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viernes, 27 diciembre, 2024
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Son virales en redes sociales

Avistamientos de ballenas en Antofagasta: quiénes están tras los impresionantes registros en la costa de la región

Un ingeniero en automatización, un creador audiovisual y un médico otorrino forman parte de una comunidad de aficionados que dedica su tiempo libre recorriendo las bahías de la zona para captar videos y fotografías de la vida animal en su hábitat. En botes y respetando distancias o desde la orilla con drones son las formas en las que logran recoger la actividad en el mar. Felipe Gauna detalló que en su último avistamiento registró una ballena que realizó más de cien saltos desde el sector del puerto hasta el Parque Croacia.

En un grupo de WhatsApp que cuenta con cerca de 700 integrantes se reportan los avistamientos de lomos de ballena o soplos en el mar en la zona entre Antofagasta y Mejillones. Cuando esto ocurre varios aficionados salen en su búsqueda para registrar con fotografías y videos la actividad de los cetáceos, lo cual realizan desde la distancia, ya sea en botes o en la costa, para no molestar a los animales. “Esa es una de las cosas que me gusta de compartir, contar con la evidencia de que tenemos mucho que ver aquí y que en ocasiones está al alcance de la mano. El último video fue en el Parque Croacia, en el centro de la ciudad”, explicó Felipe Gauna (instagram.com/felividanimal/)

De profesión médico otorrino, Felipe llegó hace tres años a la región junto a su esposa y conoció la biodiversidad de Antofagasta, sobre todo la costera, desarrollando un interés por registrar animales en su estado natural. “Me he equipado con el tiempo, a veces usaba cámaras prestadas, siempre buscando esta experiencia con la naturaleza y por eso hace como un año compramos un dron, que sirve para tener una perspectiva distinta de cómo se ven los animales, sobre todas las ballenas”, contó.

Los avistamientos son compartidos en un grupo de WhatsApp que creó Álex Sánchez, lo que permite tener “ojos por toda la costa”, aunque Felipe tampoco abandona la costumbre de salir a buscar en la bahía o lugares alejados. Esta actividad la realiza en sus tiempos libres, durante los fines de semana o tras terminar su turno como especialista.

En noviembre y diciembre, agregó, han sido alertados de muchos avistamientos en la costa de la ciudad. En años anteriores aparecían era en Mejillones o en La Rinconada, donde hace un tiempo llegaron ballenas de la especie franca austral con sus crías. Ellas se quedan en aguas poco profundas y estuvieron un par de días, detalló.

“Como aficionado todas las cosas son nuevas, así que todos los días aprendemos algo distinto. Una de las cosas más entretenidas es que las ballenas tienen marcas que son como sus huellas digitales, en las aletas dorsales, en las aletas caudales o en otras partes del cuerpo. Eso puede ayudar a identificarlas y saber si es que esa ballena aparece en distintos puntos o incluso si de un año hacia otro vuelve a avistarse”, mencionó.

Los registros los efectúan dependiendo de las condiciones, aunque en general son desde tierra, idealmente en algún lugar con altura. También en botes ingresan un poco mar adentro con la ayuda de guías turísticos y los que más utilizan son Ocean Adventure en Antofagasta y Sea Expedition en Mejillones.

“A veces uno habla con los antofagastinos y dicen que aquí prácticamente no hay nada, que solo es desierto, pero realidad nos damos cuenta de que solo debemos mirar. Esa es una de las cosas que me gusta de compartir, tener la evidencia de que tenemos mucho que ver aquí y que en ocasiones está al alcance de la mano. El último vídeo fue en el Parque Croacia, en el centro de la ciudad”, aseguró Felipe, quien publica su material en la cuenta instagram.com/felividanimal.

Y si bien todos los registros son espectaculares, porque se sienten pequeños al lado de una ballena, dijo que personalmente el que más recuerda es el último en el que participó. “Es una ballena que observaron desde Juan López y recorrió toda la costa. La empecé a ver desde la zona del puerto y desde ahí la seguimos con el dron y fue impactante porque fue saltando todo el tiempo. Grabé más de cien saltos de esa ballena, algo realmente impresionante”, señaló.

Felipe explicó que son espectadores de las ballenas y que existen recomendaciones para quienes se encuentren en esa situación. Si los avistamientos serán desde botes recomendó que sea con empresas con experiencia. “Hay que respetar los espacios de las ballenas, no ser muy invasivo y no cambiar el comportamiento, porque en general, las ballenas se sienten bastante cómodas cuando los botes tienen un comportamiento predecible y eso hace la diferencia entre un operador con experiencia. Y existen distintas dependiendo del tipo de especie que se esté avistando, porque tenemos cetáceos más pequeños como los delfines y en el caso de las ballenas franca austral que pudimos ver este año, los avistamiento solamente pueden hacerse desde tierra”, aseguró Gauna.

“Dejan una huella emocional»

Alex Sánchez es ingeniero en automatización y control industrial, trabaja con turnos 7×7 y durante los días libres explora la costa de la región con sus drones y cámaras. Los avistamientos, relató, se registran gracias a la colaboración entre los miembros de la comunidad y observadores locales. Para ese trabajo y facilitar la comunicación, una de las herramientas clave fue la creación de un grupo de WhatsApp, en el que se comparten reportes en tiempo real.

“En este grupo participan pescadores, guías turísticos, científicos y ciudadanos interesados, quienes reportan los avistamientos indicando detalles como la ubicación, la hora, el comportamiento de las ballenas e incluso fotos o videos. Esto no solo permite monitorear las ballenas con mayor eficacia, sino también fomenta la participación comunitaria y el interés en la conservación de estas especies”, subrayó Alex.

Todo esto comenzó por su pasión por explorar y comprender mejor a estos animales en su hábitat natural. Pero al interés de estudiar el comportamiento y migración de esta especie, también se sumó la intención de resaltar la riqueza de biodiversidad de la región, mostrando su importancia ecológica y fomentando la conciencia sobre su conservación. “Este esfuerzo busca además poner en valor el entorno local, promoviendo su protección y el desarrollo sostenible a través del conocimiento científico y el turismo responsable”, dijo el profesional.

Sus imágenes son compartidas en redes sociales, en la cuenta instagram.com/alexsanchez.b/. Sánchez indicó que la reacción de la comunidad es positiva y entusiasta. En general, los comentarios son de admiración y asombro, agradecimiento, conciencia ambiental, orgullo local, curiosidad e interés. En el mismo sentido, declaró que esas interacciones fortalecen la conexión entre la comunidad y la naturaleza, generando mayor conciencia y apoyo hacia los esfuerzos de conservación.

La mayoría de las imágenes de ballenas las ha realizado entre Antofagasta y Mejillones, recordando especialmente unas conseguidas en La Rinconada, donde observó un par ballenas francas australes. “Llegaron con sus crías realizando saltos o comportamientos únicos. Estos momentos dejan una huella emocional, especialmente si las condiciones de luz, el comportamiento de los animales y el entorno natural se alinearon para crear una experiencia inolvidable”, valoró Sánchez.

“Registré 12 ejemplares juntos»

Robinson Albornoz es fotógrafo, creador audiovisual y operador de drones. Su interés partió cuando recibió una invitación como operador de dron para participar en unas investigaciones para el registro de ballenas, en el 2018. Su misión era hacer registros audiovisuales para que quienes realizan los estudios pudieran, a través de fotografías y video, verificar si son las mismas ballenas que visitan la zona, ver su tamaño y la magnitud de las familias.

Todas sus imágenes pueden revisarse en la cuenta de instagram.com/twentty y al igual que Felipe Guana y Alex Sánchez, dedica su tiempo libre a esta actividad, ya que su trabajo está en el campo audiovisual, prestando servicios para videos corporativos y fotografías para empresas de la región y fuera de ella.

“Desde esa fecha y por interés propio, cada vez que visitan la región o cuando sabemos de avistamientos trato de registrarlas con buenas imágenes para mostrarlas y aportar en lo que pueda para algunos estudios”, indicó.

Los años anteriores sabían de la presencia de estos animales por las fechas habituales que vienen a la región, ya que siempre a fin de año, entre diciembre y enero llegaban Antofagasta para alimentarse. “Pero hace un par de meses con el grupo de avistamiento en el que toda la gente que ve algún soplo o un lomo de ballena lo reporta en el grupo WhatsApp y los que somos operadores de drones tratamos de acercarnos para capturar imágenes”, dijo.

Lo importante es captar el comportamiento, saber lo que hacen y conocer su magnitud. “Esa es nuestra motivación y que la gente las conozca, porque son animales muy interesantes”, afirmó. Personalmente, añadió, el lugar con más avistamientos ha sido la bahía de Mejillones, donde pudo captar algunas nativas y otras de paso.

“Cuando he participado en las investigaciones embarcamos, nos adentramos al mar para buscar el lugar donde pueden estar alimentándose y las registramos. Pero en este último tiempo como han estado relativamente cerca de la costa, a un kilómetro o kilómetro y medio, las grabamos desde la orilla para así no molestarlas”, comparó Robinson con otros años.

Algo que ha aprendido en este tiempo es sobre el sistema de alimentación, ya que llegan a Antofagasta porque existe una biodiversidad muy grande y las aguas cálidas llevan a que se sientan cómodas. Además, recordó que como hace 40 años se dejaron de cazar, la población se ha incrementado y por eso cada año las ven con más frecuencia.

“Se ve de todo, a veces ballenas solas, otras en familia. En la bahía de Mejillones lo máximo que pude registrar fueron 12 ejemplares juntos, magnitud que pudimos ver con un dron. Por lo general están alimentándose, salen a respirar a la superficie, luego se hunden, pero siempre se mantienen en alguna zona donde tengan alimentación. Esto puede ser krill en el caso de las ballenas de aleta y cardúmenes de anchoveta para las ballenas jorobas”, puntualizó.

Robinson dijo que comenzaron con un grupo bastante reducido de fotógrafos y operadores de drones que se conocían por su trabajo y ahora se ha generado muchos interés por las imágenes que comparten. “Hay gente que nos comenta que llevan años viviendo en Antofagasta y no sabían que acá vienen cetáceos y causa un interés en la comunidad. Lo primordial es un avistamiento responsable para que se mantengan en la zona. Si se está en una embarcación hay que mantener la distancia, no molestarlas, no acercarse a ella y si están desde la orilla, disfrutar y verlas”, recomendó el operador de drones.

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