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jueves, 19 septiembre, 2024
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Colegio Médico apunta a solución intersectorial para descongestionar crisis de salud mental en el Hospital Regional

El vicepresidente del gremio, Michel Marín, sostuvo que el explosivo aumento de atenciones por esta patología se concentró en el servicio de Urgencia del recinto médico. Al no contar con las instalaciones ni los especialistas adecuados, los funcionarios han denunciado agresiones en su contra, hechos que desencadenaron una movilización. Desde el Hospital Regional de Antofagasta detallaron que debido a la demanda ampliaron el número de camas, ahora cuentan con 37 para esta patología, también añadieron dos profesionales y ahora tienen seis psiquiatras.

No es solo un tema del hospital, es un problema de toda la región y por ello la solución debe ser intersectorial, manifestó el vicepresidente del Colegio Médico de Antofagasta, Michel Marín. Luego de la pandemia, el incremento de atenciones por salud mental se concentró en el servicio de Urgencia del Hospital Regional de Antofagasta (HRA), unidad que no cuenta con las instalaciones adecuadas para tratar esa clase de pacientes y que el fin de semana vivió un episodio de agresión contra nueve funcionarios. El hecho quedó registrado en un video y obligó al recinto de salud a tomar una serie de medidas para resguardar al personal ante situaciones que ya son recurrentes.

Marín explicó que para resolver de forma definitiva lo que está sucediendo se necesita un trabajo intersectorial. “Por ejemplo, la Universidad de Antofagasta se involucró y abrió la beca de Psiquiatría. La Salud Primaria, los privados, nosotros como gremio tenemos que conversar y buscar soluciones. La idea es que de alguna manera ocupemos todos los recursos que tengamos a mano, porque hasta este momento solo se estaba cargando la mano en la Urgencia del hospital”, manifestó.

El médico sostuvo las acciones siempre son a corto, mediano y largo plazo. En lo inmediato, dijo, es probable que Urgencia siga lidiando con este problema y lo ideal sería dotar a la unidad con mayor seguridad y capacitar a los funcionarios. Al mismo tiempo indicó que es importante potenciar la atención ambulatoria, para que muchos de los casos puedan abordarse en los consultorios o los Cosam, contención que evitaría que los pacientes lleguen en un estado de gravedad que requiera hospitalización inmediata.

“A largo plazo es vital tener un espacio físico con camas, profesionales adecuados y atención, aunque eso no podría ejecutarse en uno ni dos años. Pero entre medio de esos plazos hay que hacer algo y eso lo planteamos el año pasado cuando dijimos que había un problema que nos podía explotar en la cara. Algunas cosas mejoraron, se implementaron seis camas, pero fueron utilizadas de inmediato”, declaró el médico.

Tras superar la pandemia hubo un aumento de pacientes con patologías de salud mental, situación que se instaló de manera permanente en Antofagasta, en Chile y nivel mundial, señaló el dirigente. El año pasado, el Colegio Médico presentó un documento con un cálculo de cuántas camas de hospitalización psiquiátrica debería tener Antofagasta por el número de su población. “La cifra es casi el triple de las camas disponibles actualmente. Hablamos de que se necesitan entre 70 y 90, pero no tenemos más de 36 con las últimas que se abrieron”, advirtió.

Pero las camas, además, necesitan profesionales, psiquiatras, psicólogos, kinesiólogos, enfermeros y técnicos paramédico. En este punto aparece el déficit de especialistas en psiquiatría que presenta el sistema público.

El médico expuso que “para mantener a alguien en el sistema público tiene que asegurarse su desarrollo profesional y que las cosas se cumplan adecuadamente. Si hablamos de que contamos con menos de la mitad de las camas necesarias es algo que desincentiva, porque la carga asistencial y la solución que pueden dar no es la adecuada. No sé si hay tantos psiquiatras afuera del sistema público como para decir que si ingresaran se resolvería el problema. La dificultad no está ahí, sino en la necesidad de hacer los cálculos de nuevo. Los profesionales, más allá del ámbito de la medicina, se quedarán en las instituciones en la medida que vean un desarrollo real de las especialidades. Para eso se necesita un buen manejo y cumplir con las proyecciones, algo que a veces es difícil en el sistema público porque no están los recursos o las intenciones administrativas y en ocasiones políticas”.

Marín insistió que siempre lo más fácil es culpar a los facultativos, sin embargo, emplazó que ellos no son los responsables si las cosas están mal planificadas. Además, dijo que los especialistas llegarán a los servicios en la medida de que tengan posibilidades de desarrollo y las condiciones para atender debidamente, ya que un médico no puede ordenar que se instale un equipamiento e instrumentos.

“La Universidad de Antofagasta se puso las pilas y está formando psiquiatras, lo que ocurre, es que nadie pensó que vendría un incremento tan exagerado de atenciones de salud mental por una pandemia. En la búsqueda de las soluciones lo primero es entender que un paciente no puede estar hospitalizado en una unidad de Urgencia porque ahí no está la atención ni los medios adecuados. En la coyuntura, ante el problema, claro que no hay otro lugar, ya que la salud mental es la segunda categorización para ingresar a urgencia. Por eso sucedió lo que vimos, porque no están las condiciones y se necesita un lugar para manejar esos casos”, subrayó.

El director del Hospital Regional de Antofagasta, Antonio Zapata, precisó que el recinto posee un servicio de atención psiquiátrica para adultos e infantojuvenil. Para adultos hay una dotación de 18 camas y para infantojuvenil 12, aunque esa cifra fue ampliada con siete camas más debido a la alta demanda de pacientes infantojuveniles que se estaban estancando en Urgencia.

También recordó que existe un convenio con la Clínica Oriente, ya que la cantidad de camas no da abasto para el número de pacientes de psiquiatría adultos y derivan a quienes no pueden hospitalizar.

“YA NO GASTAMOS EN DERIVACIONES”

“Cuando empezamos a tener la necesidad de derivación de los pacientes, una parte salía de los recursos propios del hospital, pero desde hace un tiempo, Fonasa, el seguro de salud público, es el que tiene convenio directo y paga a la Clínica Oriente. Como hospital ya no estamos gastando en esas derivaciones, pero si son pacientes nuestros que no logramos hospitalizar, debemos trasladarlos y el único otro centro de salud psiquiátrica en la ciudad es esa clínica. Por eso los derivamos allá con financiamiento y apoyo de Fonasa”, aclaró el director.

Sobre la escasez de psiquiatras, Zapata manifestó que hasta hace un mes había un total de cuatro de estos especialistas en el recinto médico y a eso se sumaron dos más, uno que regresó porque estaba en formación y otro que se integrará a las atenciones. “Pero, aun así, esa cantidad de psiquiatras no da abasto para las necesidades de toda la población, porque hay que considerar que el Hospital Regional es el único centro de salud público que tiene atención de hospitalización psiquiátrica en la ciudad”, recordó el directivo.

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