La Corporación Nacional Forestal (CONAF) lideró el programa educativo “Educación ambiental en ecosistemas boscosos, árboles urbanos y áreas protegidas”, con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de estos ecosistemas y fomentar cambios positivos en los hábitos relacionados con el cuidado del medio ambiente.
El programa fue financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta, con recursos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), por un monto de $19.869.490 (8% línea Medio Ambiente, año 2024), fondos aprobados por el Consejo Regional de Antofagasta.
Entre las actividades realizadas, destacan las arborizaciones comunitarias en diversas juntas de vecinos, entre las que sobresale el emblemático Barrio El Golf. En este sector, se colaboró con el programa Quiero Mi Barrio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), los vecinos y la comunidad educativa del Jardín Infantil Capullito.
Lorena Araya Villalobos, encargada del Jardín Infantil Capullito, comentó: “Este proyecto nos beneficia directamente porque tenemos un proyecto medioambiental en curso, y esta iniciativa viene a potenciar lo que ya hacemos. Qué mejor que llevar a cabo estas actividades en el lugar donde estamos insertos”. Aprovechó además la ocasión para agradecer la donación de cuatro plantas de buganvilias, que serán parte de las mejoras que se implementarán en el establecimiento.
Formación y Capacitación
El programa también incluyó charlas educativas en instituciones como la Escuela Arturo Prat Chacón E-80 y el Liceo Domingo Herrera Rivera B-13, así como una visita guiada al Monumento Natural La Portada, junto a estudiantes del Liceo Don Bosco.
En el ámbito universitario, CONAF, en colaboración con el Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta, organizó el seminario “Arbolado Urbano: Un aliado ante el cambio climático. Importancia, Manejo y Detección de Plagas”, que reunió a monitores medioambientales, estudiantes y docentes de distintas carreras. Durante la actividad, se llevó a cabo una arborización comunitaria, en la que los participantes pusieron en práctica los conocimientos adquiridos.
Asimismo, nueve monitores medioambientales de la Universidad de Antofagasta fueron certificados por CONAF por sus conocimientos en el cuidado y manejo del arbolado urbano.
Beatriz Helena Soto, directora del CREA de la Universidad de Antofagasta, destacó la relevancia de estas actividades: “Para nosotros como universidad, estas iniciativas son fundamentales porque refuerzan el concepto de desarrollo sustentable, mejorando la calidad de vida de los habitantes mediante el uso racional de los recursos. Además, contribuyen al fortalecimiento del capital natural, humano y social, con la colaboración de nuestros estudiantes, académicos y profesionales de CONAF”.
Cierre con Conversatorio
Como cierre del proyecto, se realizó el conversatorio “Educación Ambiental en Ecosistemas Boscosos, Árboles Urbanos y Áreas Protegidas”, que reunió a diversos actores sociales interesados en la temática. Durante la conversación, se abordaron las barreras sociales y el desconocimiento que existe sobre los ecosistemas boscosos, el arbolado urbano y las áreas protegidas, los cuales son parte integral del patrimonio natural de la región de Antofagasta.
Anita Huichaman Martin, directora regional de CONAF, destacó la importancia de este tipo de programas: “Uno de los ejes transversales de nuestra labor en CONAF es la educación para la conservación de la naturaleza. Acercar el conocimiento sobre el arbolado, las áreas protegidas y los servicios ecosistémicos que nos ofrecen es fundamental en el contexto actual de cambio climático. Este programa demuestra que la ciudadanía valora y necesita actividades de educación ambiental”.
