Una reservada carta escribió la diputada por Antofagasta Catalina Pérez a sus correligionarios, una vez el Tribunal Supremo de Revolución Democrática resolvió suspender su militancia por un año. En ella, califica como error “no haber ponderado adecuadamente” el daño que el caso Democracia Viva causó en el proyecto político.
En la misiva, publicada por The Clinic, la parlamentaria parte agradeciendo a quienes le han entregado apoyo y reconociendo que “han sido semanas difíciles y profundamente injustas para ustedes”.
“Después de estos momentos difíciles, que pasarán como todo en la vida, vendrán otros. Y entonces será esencial que hayamos aprendido de las lecciones de fraternidad y mesura, de racionalidad, responsabilidad y confianza que debemos sacar de este doloroso episodio, que no define, pero sí marca nuestra historia, porque sin ellas, ningún proyecto político es viable”, reflexionó.
Así señaló que “me he sometido y acatado la sanción que me ha impuesto el Tribunal Supremo, de un año de suspensión de mis derechos militantes”.
De igual manera, la exvicepresidenta de la Cámara indicó que “nunca he hecho uso de mi cargo para interceder por ninguna persona o fundación para obtener recursos del Estado, ni me he beneficiado de ninguna manera de ello. Sé que esto pasará y se aclarará todo lo acontecido. Sé que las instancias judiciales establecerán que no tuve injerencia alguna en los actos cuestionados”.
“También espero que los tribunales determinen las sanciones y penas para quienes corresponda. Pero sí cargo y cargaré con el peso del error de no haber ponderado adecuadamente el profundo daño e impacto político que este caso le iba a causar al proyecto que hemos construido y a su militancia, a nuestro gobierno y a mí misma”, agregó.
Dijo que “quienes me conocen, saben cuánto me lo reprocho”, afirmando que espera que las instancias partidarias puedan “actuar con disciplina, pero también con mesura, inteligencia y respeto” en caso de que se den circunstancias similares.
En este sentido, apuntó a que “es fundamental superar la lógica de la desconfianza, la persecución, el juicio apresurado y la falta de fraternidad entre compañeros y compañeras que hemos visto aflorar estas semanas”. Cuestionó, así, que “la institucionalidad partidaria se socava, por ejemplo, al filtrar a la prensa decisiones del Consejo Político Nacional y del Tribunal Supremo antes de ser comunicadas formalmente a la militancia de base”.
“Estoy tranquila, sabiendo que la verdad se impondrá”, cerró en la misiva compartida antes de que retomara su trabajo en la Cámara.
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