La Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias) pidió el término anticipado de la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto INNA, de la empresa AES Andes, que busca establecer un complejo industrial para la producción de hidrógeno y amoniaco verde en la comuna de Taltal, a pocos metros del Observatorio Paranal (y los futuros ELT y CTA). Para la comunidad astronómica las operaciones podrían impactar negativamente en la actividad por la contaminación lumínica, turbulencias y polvo en suspensión que se generarían.
El pronunciamiento de Sochias llegó después de que la semana pasada se conocieran las observaciones del Ministerio de Medio Ambiente respecto a la iniciativa, que se encuentra en la primera etapa de evaluación en el SEA, en las que cuestionan la precisión y suficiencia de fundamentos básicos.
Entre las observaciones entregadas por el MMA, para continuar con el proyecto, se solicitan nuevos antecedentes, que en algunos casos implican mediciones de tres años ante elementos que se consideran sustanciales y que la empresa no incorpora en su estudio de impacto ambiental, explicaron desde Sochias.
Ubicación
“Medio Ambiente hace un pronunciamiento sobre lo que fue presentado por la empresa a Evaluación Ambiental. Es un pronunciamiento bien contundente (…) El tema de la localización del proyecto es algo que Medio Ambiente cuestiona que no está bien justificado, ya que el proyecto ha hablado de estar emplazado en la reserva eólica de Taltal, en un lugar destinado por el Estado para el desarrollo energético a largo plazo, los PDGE. Venimos diciendo desde hace un tiempo que no es así, porque al comparar los polígonos que están publicados por el Ministerio de Bienes Nacionales, con los polígonos de ubicación del proyecto presentado por la empresa, no hay coincidencia para nada. Vemos que la Seremi de Medio Ambiente hace el mismo cuestionamiento, pidiendo a la empresa que justifique por qué está queriendo instalarse donde lo está haciendo”, explicó el doctor en Astronomía Eduardo Unda-Sanzana.
En el informe, Medio Ambiente señala que el proyecto no se encuentra dentro de los polígonos definidos por PDGE. “De la revisión de los polígonos resultantes, se observa que el proyecto en evaluación no se encuentra inserto en ninguno de los polígonos definidos por el PDGE para la provincia de Antofagasta”, reza el oficio.
Unda-Sanzana añadió que “les piden estudiar una reubicación del proyecto, un punto que también hemos levantado desde la comunidad astronómica como la solución que nos daría satisfacción a las distintas inquietudes que hemos presentado”.
Silencio respecto a observatorios astronómicos
El director del Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica de la Universidad de de Antofagasta cuestionó el “silencio” de la empresa sobre el impacto que tendría sobre el observatorio de rayos gamma que se va a construir dentro de los terrenos de Paranal, pero más al sur, muy cerca del emplazamiento de la INNA. Aseguró que la presentación del proyecto INNA no dice nada sobre el observatorio, a pesar de que su construcción se anunció hace varios años.
Al respecto, el informe de Medio Ambiente señala: “El área de influencia del proyecto ha sido definida sin considerar un análisis riguroso del brillo del cielo en sitios astronómicos cercanos. Se han omitido parámetros críticos, como la refracción atmosférica y la dispersión de luz en función de la humedad y altitud (…) Se requiere incorporar un análisis del impacto en el Cherenkov Telescope Array, el cual ha sido completamente omitido en la evaluación del titular, a pesar de encontrarse a solo 4 km del proyecto”.
Normativa lumínica
Por otro lado, la empresa AES Andes también aseguró que el proyecto cumple con la normativa vigente en materia de contaminación lumínica, aunque Medio Ambiente refutó que “existe falta de información relevante y esencial, no se ha evaluado un receptor relevante y, de acuerdo a los valores presentados, existiría un aumento significativo en el brillo del cielo, lo que deriva en una total incerteza respecto de la necesidad de medidas de mitigación, reparación y compensación, y así mismo, respecto de si estas serían suficientes para hacerse cargo de manera idónea de un impacto de tal magnitud”.
Por lo mismo, solicitaron un nuevo estudio actualizado y una evaluación de impacto de emisiones de luminosidad artificial sobre los sitios astronómicos.
Con todo esto, el doctor Eduardo Unda-Sanzana señaló: “Considerando lo lapidarias de las observaciones que está haciendo la Seremi de Medio Ambiente, y que cuestiona prácticamente todos los aspectos del proyecto, pero particularmente en lo concerniente a los astronómico, detectan algunos silencios críticos, que hacen casi imposible evaluar el proyecto, ya que simplemente no se dan antecedentes sobre esos puntos en que el proyecto INNA podría tener mayor impacto en la actividad astronómica. Nos parece que el SEA tiene que reconocer el espíritu de la ley que regular la Evaluación de Impacto Ambiental, y hacer uso del recurso de término anticipado, porque simplemente no están los antecedentes para hacer una buena Evaluación de Impacto Ambiental. Y en estos casos la ley establece que tiene que darse término anticipado al proceso porque la información que fue presentada por la empresa a evaluación es deficiente (…) Esto tiene como fecha límite este lunes 24 de febrero, y vamos a estar expectantes, si es que se va a hacer esto o no, pero creemos que es lo que corresponde como una medida proporcional a lo que es la evaluación que ha sido dada hasta este punto. No se entendería que el proceso pueda seguir adelante”.