Constantes revisiones en los recintos penales realiza Gendarmería pra reforzar la seguridad al interior de las unidades, sacando desde los módulos, elementos y sustancias prohibidas que pueden contribuir a alterar el orden. En fechas de celebraciones, explicaron desde la institución, se incrementan los allanamientos para dar mayor tranquilidad a la población penal y también a quienes resguardan estos espacios.
Las revisiones se realizaron en diferentes módulos del Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal y Tocopilla, además del Centro Penitenciario Femenino y el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta, donde en total se intervino, durante diciembre, a una población de 2.300 internos e internas en toda la región. Se retiraron en estos procedimientos, 89 envoltorios con sustancias prohibidas, 19 teléfonos celulares y 75 armas cortopunzantes de fabricación artesanal, cargadores, cables USB y audífonos inalámbricos, además de fermento artesanal.
El director de Gendarmería en Antofagasta, coronel Rodrigo Salinas Robles señaló que “como Gendarmería tenemos el control de todas las unidades penales y especiales de la región y estos procedimientos de fin de año nos ayudan a mantenerlo. Realizamos operativos de seguridad y allanamientos sorpresivos en las unidades de Taltal, Tocopilla, Calama, el CPF, el complejo de Antofagasta, los Centros de menores y los Centros semi abiertos, logrando con ello requisar armas blancas, licor artesanal y sustancias prohibidas, como drogas o psicotrópicos”.
La seremi de Justicia y Derechos Humanos, Trissy Figueroa Rivera destacó que “nuestro Gobierno está trabajando para tener establecimientos penales más seguros, es por ello que destacamos este positivo balance de los allanamientos y operativos realizados por Gendarmería de Chile en las unidades penales de la región al finalizar este año y como también, los desarrollados durante este 2024, los que permitieron focalizar la búsqueda de elementos con un mayor impacto en seguridad. Es importante recalcar que, a través de estos operativos, se mantiene de forma permanente la seguridad penitenciaria, la seguridad de los funcionarios y también de los propios privados de libertad, evitando que con estos elementos prohibidos se cometan delitos al interior de los penales, o se coordinen acciones delictivas hacia el exterior”.
Los operativos, que durante diciembre abarcaron al 70% de las personas privadas de libertad, involucraron el trabajo de más de 300 funcionarios y funcionarias de Gendarmería en los diferentes recintos, contando con el trabajo de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios, el Equipo de Canes Adiestrados, el Grupo de Apoyo y Reacción Primaria.