Desde abril a la fecha, los casos de estudiantes que presentan dolores de cabeza se triplicaron en la enfermería del colegio Netland School. Con 2.088 alumnos y 150 funcionarios, el establecimiento es una de las comunidades educativas más grande de Antofagasta y está ubicado en el sector La Chimba, en el extremo norte de la ciudad que desde hace más de una década sufre con las quemas ilegales. La situación empeoró con relación al año pasado y luego que este lunes 39 escolares y 54 trabajadores resultaran afectados por la mala calidad del aire, el colegio realizó una marcha pacífica en la que también participó parte del liceo La Chimba exigiendo que este problema sea una prioridad para las autoridades. Para el 19 de agosto preparan una masiva marcha que congregue a más establecimientos, juntas de vecinos y además acudirán a tribunales con un recurso de protección debido a que está afectándose la salud de la población.
Durante más de 50 años en La Chimba operó el vertedero de la ciudad, en la práctica un basural al aire libre que nunca cumplió con ninguna normativa que permitiera otorgar una resolución sanitaria para su funcionamiento. Por eso en diciembre del 2019, cuando inició su trabajo el relleno sanitario Chaqueta Blanca, la esperanza de los vecinos era que su calidad de vida presentara mejoras importantes. Sin embargo, el terreno que acumuló desechos por más medio siglo hasta el momento no tiene saneamiento, su cierre debería concretarse recién en los próximos meses y la mayor dificultad para quienes viven en el área es que las quemas ilegales de basura y de cables para extraer cobre no disminuyeron.
Juanita Olmedo es la rectora del colegio Netland que realizó ayer una movilización que duró unos cuarenta minutos para luego retomar sus labores escolares. “Fue una manifestación pacífica a las afueras del establecimiento, coordinados con el liceo La Chimba que también apoyó en parte la medida para hacer una convocatoria y emplazar a las autoridades nacionales. En menos de una semana tuvimos dos eventos importantes, el pasado jueves y ayer (lunes) debimos suspender algunas clases con la salida anticipada de los estudiantes por las quemas ilegales que provocan malestares físicos. (El lunes) tuve en enfermería 39 alumnos muy complicados y 54 funcionarios manifestaron síntomas de picor en la garganta, ojos, ganas de vomitar y dolores de cabeza”, detalló.
El episodio del lunes por primera vez registró un número muy elevado de estudiantes y personal con complicaciones y la rectora lo comunicó a los funcionarios de Salud que visitaron el establecimiento ese día. El colegio trabaja con un informe del área de Enfermería que mensualmente reporta los accidentes escolares más comunes y uno de los síntomas que más preocupa es que desde abril a la fecha los dolores de cabeza se han triplicado. Esto lo observan como una luz de alerta y algunos de los alumnos afectados el lunes fueron llevados por sus padres al Cesfam María Cristina, el más cercano al recinto
“El dolor de cabeza es como un síntoma transversal, una base que va acompañada de otras molestias”, dijo Olmedo, quien reconoció que la situación actual no la habían experimentado años anteriores. “No como ahora, esto tiene cierta correlación con el aumento de las quemas ilegales que hemos visto. El año pasado era siempre del fin de semana para el lunes, pero ahora se ve en la semana, son eventos cada más periódicos”, advirtió.
El Netland conformó una mesa de trabajo con colegios cercanos del sector y algunas autoridades regionales para manifestar su preocupación. La movilización del lunes fue la antesala a una gran marcha ciudadana pacífica que desarrollarán el sábado 19 de agosto, actividad que esperan ocurra a nivel del sector norte, sumando condominios, edificios, casas, jardines infantiles y colegios.
“Estábamos un poco esperanzados en un resolución de la Corte de Apelaciones que instruía a la municipalidad el cierre perimetral del exvertedero La Chimba junto con disponer de vigilantes como mecanismos para evitar estas quemas ilegales. Eso hasta a la fecha no lo hemos visto y son las medidas que exigimos puedan cumplirse. En forma conjunta con nuestro sostenedor colocaremos un recurso de protección en favor de toda la comunidad. Somos 2.088 estudiantes y 150 funcionarios que están siendo afectados directamente”, lamentó.
La acción judicial la está preparando el asesor legal y adelantó que en ella ni siquiera están ubicando como prioridad el aspecto académico, lo central y más importante es la salud de toda la comunidad. En términos estadísticos, las quemas implican que este año el colegio, en horas pedagógicas, perdiera unas seis o siete jornadas de clases completas, lo que repercute a todo nivel.
A pesar de que La Chimba suma incontables reuniones, encuentros y anuncios de autoridades para mitigar las quemas ilegales, la rectora sostuvo que la situación está lejos de mejorar. “Siendo sincera, veo nulas acciones de las autoridades comunales y siento que no es una prioridad para ellos y por eso estas medidas, desde la manifestación, es la forma de llamar a las autoridades para que sea su principal preocupación. Estoy viendo a niños de mi comunidad afectados”, subrayó.
Olmedo relató que a un consejero regional le manifestó que no sabe si las autoridades están esperando a que ocurra un hecho similar a lo de Concón, cuando tuvieron una crisis de contaminación y había colegios que llevaban a los niños al servicio de emergencia y estaba atiborrado de alumnos. “No sé si están esperando que pase precisamente eso para tomar medidas, porque estoy viendo todos los días que la salud de mi comunidad va en desmedro y no se hace nada”, dijo.
Responsabilidad compartida
Lorena Maldonado es la presidenta de la junta de vecinos Nuestro Norte, del sector Bordemar. Vive hace 15 años en La Chimba y también apuntó a que el tema debe ser una prioridad, porque desde que llegó a la zona sintieron las quemas que ahora son más frecuentes y afectan de mayor manera, comenzando en la tarde noche para agudizarse durante la madrugada. Esto los obliga a mantenerse con las ventanas cerradas todo el año para evitar los malos olores, las moscas, algo que representa un gran problema durante el verano.
“En realidad, poco y nada se ha hecho por la mitigación. La Delegación ha estado presente en varias ocasiones, pero es insuficiente, porque se sabe que esto pasa adentro y fuera del exvertedero. Todos tienen un poco de responsabilidad con respecto a la fiscalización y evitar que la gente que extrae alambres cause estas molestias, porque ahora son pocas las veces que no tenemos quemas en la semana”, explicó. Además, detalló que cuando estas personas provocan focos de incendios Bomberos acude al lugar y muchas veces han sido maltratados sin dejarlos trabajar. Otra dificultad es que no hay una zona autorizada para eliminar los desechos de la construcción y por ello el lugar se transforma en un punto de acopio de todos esos materiales.
Sobre la gestión de las autoridades en los últimos años, la dirigente indicó que por parte del municipio no ven mucho movimiento y si lo hubiera, no se entrega información a la comunidad sobre en qué aspecto están avanzando o cuántos recursos invertido. “La Delegación ha venido, sacado multas a los camiones de fletes, pero si no hay real mitigación, un cierre como corresponde, esto no va a parar. Estas cosas ocurren adentro y afuera del exvertedero y para eso se necesita un complemento entre la municipalidad, la Delegación y la Gobernación”, señaló.