La última vez que se desarrolló una elección presidencial con voto obligatorio, en el año 2009, participó el 81% de los inscritos que en esa época tenía la Región de Antofagasta. La disputa entre Eduardo Frei y Sebastián Piñera, que llegó a segunda vuelta, fue la última con ese sistema de sufragio que se modificó el año 2012, cuando se incorporó la inscripción automática y el voto voluntario que añadió 4.500.000 personas al padrón electoral en todo el país.
Desde entonces, la abstención ha marcado cada proceso electoral y los comicios presidenciales del 2013 y 2017 promedian una participación del 41% del total de habilitados para votar en Antofagasta. Incluso, la elección con menor porcentaje de asistencia de la historia se registró en la municipal del 2016, cuando acudieron a las urnas solo el 28% de los inscritos en la zona. Sobre el proceso que desarrollará este domingo, analistas políticos creen que se mantendrá la tasa de votación vista en las presidenciales con voto voluntario y, además, señalan que existe la posibilidad de que se incremente el caudal de votos debido a la polarización de las campañas políticas.
Las estadísticas históricas del Servicio Electoral (Servel) indican que, en la presidencial del 2009, la última con voto obligatorio, hubo una participación del 81%, es decir, votaron 198.827 personas de las 242.879 que en esos años debían inscribirse para sufragar. Durante la segunda vuelta, el número bajó al 78%. Con la modificación del 2012, el padrón electoral en Antofagasta aumentó a 412.383 inscritos de manera automática y con posibilidad de votar de forma voluntaria y en la municipal se registró un 35% de participación.
Los datos señalan que la elección presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales es que la genera mayor interés en la ciudadanía y así lo reflejan las estadísticas, al menos en primera vuelta. En el 2013 de un padrón de 419.001 habilitados, votó el 42% y en segunda vuelta, la cifra fue de un 31%. La municipal del 2016 es la con peor participación de la historia en Antofagasta, ya que solo sufragaron 126.980 de las 442.463 personas habilitadas (28%).
En la presidencial del 2017, el padrón aumentó a 448.762 electores y en primera vuelta votó un 42%, mientras que en la definición ese número se redujo a 31%. Desde la eliminación de la obligatoriedad, el plebiscito es el proceso que logró un mayor interés de la comunidad, movilizando al 48% de los 477.718 habilitados que decidieron por el Apruebo.
FACTOR LOGÍSTICO Y POLÍTICO
Sobre los comicios de este domingo, Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas, sostuvo que “la participación se mantiene o se incrementa con relación a la municipal y de gobernadores (36%), no creo que sea a la baja”. En su análisis conjuga dos factores, uno logístico y otro político. Zamorano explicó que la campaña de vacunación permite que personas de la tercera concurran a votar con toda seguridad, algo que no ocurrió con esta magnitud en la municipal. “Y eso está ligado con el factor anticomunismo y la salida pinochetista de Kast, lo que cristaliza posturas y creo que eso incentivará la participación”, dijo.
El doctor manifestó que la crisis que atraviesan los partidos políticos transformó la percepción de las elecciones y que, por ello, hoy la figura personal es la que predomina. “En el caso de Kast eso no es un inconveniente, pero con Boric, la constelación de partidos que está detrás no está bien definida y ahí veo una debilidad. Esta falta de una orgánica clara lo debilita, Boric necesita fortalecer su proyecto político desde el punto de vista partidista. En Kast, su figura sobrepasa esto”, apuntó el analista.
En una mirada más fina, continuó, vemos que detrás de Kast hay todo un sector, la derecha, ya que el fenómeno de Sichel en su opinión, no conseguiría una cifra electoral exitosa. “Con quien tendrá que negociar Kast en una segunda vuelta es con Parisi, porque la solución o el terreno mediano que presentaba Provoste, una configuración muy concertacionista versus la alianza, hoy lo representa Parisi. Por su parte, Boric tiene a su sector mucho más fragmentado, con la exConcertación, el Partido Comunista que lo apoya, otros partidos alrededor y la extrema izquierda, que en Antofagasta es el PTR. El electorado aquí es amplio, tiene más gente, pero de manera más fragmentada. Entonces Kast es el candidato de un sector y Boric es la carta de un sector dentro de otro sector”, advirtió Zamorano.
Piso de participación
El cientista político y magíster de la Universidad de Chile, Matías Díaz, explicó que en el actual contexto hay dudas sobre la participación electoral de este fin de semana, “debido a una baja sensación de campañas, pero hay que recordar que la elección principal es la presidencial, y esta históricamente ha registrado un piso de participación de un 42% y un máximo de un 52%”.
Además, puntualizó que en las últimas dos elecciones el voto de los jóvenes ha sido fundamental porque se presenta de manera masiva y una de las claves de esta elección será si los segmentos de personas mayores de 40 años participarán de la elección. “La gran pregunta es si el patrón de participación del plebiscito se mantiene o vuelve a proporciones más normales, la apuesta es que los segmentos de más edad en esta elección volverán a ir a las urnas como lo han hecho en el pasado”, expresó.
Según Díaz, Gabriel Boric es más fuerte en los segmentos etarios de 18 a 30 años, con un nivel educacional más alto, mientras que José Antonio Kast tiene más presencia en los sectores populares. “Los dos discursos movilizan a la gente porque el sistema está polarizado. La épica del Frente Amplio de venir a cambiar todo lo hecho por la dictadura y la Concertación puede motivar a los segmentos jóvenes. En el otro extremo, el restablecimiento del orden, defender la patria ante el avance de la destrucción podría motivar a grupos de mayor edad, ya que juega con el miedo de que el sistema caiga, de perder el trabajo. Creo que estará en niveles de participación histórica para una elección presidencial”, aseguró.