria para el turismo. Hay una buena cantidad de hoteles que nacen a partir de la minería y en eso tenemos un pie adelantado. Durante varios años se ha empujado el turismos de negocios y seminarios, lo que está muy bien, pero también podemos sacarle más trote a partir de otras iniciativas. Por ejemplo, me encanta el turismo deportivo, Antofagasta puede ser una capital del deporte y atraer gente que venga a practicar maratones.
- Esa construcción de un relato, independiente de los atractivos naturales o artificiales, pasa por un desafío que lleva años en Antofagasta, ¿cómo generar identidad para que la gente se sienta parte de la comuna?
Soy medio crítico de ese debate, lo escucho y participo, pero no lo comparto tanto. La identidad no se desarrolla, se tiene, no se tiene, pero lo que uno tiene que buscar es conocer nuestro patrimonio, cuidarlo, que todo el mundo sepa de dónde viene esta ciudad. El casco histórico, el Muelle, la zona del ferrocarril, la Aduana, la Plaza Colón, hay sectores donde tenemos tiene que decir “esta es la historia de la ciudad”. Pero es historia, no vivimos en la historia y no podemos quedarnos pegados en la identidad y que si no nos sabemos los nombres de todos los alcaldes no podemos invitar turistas. La mitad de los antofagastinos no nació acá y para mí es un debate un poco artificial y no productivo, porque, por último, si después de debatir eso llegáramos a cosas que nos permitieran accionar, lo creería, pero hoy nos deja medio paralizados.
Todavía me acuerdo cuando hace varios años atrás los mall solamente tenían tiendas, después desarrollaron los patios de comida y comenzó a traer visitantes. Luego los mall desarrollan un patio de restaurantes, con terrazas, algo que partió en Santiago con el Parque Arauco y son atractivos totalmente inventados, construidos con buena producción y que atraen gente. La industria del turismo es así, Dubai es una ciudad inventada en la mitad del desierto y todos lo que posee es artificial y atrae millones de turistas. Tiene más que ver con planificar, decidir y hacer.
- En la ciudad se observan varios esfuerzos individuales, pero al parecer no hay un ente articulador.
En eso estoy de acuerdo. El turista necesita que le acerquen la oferta, que sea fácil, no que tenga que llegar y preguntar. Sé que ha habido varios esfuerzos, pero no solamente es una cuestión de comunicación, sino también de canalizar, ordenar la oferta, por decirlo de alguna manera. Cuando haces distritos gastronómicos, culturales, financieros, básicamente estás diciendo a los emprendedores esto es lo que haremos y todos los que se sienten identificados con esos intereses, se juntan y desarrollan su actividad. Cuando generas esos grupos, el sector agarra una identidad y empieza a traer gente, lo que pasa hoy en el sector del Parque Croacia. Partió con un local y ahora es un bulevar de donde la gente tiene muchas opciones y eso no fue planificado.
En la práctica, los privados vieron que estaban frente al mar, sin edificios para ver la puesta de sol, también el sector ganó mucho cuando se hizo el Parque Croata y comenzó a desarrollarse. Tenemos harto de que agarrarnos, pero efectivamente se necesita un esfuerzo aglutinador para que quienes tienen sus actividades propias tengan más vitrina.
- ¿Qué ajustes haría a la ciudad en ese sentido, a qué ve potencial?
Soy bien cuidadoso en decir “voy a determinar que el camino es este”, porque los privados saben por dónde va la cosa. Uno como autoridad se puede equivocar y decir que aquí debe haber tal cosa, pero no hay ninguna una posibilidad y perdiste plata que no es tuya. Dicho eso, la costanera es un patrimonio de la ciudad, por lo tanto, es un lugar natural para el desarrollo de la vida al aire libre y el deporte. La municipalidad debiese generar esfuerzos municipales y también tiene que haber esfuerzo de privados. Cuando se pone una cancha de pádel, un complejo de multicanchas o hay una escuela de surf, eso es el esfuerzo de un privado, como Budeo, no son funcionarios municipales los que trabajan ahí. Hay que dar los espacios para que personas e instituciones desarrollen el borde costero en temas de turismo, me parece que eso es potente. Además, como esa misma costanera tiene buena vista, cuenta con la posibilidad de generar sectores gastronómicos.
El centro histórico y hacia el Barrio Estación tiene mucho potencial para la industria cultural, ya que lo poco de arquitectura histórica que nos queda está concentrado en ese lugar. Ahí veo hartas posibilidades con galerías de artes, librerías, pero hay que empujar, porque si lo dejamos se llenará de talleres de auto. Es lo que pasa hoy, en el Barrio Estación entre los after, los talleres de auto y algunos esfuerzos bien heroicos del mundo cultural, con algún tipo de empuje se puede canalizar esto. Para el lado norte veo mucho deporte, mucho espacio para servicios, pero en la discusión de pilares para el desarrollo de turismo tiene conexión con La Portada, Juan López y un montón de cosas entretenidas que pueden hacerse.
Mientras más al norte te mueves en la ciudad, las aguas son más protegidas por la península, de hecho, la mejor posibilidad de hacer deportes náuticos y acuáticos está en la playa La Chimba, por ejemplo. Cuando estaban construyendo la caleta decía, a alguien se le va a ocurrir y pasé el dato porque estaban los pescadores, hagan circuitos por mar hacia La Portada. Así como tenemos el barco que sale en la posa histórica, perfectamente puedes ir con bote parecido a La Portada y eso es turismo puro.
- ¿En qué está la playa La Chimba, tiene alguna fecha?
Está en desarrollo la etapa dos, que es básicamente el camino y los estacionamientos, pero tiene la particularidad maravillosa que a través de ese camino llegará el agua y cuando eso pase podrá ser recepcionada por la municipalidad. No sé la fecha exacta, pero estimo, espero que a fin de año.
Rol de la minería
- ¿Qué mirada tiene sobre la minería en Antofagasta?
Creo que a la minería le hemos hecho las preguntas equivocadas, le hemos pedido que nos construya cosas y no hemos sido lo suficientemente fuertes para hacer que contrate gente. Como sabemos que hacen su negocio y se van, queremos que nos dejen legados físicos, construcciones, algo. Si lo quieren hacer, bien, pero lo más importante que puede dejar una industria de recursos no renovables es una riqueza permanente, dejar sentada una base industrial que le venda la minería y que sea capaz vender a otros. Que agarre la suficiente fuerza para que después tenga vida propia y que cuando la minería se acabe siga generando retornos.
Un poco de eso es lo que ocurrió con el tema del agua, la minería permitió avanzar en la desalación, que ahora es una industria por su cuenta y eso queda para la ciudad. Si no hubiese habido mineras Antofagasta se habría demorado mucho más en tener desaladoras y esta ciudad sería la mitad del tamaño y con problemas de agua. El principal aporte de las empresas es, aparte de contratar personas locales, capacitarlas para que sean contratables, es el desarrollo de proveedores locales. Agradezco particularmente a Escondida, hay varias empresas que están haciendo sus planes, tímidamente aún, pero tiene que ser por diez lo que hacen hoy.
- La inversión que proyectada que viene es más del doble del peak que alguna vez llegó a Antofagasta. ¿Qué no nos puede pasar con estas nuevas inversiones?
Eso puede pasar sin pena ni gloria, que básicamente se nos llene más el aeropuerto, que suban los arriendos, que nos llenemos de faeneros durante cinco años y después la ciudad queda tal cual. Es un poco lo que pasa en ciudades más chicas cuando reciben estos shocks de inversión, como Tocopilla o Taltal, la ciudad se revoluciona, pero se dedican a arrendar piezas, vender coffie y poner guardias. Se hizo la ganancia, todos ganan plata, ¿pero después? No se ocupo eso para generar ingresos futuros. Por decirlo en términos campestres, se ordeña la vaca y chao, lo que es una manera cortoplacista de ver el tema. Cuando digo que tenemos que apretar a las empresas para que generen base industrial en estos miles de millones de dólares, claramente una parte importante no tenemos cómo abastecerla, porque son montajistas y gente con especialidades que no tenemos, pero ya hay empresas de servicio a la minería que pueden tomar posiciones importantes y crecer mucho a partir de ahí. Y, mientras tanto, está desarrollándose la minería en Argentina y sigue creciendo la minería en Perú. Por lo tanto, lo que este gran cliente que está dispuesto a comprar hay que generar las condiciones para venderle y después vender a otros. Australia, una potencia minera, tiene una industria de servicios a la minería que le vende a todo el mundo, no solamente a los australianos.
- Zanjado el tema de los empleos, se logra enfocar en la contratación mano de obra local, en cuanto a la relación de la minería con el municipio, ¿dónde es más valioso el aporte privado en entrega de recursos para construir o en la gestión de diseño de proyectos?
Hay que tener un ojo con un punto que no es muy conocido y es un dictamen de la Contraloría que restringe mucho los aportes que hacen que pueden hacer las mineras al municipio, porque a su vez fiscaliza a las mineras o es contraparte en una serie de trámites. (El tema de los aportes) quedó zanjado a cultura, deporte, educación, en términos de obras públicas creo que bien específico. La gestión que sigue siendo Creo Antofagasta, ahora desde Fundación Minera Escondida, está permitida, pueden proveer proyectos y se agradece. Pero creo que su foco debe estar en ayudarnos a resolver problemas, tienen mucha gente muy talentosa que podría prestar un poquito de su tiempo para resolver problemas de los cuales hemos dado respuestas equivocadas.
- ¿Cómo cuáles?
Acá me voy a salir de lo que estamos hablando, pero creo que con todo el tema de la gente en situación de calle y los rucos hemos dado respuestas equivocadas. Nadie quiere que el espacio público esté ocupado, pero nos dedicamos sistemáticamente a hacer gestiones que terminan en nada porque al día siguiente está de vuelta. No nos hemos puesto en una campaña en serio, primero para sacar de la calle a esas personas que viven en los rucos, desintoxicarlas y reintegrarlas a la sociedad. Como sistema político social no lo hemos abordado. Eso, el comercio ambulante, el transporte público, tenemos un montón de cosas que no hemos resuelto en las que hay que meter mucho más cabeza que plata.
- En entrevista con el presidente Boric hace dos años dijo que en Antofagasta no hay problemas de dinero, porque al ver el balance no alcanzan a gastarse todos los recursos. Y es una verdad, no hay ningún caso de proyectos que no se ejecuten porque no hay dinero, sino que simplemente hubo una sequía de proyectos en general. ¿Coincide con ello?
En el Gobierno Regional, en el FNDR, Ricardo Díaz está sentado arriba de una montaña de plata y no es que no quiera gastar, sino que tiene que proponer cosas. Lo que nos falta son ideas bien formuladas, bien trabajadas, porque plata hay, no hemos gastado un solo peso de las plazas del litio, de los contratos de SQM. Ahí hay dos FNDR, el Gobierno regional tiene más de 300 mil millones de pesos guardados que están sin proyectos. Lo que tenemos que hacer es no echar a andar la creatividad y decir “en qué nos gastamos la plata”, porque problemas tenemos, 20 mil familias viviendo en campamentos, kilómetros de calles y veredas sin pavimentar. Hay que pensar proyectos y por eso el rol de la municipalidad es insustituible. La municipalidad tiene ventajas sobre el resto del sector público porque somos más autónomos, puedo tener un área de desarrollo de proyecto y no dependo de un seremi ni de un ministro. Voy a estar cuatro años, no me pueden estar porque le dije algo feo al presidente y por ello mi equipo tiene estabilidad.
Tenemos la posibilidad de ser mucho más eficaces y productivos que el gobierno, porque tenemos menso trabas y no dependemos de la Dipres.
- ¿Qué grandes proyectos tiene en mente, entendiendo los problemas estructurales que mencionó?
Tenemos que empezar a dar los pasos para una ciudad con transporte público inteligente, masivo, bien hecho. No le pongo apellido, el único apellido que le pongo es eléctrico, pero no lo llamo tranvía, ni tren, ni metro, ni subterráneo ni aéreo. Pueden muchas y combinaciones de muchas, pero una ciudad con la escasez de suelo de Antofagasta, con el poder adquisitivo y el acceso a los autos que no hay dónde meterlos y que seguirá desarrollándose y atrayendo gente que comprará autos. Tengo algunas ideas locas que no diré acá, aunque estamos trabajando en algunas cosas bien radicales en ese sentido.
Hoy Antofagasta es una ciudad que tiene prácticamente el 100% de su agua desalada, no tiene problemas de abastecimiento de agua y tenemos muy pocos metros cuadrados de áreas verdes. Si ya no tenemos problemas de agua y nos faltan áreas verdes, contamos con kilómetros cuadrados de cerros y peladeros, pongámonos a trabajar en una revolución de recuperación de espacios. Hay que hacer de nuevo el Balneario Municipal, está Juan López, el Vivero, pero cada espacio café que veo en la ciudad lo imagino verde. Y para eso debemos reutilizar nuestros residuos orgánicos domiciliarios en lugar de mandarlos a Chaqueta Blanca.
Llevamos décadas poniendo bandejones con pasto y palmeras y hay muchos proyectos que son largos para mejorar la ciudad y que probablemente sean la suma de muchos pequeños proyectos y circuitos de cosas. Creo que esta ciudad puede ser otra de aquí a 20 años.
- ¿En cuánto tiempo pueden comenzar los trabajos de remediación del exvertero municipal?
No puedo dar esa respuesta todavía, porque vamos a reingresar el plan de remediación. Ya tenemos financiado un programa para hacer las calicatas y saber qué es lo que hay debajo de esa montaña. Hace dos fin de semanas tuvimos fumarolas de incendios subterráneos en la torta del vertedero y antes de saber qué es lo que puedo hacer ahí necesito saber si eso colapsará. Vamos a meterle químicos con agua para bajar la temperatura y apagar eso. No habrá construcción habitacional, eso será parque y a lo más algunas actividades deportivas. No se pueden construir casas porque no sabes que la mecánica de suelo es una montaña, no es un prado y nos tomará algunos años. Lo principal en este minuto es controlar la combustibilidad, luego sellar, compactar un poco y poner áreas verdes, será algo largo.
- ¿Hacia dónde le gustaría dejar encaminada a la ciudad una vez que termine su periodo en el municipio?
Vamos a dejar formulados e iniciados varios proyectos, algunos pocos quedarán terminados dentro de los cuatro años, otros quedarán formulados y en ejecución y otros quedarán en la cola para las siguientes ejecuciones. Estoy muy entretenido a este minuto y si esto dura más de los cuatro años feliz, pero al final eso no lo decido yo sino los vecinos. Así y todo, si uno se pusiera ambicioso y dijera que vamos a estar los 12 años, todo lo que hay que hacer dura más que eso. Y me interesa dejar proyectos para la ciudad que ojalá los tome quien siga, porque esto es una posta y lo que no tenemos es un proyecto de ciudad donde el que llega tenga algo que esté andando, pueda poner un poco de lo suyo, agregue un poco más en el horizonte para lo que venga para después y le pase la posta a otro. No nos estamos pasando la posta, es como que la municipalidad nace con uno y termina con uno y no lo veo así, porque todos los vecinos estábamos de antes o seguimos después de los mandatos. La ciudad es una y tiene una vida, un proyecto propio. Me interesa dejar una visión, una dirección con proyectos encaminados en ese sentido, conversados con la gente y con los diferentes actores, porque no pretendo ser ningún Moisés, pero dejar cosas encaminadas. Esto no se trata del periodo de uno, la ciudad no tiene periodos, la ciudad sigue, la política es la que tiene periodos.