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Antofagasta
martes, 15 octubre, 2024
La región pierde $1.273 millones cada año

Construcción de relato regional y no esperar soluciones del nivel central: Expertos y debate sobre la conmuntación en Antofagasta

En el seminario “Mercado de trabajo y desarrollo regional”, del Instituto de Economía Aplicada Regional de la Universidad Católica del Norte, se detalló que la cifra de personas que trabaja en Antofagasta, pero que tiene su residencia en otra zona del país, es de 91.200 conmutados. Este escenario representa varias complicaciones en el plano local, entre ellas, la fuga anual de 1.273 millones de dólares. Un panel de expertos habló sobre el fenómeno y los factores que inciden al momento de enfrentar esta realidad que se repite en otras comunas mineras.

La construcción de un relato regional, hacerse cargos de los elementos que afectan negativamente a Antofagasta como una zona con poco atractivo y no esperar a que las soluciones sean dictadas por las autoridades centrales son las reflexiones que fueron parte del conversatorio “Estrategias para abordar la conmutación y su impacto socioeconómico”. La actividad se realizó tras una exposición de los investigadores del Instituto de Economía Aplicada Regional (Idear) de la Universidad Católica del Norte (UCN), en la que presentaron cifras sobre los trabajadores conmutados, es decir, quienes laboran en esta zona, pero tienen residencia en otra parte del país.

El fenómeno conocido como conmutación, durante los primeros dos trimestres de este año, anotó 91.200 trabajadores en esas condiciones, la cifra más alta que pesquisaron los especialistas de la UCN en su estudio. En términos de recursos, eso implica que la región pierde $1.273 millones cada año y los investigadores apuntaron que en todos los modelos de simulación que aplicaron, una mayor regulación generará más productividad y bienestar para la región.

Sin embargo, para regular la conmutación debe ocurrir un debate técnico-político y en el seminario hubo un panel que trató el tema y en él participaron Antonio Sánchez, exseremi de Economía en gobiernos de la Concertación; Jorge Maturana, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta; Camila Cortés, seremi del Trabajo y Previsión Social, junto a Fernando Álvarez, decano de la Facultad de Economía de la UCN.

Sánchez, actual presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, dijo que el tema es una lucha tremenda, porque para el resto de las regiones somos un beneficio. Y recordó su época de seremi en los 90 detallando cómo las puertas se cerraban cuando intentaban plantear las dificultades que observaban en la conmutación, impacto que en esa época era mucho menor, pero ya advertían como un escenario complejo.

“Cuando llegó el intendente Alfonso Dulanto, quien después fue ministro de Minería, entendió lo que le explicamos algunos antofagastinos, porque él no lo era. Y lo tomó con mucha fuerza, tanta que invitó a las máximas cabezas de la minería en el país, algunos viajaron desde el extranjero y planteó la necesidad de que la región privilegiara la contratación de mano de obra local. Se llegó a un compromiso que cada dos meses entregarían un informe de cómo se avanzaba en la contratación de mano de obra local”, recordó.

Pero la consecuencia de aquello, agregó, fue que tres intendentes del sur con la intervención de un ministro acusarían constitucionalmente a Dulanto, porque estaba afectando a trabajadores que eran de sus regiones. Por eso tuvieron que bajar el perfil inmediatamente a la idea, porque no se podía permitir que intendentes acusaran a otro intendente, cuando todos fueron nombrados por el mismo presidente.

“Esto (conmutación) no es un problema para el nivel central, todo lo contrario, lo ven como una cosa positiva. Cuando uno lo planteaba, decían que no les interesaba. Un parlamentario me dijo ‘soy representante de la décima región y no voy a poner un proyecto de ley que beneficiará a una región minera. Soy de una región agrícola y los recursos que se generan en Antofagasta tienen que ser para beneficiar a las regiones donde hay recursos renovables, como la agricultura, y no para una región con un territorio factible de ser perdido en una nueva guerra’”, contó Sánchez en su exposición.

El dirigente precisó que en esta discusión hay elementos que dependen de decisiones que están fuera de la región, pero otras no. Como la municipalidad, que consideró un factor importante y que dijo no está colaborando mucho. Otro punto importante es cómo se facilita a las empresas mineras ciertos aspectos.

“Que los contratos sean a corto plazo es fatal, porque dicen que los trabajadores tienen un contrato indefinido con su empresa, el contratista, pero esa empresa tiene contrato de seis meses o un año con el mandante. Para que alguien se venga a vivir acá necesita una proyección de a lo menos cinco años y esas mismas compañías en otros países hacen contratos de cinco años con sus proveedores. De ese modo pueden trasladar a sus trabajadores. Tenemos que limitar la acción de las compañías, que no pueda ser tan abierto e insisto, a otras regiones no les conviene que nosotros pensemos eso”, aseguró Sánchez.

Una propuesta de desarrollo

Maturana, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta, preguntó por qué debemos ir a convencer a Santiago para mejorar la calidad de vida de Antofagasta. Y planteó si es preferible preocuparse que cambien aspectos sobre la conmutado o es mejor preocuparse de que en la región la calidad de vida sea de tal magnitud que todo el mundo quisiera vivir en aquí.

“Eso no tenemos por qué pedírselo al gobierno central, con los recursos que hoy existen en la región, es posible poner en marcha eso. Cuando tienes el 60% del territorio o más y la política de desarrollo de Bienes Nacionales tiene más bien que ver con una política de cuánto vendo, porque tengo que pasar el 65% al Gobierno Regional y el resto va a nivel nacional. Tal vez basta con que el Gobierno Regional diga no quiero ese 65%, lo que necesito es el desarrollo del territorio para que lleguen industrias que son las que requiero para la minería y otras formas de trabajo y las podamos instalar en el territorio. Para eso hay que urbanizar y poner todo lo que esas empresas requieren, porque generarán impuestos a la región, atraerán trabajadores”, indicó.

Maturana citó el ejemplo de Barcelona 22@ (España), una zona de 200 hectáreas frente al mar en las que levantaron escuelas y toda la urbanización para atraer a empresas tecnológicas, rebajando impuestos y entregando las mejores condiciones.

“Tenemos que ser más imaginativos y si vamos a esperar que el gobierno central nos cambie las leyes si ya sabemos cómo funciona el Parlamento. Creo que pasa por decir ésta es nuestra estrategia de desarrollo, partimos desde ella y nos ponemos a trabajar, pero eso requiere voluntad en la región, no a nivel de país”, subrayó Maturana.

Esa dirección, complementó el presidente de la Cámara de la Construcción, puede encontrarse en la Estrategia Minera Antofagasta, que de alguna manera muestra hacia dónde podemos ir y matizó que, si bien se trata de una Estrategia Minera, esta es por la calidad de vida de la gente.

“Qué significa para el ciudadano que seamos la capital minera y no seamos la perla del norte. Cuando me dicen que tenemos la energía más limpia y barata, la gente mira la cuenta de la luz y eso no se ve reflejado. Uno esperaría que por lo menos en la región donde se produce eso me signifique algo. Cuando las empresas se van a instalar y tengo la posibilidad de agua desalada que es más barata, tengo el territorio y la energía, de todas maneras, somos muy competitivos para que las empresas se instalen aquí. No podemos tener la luz y el agua más cara, ni siquiera debería ser igual al resto, de todas maneras, debería ser mucho más barato”, afirmó Maturana.

Presión de actores locales

La seremi del Trabajo, Camila Cortés manifestó que una solución es que los actores locales se pongan de acuerdo para generar la presión que se necesita para que las empresas contraten más mano de obra local. Desde la vereda legislativa detalló que el senador Velásquez en el 2022 presentó un proyecto con el que buscaba reducir las jornadas de los turnos, debido a la afectación que produce el 7×7. Sin embargo, mencionó que esa iniciativa está durmiendo en el Congreso, aunque luego se presentó otro proyecto que planteaba una cuota de mano de obra local verdadera, ya que “muchos trabajadores de minería viven en Salvador Allende sin número. Las empresas les dicen que tienen que vivir aquí y ellos lo declaran, pero pasan por Salvador Allende solo cuando van al aeropuerto”.

“Se presentó un proyecto en el que se buscaba existieran cuotas de mano de obra local y a nadie le interesó. Entonces empecemos los actores locales a poner presión. Por ejemplo, pudiera ser que la franquicia tributaria que se utiliza para capacitar no se utilice solo para después salir en los medios en una suerte de cuántas personas capacito porque soy tan buen empresario, sino que se capacite y emplee a esa gente desde aquí. Entonces voy a aceptar el uso de franquicia tributaria, pero asegúrame de que vas a contratar o intermediar con esa mano de obra local. Las más de 20 mil capacitaciones que se hacen al año con el Sence que impacten en la contratación de la mano de obra local”, sugirió la seremi.

También señaló que los municipios deben ponerse de acuerdo respecto de las capacitaciones que se imparten en los liceos de parte de las empresas. Esto, para que dichas capacitaciones signifiquen “una futura empleabilidad y que entre todos los alcaldes pongan distintas condiciones a las empresas para contratar mano de obra local y vayamos eliminando la conmutación. Esto quizás no debería decirlo por mi rol, pero si no nos pescaron allá, hagámoslo desde acá para que a quienes sí nos importa nos deje de afectar”.

En el conversatorio Cortés citó el relato de la gestión del gobernador Ricardo Díaz, sobre Antofagasta como el Dubái de Latinoamérica para hacer justicia a todos los recursos que genera esta zona. El problema de ese relato del gobernador es que no todos piensan en grande, sostuvo la seremi.

“Vengo del sector privado antes de este cargo y me encontré con algo que es muy común lamentablemente y es el ‘no se puede’. Desde el sector público que debemos gestionar y ejecutar las políticas tenemos muy pegado que esto no se puede hacer, en lugar de buscar la manera hacer las cosas. Y lo que queremos hacer las cosas a pesar del inicial ‘no se puede’, nos van retando harto en el camino, porque incomoda querer cambiar las cosas. Hay que seguir esa mirada del gobernador, pero contagiarla a más actores para que antes de decir que no se puede, digamos cómo lo haremos”, valoró.

Respecto del plan Empleo Región que durante años tiene a varios actores trabajando y que pronto contará con una aplicación web que buscará dar mayor puntaje al momento de hace el match al entre un trabajador local con el empleo que se oferte en la región. Aquello, adelantó Cortes, es una manera de cerrar la puerta a los trabajadores de otras regiones, aunque ya les dijeron desde el nivel central que es discriminatorio, que afecta el derecho al libre trabajo de las personas de otras zonas.

“Importa mucho el trabajador imaginario de otra región que tal vez algún día querrá trabajar en Antofagasta y le cierran las puertas y no les está importando el habitante real que hoy ve cómo el costo de vida es tan caro por los sueldos que se generan, pero la calidad de vida no es tan alta, porque esos sueldos no quedan acá. Si a ellos no les importó, a nosotros sí y ocupémonos entre todos, que entre todos tengamos esta mirada para lograr cosas”, remarcó Camila Cortés.

Cómo miramos la ciudad del futuro

El decano de Economía Fernando Álvarez manifestó desde la universidad la facultad durante años han estudiado el tema y recordó que en los años 80 vieron el factor de la subcontratación. Cuando entrevistaban gente lo único que esperaban era que en algún momento terminaría su vida laboral y migrarían a alguna región del resto del país.

“Una gran pregunta para los candidatos y las distintas autoridades es cómo miramos la ciudad hacia el futuro, porque probablemente, la conmutación no terminará. Cuando hablamos con las mineras y lo hemos visto en la plataforma de Empleo Región no siempre están las capacidades en el territorio donde se requiere una determinada calificación. Probablemente es un tema que nos acompañará mientras exista la minería o la industria en las regiones del norte, porque no solo lo vemos en Antofagasta, también en las regiones vecinas”, comparó.

Un tema del que sí debe preocuparse Antofagasta es en generar una capacidad instalada en la mano de obra local para que responda a las necesidades de la industria, lo que lleva a un gran desafío a las universidades y los centros de formación en general.

“Pero el otro gran problema es el que tenemos en las ciudades. No solo Antofagasta nos han dicho que es fea, también regularmente escuchamos que Calama es muy fea o cualquier comuna de la región. También lo escuchamos en las otras regiones mineras, en Copiapó está pasando lo mismo con esta discusión, hace una semana estuve allá y enfrentan situaciones muy parecidas”, expuso Álvarez.

Por eso cree que es importante cómo todos los actores piensan sus ciudades en la región y el territorio, haciéndose de estos desafíos. En ese sentido, indicó que hace falta una estrategia de desarrollo como región, pero también ponerse de acuerdo en asuntos como los planos reguladores.

“Pongámonos de acuerdo de hacia dónde vamos, porque si seguimos pensando que el Estado nos fijará siempre las pautas, bueno, qué están haciendo en el espacio de sus competencias los gobernadores. El tema de la política y gestión del suelo ya se traspasó algo a ellos, hoy en la región se deciden las concesiones gratuitas. Y por qué no se deciden las concesiones onerosas y las ventas, porque tienen que ir a Santiago esas resoluciones que demoran dos o tres años en volver. Es un tema que está en nuestras manos, tiene que cambiar la legislación, los parlamentarios deben generar nuevas medidas regulatorias para que toda esta tramitación tenga medidas de avance hacia un desarrollo mucho más efectivo”, emplazó.

Una dificultad que observa el académico es que muchas veces los planes de desarrollo o estrategias quedan limitadas a la duración de un gobierno o un cargo en particular, pero no se mira el futuro en 30 o 40 años más.

“Nos hace falta esa mirada de largo plazo en la que nos hagamos cargo de los diagnósticos que hemos construido. Tenemos una gran oportunidad como región y comuna de pensar en grande, en que, si bien estaremos afectados permanentemente por este fenómeno de la conmutación, pero cómo transformamos ese problema en una oportunidad. Pero demostremos a los conmutantes que la región tiene vida y un atractivo que tienen que descubrir”, reflexionó Fernando Álvarez.

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2 COMENTARIOS

  1. «Tenemos que incentivar el ánimo de las gentes por esta tierra. No es posible que aquí nadie piense sino en irse con unos cuantos pesos en los bolsillos. ¡Por eso hay tanta mugre!» Esa frase la recitó el primer director de El Mercurio de Antofagasta y que animaba a sus compañeros, Fernando Murillo Le Fort y Jorge Vidal de la Fuente, a fines de 1906.

    Una frase que, casi 118 años después, sigue adquiriendo total vigencia y relevancia.

    • El primero director fue D. Guillermo Otero, uno de los primeros luchadores contra el centralismo. Una batalla perdida, puesto que terminó enfermándose y sus compañeros periodistas no tuvieron otra alternativa que sacarlo en andas de su escritorio y enviarlo a morir a su hogar en Santiago, en 1911.

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