@Belencio46
En la memoria de los que vieron Gravity de niños seguro quedará la emoción de ser astronauta. Yo, que nunca he tenido ganas de viajar al espacio y de que mi cuerpo entero tuviera que pelear contra la falta de oxígeno, ni la gravedad cero, recordaré la fotografía de una película que para mi gusto comienza de manera extraña (hasta la tercera no logré verla del tirón). Es cierto que la discusión de que una película sea buena o mala o que guste a todo el mundo ya está muy pasada de moda.
Me gustó Gravity, reconozco que es espectacular y emocionante y es que se nota nota la mano de su director en cada plano. Reivindico su papel de entretenida. Es una película en la que quieres saber lo que pasa, especulas, se te ponen los pelos de punta y hasta llegas a sentir lo que siente la protagonista. No es apta para claustrofóbicos. Eso es algo que Cuarón ha conseguido plasmar a la perfección y que experimenté por primera vez con Lo Imposible. Por un momento, te llegas a olvidar de que estás en el salón de tu casa y te trasladas al frio espacio.
Y eso es gracias a la calidad interpretativa de Sandra Bullock y es que la doctora Stone, protagonista absoluta de la cinta, nos traslada de una manera efectiva su angustia, su miedo, su pesimismo y su ganas de vivir y de luchar. Tras los 90 minutos que dura el film, nosotros, los expectores experimentamos la misma fatiga física y psicológica que ella en la gran pantalla.
Alfonso Cuaron ha logrado una gran película, que ya antes de su estreno se había ganado el afecto de la crítica y que nosotros recomendamos. Pero no se equivoquen, a pesar del realismo, no deja de ser una película de ciencia ficción. Lo digo para los amantes de los detalles. Todo en Gravity está pensado al milímetro para conquistar al cerebro, al corazón y sobre todo a los ojos. Hora y media de tensión que te dejan con muy buen sabor de boca.