El trágico hecho se remonta a abril del 2017 cuando la joven madre de 30 años Lorena Elizabeth Carrasco Aguilera fue asesinada en la ciudad de Antofagasta por su ex marido, José Manuel Rojas Escobar, de 32.
De acuerdo a los antecedentes policiales de la época, la mujer desapareció durante la tarde del 3 de abril del año pasado tras acudir a una audiencia de mediación con Rojas para discutir una pensión alimenticia para sus dos hijos, de dos y siete años. Con posterioridad su cadáver fue hallado al interior de una clínica oftalmológica de la ciudad, con signos de estrangulamiento.
A casi 1 año y 8 meses del hecho, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta condenó este martes 27 de noviembre a José Manuel Rojas Escobar a la pena de presidio perpetuo, en calidad de autor del delito de femicidio de su cónyuge.
En fallo unánime aplicó, además, a Rojas Escobar las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares por el tiempo de la condena; más el pago de las costas de la causa.
Una vez ejecutado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que en horas de la tarde del 3 de abril de 2017, después de haber asistido Rojas Escobar junto a su cónyuge, Lorena Elizabeth Carrasco Aguilera, “a una mediación familiar por alimentos -la cual resultó frustrada-, se trasladaron en el automóvil de aquél a la clínica oftalmológica ubicada en calle Condell N° 2076 de esta ciudad, donde el acusado trabajaba, sabiendo éste que en ese momento se encontraba sin moradores”.
Una vez en el lugar, el condenado “aprovechando la circunstancia que estaban solos y tras haber sostenido una discusión por temas familiares, tomó a la víctima de un brazo quedando ésta de espaldas frente a él y valiéndose de la superioridad de sus fuerzas con uno de sus brazos ejerció presión en el cuello, ante lo cual intentó defenderse y repeler la agresión sin lograrlo, cayendo al suelo en la misma posición, mientras el encausado continuaba apretando su cuello con el brazo, girando hasta situarse encima de ella, y en dicha posición siguió apretándolo fuertemente hasta ocasionarle la muerte en breve tiempo a causa de asfixia por estrangulación”, cita el fallo judicial.
Última Hora
COMPARTE ESTA NOTICIA