Con su obra titulada “Botella zoomorfa Yakana” la dupla de alfareros de la región de Antofagasta, integrada por Carolina Ayavire López y Floridor Ayavire Campos, hija y padre, obtuvieron por segundo año consecutivo el máximo reconocimiento que entrega el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a las técnicas artesanales tradicionales distintivas de los pueblos originarios presentes en Chile.
Un galardón que fue entregado en el marco de la V Feria Nacional de Artesanía desarrollada en el frontis de La Moneda, instancia en donde fueron premiadas 12 obras de ocho regiones del país, cuyos autores son pertenecientes a las culturas Aymara, Lickanantay, Diaguita, Rapa Nui, Mapuche, y Yagán.
Novena versión del Sello de Artesanía Indígena, el cual es impulsado por la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios, en colaboración con el Programa de Artesanía UC, la Fundación Artesanías de Chile y el Área de Artesanías de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes.
Padre e hija
Tras recibir el reconocimiento Carolina Ayavire, valoró la oportunidad de dar a conocer el trabajo en artesanía del Pueblo Lickanantay. “Es un orgullo poder contribuir a la cultura de nuestro territorio, como indígenas de nuestro pueblo, visibilizando la existencia de este a nivel nacional y dando continuidad a la alfarería ancestral. Lo anterior, con la recuperación de las memorias alfareras, a través de piezas que se han ido perdiendo con la partida de antiguos alfareros y que es importante no olvidar, volviendo a dar uso, transmitiendo su valor y significado”.
Respecto a la obra ganadora, Carolina comenta, “es la manifestación de la importancia de los animales en el mundo andino, en este caso, la llama terrestre, la cual es un reflejo de la llama celestial, inscrita en la eternidad de lo divino. Es la constelación de la llama, que llamamos “Yakana”, el “camac” de las llamas, ósea su fuerza vital, el alma que las hace vivir. La llama es un animal sagrado, y se le honra y respeta por todo su aporte en la vida cotidiana donde existe una permanente y verdadera interdependencia”.
Finalmente agradeció a su padre por invitarla desde siempre a valorar el legado de la alfarería. “Mi padre es la memoria ancestral, nacido y criado entre el pueblo de Toconce y los campos de pastoreo de Inacaliri, él es el transmisor de este legado, por la línea alfarera que hereda de su abuela Patricia Choque. Es quien me enseña los primeros pasos en la alfarería a muy temprana edad, y quien me acompaña hoy en todas las tareas pesadas y de reconocimiento del territorio para recolección, preparación de las pastas, pisado y quema, tareas que no habría logrado sin sus conocimientos y experiencia. Para mi Padre, mi más profunda admiración”.
Felicitaciones a la hija con su padre muy lindo
Felicitaciones! Y muchas gracias por preservar la cultura