Actores políticos de la región entregan apoyo transversal al retorno del voto obligatorio

En términos de participación electoral, la elección de alcalde fue el proceso más perjudicado en la comuna de Antofagasta con el sistema que inscribe al electorado de manera automática para ejercer su voto voluntariamente, ya que, en menos de una década, cerca de un tercio de los electores abandonó su capacidad deliberante. La adhesión experimentó un descenso sostenido, en el 2008, la última municipal con sufragio obligatorio, a las urnas acudieron 90.760 personas. En el 2012, con el estreno de la nueva modalidad, la votación total fue de 76.196 papeletas y en el 2016, la cifra volvió a descender hasta los 66.201 sufragios. La tendencia cambió radicalmente en el 2021, periodo que registró un total de 105.202 votos, sin embargo, en el análisis debe ponderarse que aquella elección ocurrió tras el estallido social, por lo que hubo selección de convencionales y fue la primera vez que la región eligió a su gobernador.

Elementos como la pérdida de legitimidad y de representación con las autoridades que conseguían las mayorías para ser electas, además del ejercicio democrático que representó el plebiscito de salida constitucional, llevaron a que de manera transversal se aprobara en la Cámara de Diputados el retorno del voto voluntario en todas las elecciones, añadiendo los plebiscitos, pero dejando fuera las primarias.

La decisión tuvo apoyo político transversal y es catalogada como una buena señal para el país. En la región, representantes de partidos y parlamentarios destacaron la iniciativa que se convertirá en ley. La presidenta regional de Evópoli, Yantiel Calderón, apuntó a la crisis de institucionalidad que tuvieron estos procesos cuando el sufragio pasó a ser voluntario y la gente dejó de participar. “Es una muy buena señal que se restablezca el voto obligatorio, porque permite volver a pedir a la ciudadanía que se informe y que participe en los procesos de elección popular”, dijo.

Calderón sostuvo que con este paso deben buscar cómo restablecer confianzas y con ello será importante que cada sector político, más que proponer nombres, desarrollen proyectos y capacidad de gestión detrás de los liderazgos que levanten, porque ésas son las alternativas que la comunidad necesita en una elección. “Esto generará que las personas que tienen trayectoria, que tienen propuestas acompañadas de gestión, puedan construir propuestas que le interesen a la ciudadanía. Tal vez no será tan fácil levantar nuevos liderazgos, pero será el desafío de los partidos, recomponer confianzas y renovar los rostros, con las ideas por sobre todo”, propuso.

También señaló que este cambio implica que los candidatos electorales tendrán la obligación de llevar sus ideas no solo a través de las redes sociales, también tendrán que utilizar los medios de comunicación y desplegar un trabajo intenso en terreno.

“Una responsabilidad social y civil»

La secretaria regional del Partido Comunista (PC), María Angélica Ojeda, explicó que era necesario restablecer el voto obligatorio porque es “una responsabilidad social y civil”. La profesora enfatizó que todos deben hacerse cargo y que nadie puede ser indiferente de las políticas públicas que se discuten en el país y que la gente reclame, pero no participe.

“Esto beneficia a la democracia completa y queda claro que hace falta mucha educación cívica para que participen y así evitar que lleguen autoridades que muchas veces no nos representan. No es suficiente con elegir personas, estas deben representar nuestros intereses”, insistió.

Ojeda indicó que el voto obligatorio llevará a todos los candidatos y partidos a replantearse para trabajar más con la gente, que siempre expresa sus reparos contra la autoridad, pero no siempre participa en estos proceso. “Tenemos que organizarnos y una de las cosas que vendrá es cómo hacer esto, a través de distintas demandas hacia la sociedad civil”, expresó.

Un deber mínimo

La senadora RN, Paulina Núñez, manifestó que en plena crisis de representación y de confianza es necesario que todo Chile decida quiénes serán sus autoridades, se harán cargo de los territorios y tomarán decisiones. Al mismo tiempo destacó que esto pudo resolver prontamente y que hay certeza de que el sistema correrá en las próximas elecciones y esta tarea no se resolverá cerca del proceso electoral.

“Es una señal importante. En el último plebiscito que enfrentó el país todo Chile tomó la decisión y de esa forma no hubo dudas del resultado ni se cuestionó que éste fuera tomado por algunas o por pocos. Que tengamos una modificación importante respecto de la inscripción automática al cumplir los 18 años y luego el voto obligatorio, no solo permite ejercer un derecho, sino también cumplir con un deber mínimo dentro de una sociedad pensando en el bien común”, aseguró la senadora.

Fortalecer la democracia

El diputado Sebastián Videla (IND-PL) dijo que es importante que quienes postulan a cargos de elección popular “tengan altas mayorías para fortalecer la democracia, porque necesitamos que las personas vayan a votar”. El parlamentario detalló que el proyecto considera la inscripción automática, pero matizó que en este sentido cree en las libertades y que la iniciativa no incluye que la posibilidad de eliminar este paso. También afirmó que este trabajo pudo desarrollarse con más diálogo e incluso, realizar consultas a la ciudadanía a través de diferentes mecanismos y que frente a estas dudas decidió abstenerse en su votación.

Cambio de estrategias

Osvaldo Villalobos, consultor y analista político, manifestó que es evidente que era necesario volver al voto obligatorio, ya que cualquier acuerdo político o autoridad electa necesita mayor representatividad para tener un mandato válido.

“Durante los últimos años hemos discutido sobre la diferencia entre legitimidad y representatividad de nuestra democracia. El voto obligatorio termina este debate y produce un sistema legítimo y representativo. No beneficia a ningún sector a priori, dado que el 50% que no participó en las elecciones de los últimos años es esencialmente apartidista, pero no apolítico”, subrayó. Este grupo, agregó, desde el sentido el común y la protección de sus intereses fue «obligado» a votar y dio vuelta el plebiscito de salida no por ser derecha.

Sobre el impacto del nuevo sistema con los llamados “outsiders” en la política, Villalobos que cree que esta nueva forma los potencia. Esto, porque con un mayor número de electores críticos del sistema y sus integrantes, las figuras ‘outsider’ tienen mayores opciones de llevarse esos votos. Antes perdían con el voto voluntario dado que captaban interés, pero no alcanzaba para llevar a los apartidistas a la urnas, pero ahora su base si participará”, advirtió.

También señaló que este escenario trae un cambio absoluto de la estrategia política, comunicacional y de la estrategia electoral. Por ejemplo, el asistencialismo municipal tendrá menos impacto y obliga a los alcaldes a llegar a nuevos segmentos, los que no se pueden atraer con cajas de mercadería ni subsidios de agua. “Eso es desafiante porque es un público que pudiera no tener ningún vínculo con la municipalidad y solo se llegará a ellos por dos grandes conceptos; imagen pública y gestión. Lo anterior obliga a las actuales autoridades a cambiar absolutamente su estrategia dado que la campaña será el 2023 en pleno proceso constitucional”, finalizó.