En el último tiempo ha reflotado la idea de dividir la comuna de Antofagasta en dos. Este proyecto ha sido planteado en numerosas oportunidades anteriores tanto por autoridades, asociaciones como por distintos vecinos.
Con preocupación he leído y escuchado en diversos medios de comunicación que la Subsecretaria de Desarrollo Regional (Subdere) estaría realizando estudios para implementar esta política, la cual considero que sería un tremendo error para el desarrollo sustentable e integrador de la comuna. Diversas razones se esgrimen para tal iniciativa, siendo el tamaño y número de habitantes la de mayor ocurrencia.
Los estudios que se han realizado establecen que la Avenida Salvador Allende, ex Salar del Carmen, sería el límite natural entre ambas, pues es la única arteria que atraviesa de Oriente a Poniente la ciudad y además divide la población meridianamente igual, aun cuando habría más habitantes en el sector norte.
La idea en el papel puede ser ventajosa, desde un punto de vista de la gestión comunal, pero debemos analizar que implicancias pudiere generar esta división. La primera de ellas y que salta a primera vista, es que nos encontramos con un sector, el sur mucho más consolidado desde el punto de vista de los servicios, en materia educacional los liceos y colegios emblemáticos están emplazados esa zona al igual que las universidades tradicionales y la mayoría de las privadas.
En materia de salud, salvo el nuevo hospital, todas las actuales clínicas y el Hospital Militar están en este lugar, además de las nuevas que se van a construir como el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta. El centro financiero, político, judicial y comercial también lo está, la mayor oferta hotelera de igual forma. En materia cultural y de entretenimiento para que señalar, en el sector sur, a saber, el Teatro Municipal, Biblioteca Regional, Centros Culturales, Casino, Estadio Regional Calvo y Bascuñan, etc.
De acuerdo a los estudios realizados por el Ministerio de Transporte cerca del 90% de los viajes en locomoción colectiva se realizan hacia el centro de la ciudad, ello nos debe llamar a reflexionar la razón de esto y no es otra, que la mayoría de los servicios están en este lugar, bancos, notarias, conservador de bienes raíces entre otras.
Si tomamos la arista económica la situación diría que es peor, una fuente importante de ingresos municipales es el casino, ubicado como ya lo señalamos en el sector sur. La mayoría de las empresas de la gran mineras – por no decir todas – salvo una también están en el sector sur, Escondida, Barrick Zaldivar, El Peñon, solo por nombrar algunas, también el puerto, ferrocarriles etc.
Es decir, estaríamos creando una comuna con mayores recursos, infraestructura consolidada en diversos ámbitos versus otra con mayores necesidades desde el punto de vista de su desarrollo y con menores ingresos. Recordemos que para el Fondo Común Municipal del cual se nutre gran parte de nuestros municipio, un factor preponderante es el número de habitantes por lo cual no llegarían más fondo sino que los existentes se dividirían.
Espero que esta reflexión sea analizada por la Subdere en su estudio, la cual va en contra de los principios básicos de las reformas que este Gobierno está implementando, no es materia de esta columna analizar si son buenas o malas. Tanto en materia tributaria como educacional unos de sus pilares es una sociedad más integrada y menos segregada, esta idea es totalmente a la inversa crearemos dos comunas muy dispares entre sí.
Estoy absolutamente en contra de este proyecto, pero no pretendo imponerlo, solo llamar a un amplio debate, antes que nos encontremos con dos Antofagasta muy diversa entre ellas, dividida y segregada; y con un costo social no menor, únicamente por implementar una idea que en el papel puede ser buena pero que la realidad dice otra cosa.
Una. Ya es hora de que nuestras autoridades aprendan a ser competentes, nada de hacerles la tarea más fácil.