De Boston a Tokio: ingeniero comercial es el primer antofagastino en completar los seis majors de maratón

El pasado 17 de abril Pablo Saldías Olivares cruzó la meta del maratón de Boston (EEUU) y se convirtió en el primer antofagastino en completar el circuito de los “majors”, las seis principales competencias de esta especialidad que se disputan a través de tres continentes. A pesar de que desde niño sus padres lo invitaban a correr, su historia con este deporte comenzó en 1996, cuando era mechón en Ingeniería Comercial en la UCN y participó de una carrera en Avenida Angamos. “El profesor Verdejo vio ciertas aptitudes y como estudiante no tenía muchos recursos en esa época y nunca pensé que podría hacer todas carreras y terminar el circuito de los seis grandes”, reconoció el ingeniero de 46 años.

Saldías es antofagastino, estudió en la Universidad Católica del Norte, ha trabajado en empresas mineras y ahora está en una compañía vinculada al análisis de alimentos y agua que presta servicios para la minería. Desde hace casi dos semanas, su nombre ahora aparece en los registros mundiales como uno de los deportistas que pudo terminar los maratones de Nueva York, Tokio, Chicago, Londres, Berlín y Boston. En esta última prueba, la organización ya sabía de que estaba por cumplir un hito, así que le dieron un número especial y al terminar recibió una medalla especial que conmemoró su logro. Además, pudo conocer a Kathrine Switzer, la primera mujer en registrarse y correr de manera oficial en un maratón, precisamente en Boston, historia que Saldías acostumbraba contar cuando realizaba actividades de inclusión y diversidad en Codelco.

Cuando tenía 18 años y era alumno mechón participó en una carrera que comprendía la ida y el regreso desde el frontis de su universidad hasta la Clínica Antofagasta. El profesional recordó que en esa actividad, el profesor Claudio Verdejo vio ciertas aptitudes y lo invitó a practicar atletismo en la UCN. “Partí corriendo 800 metros, después cinco mil y diez mil, luego participé en campeonatos universitarios y una vez que terminé la carrera, pasé a los 21 kilómetros que me acomodaban, así que comencé a probar en maratón. La primera fue en el 2010 y, si bien no contaba una preparación como la tengo actualmente, me di cuenta de que era capaz de terminar los recorridos”, dijo.

Ese mismo año asistió a otra competencia de su trabajo en Minera Michilla, instancia en la que el gerente de la época le ofreció viajar al maratón de Nueva York (EEUU), pero en ese momento cambió de empresa por lo que no pudo concretarse el viaje, aunque fue la semilla para su inquietud de asistir a ese tipo de competencias.

En el 2012 por trabajo se trasladó hasta Santiago, donde conoció gente que ya estaba insertada en los circuito majors y el 2013 hizo su primera postulación en la que no tuvo mucho éxito. Pero el premio a la insistencia llegó el 2017 cuando logró inscribirse en Nueva York y asistir a su primer gran maratón.

NUEVA YORK – TOKIO – CHICAGO

“Esa experiencia fue muy importante porque junto con correr postulé como abanderado. Previo a la carrera participé en el desfile de las delegaciones de los países en el Central Park, como lo hacen las delegaciones en los Juegos Olímpicos. Me tocó ese rol, desfilar con la bandera chilena fue algo muy especial. Esa carrera es muy linda porque pasa por todos los lugares emblemáticos de la ciudad, termina en el Central Park y asisten todos los campeones mundiales. Estar ahí, terminar el maratón fue cumplir sueño y me entusiasmé con completar todo el circuito”, explicó Saldías.

Tras Nuevo York postuló a Tokio (Japón), sin embargo, detalló que aquel evento tiene una particularidad, es una de las carreras más complicadas para conseguir un dorsal porque independiente de la marca personal, al postular mucha gente, la mayoría de los cupos son para asiáticos. Por eso indicó que es una de las pruebas con menor presencia de americanos y que quienes están haciendo el circuito en su mayoría les falta Tokio por esos motivos.

“El 2018 pude correr en Japón, es un maratón precioso, el nivel de la organización y bueno tiene complejidades porque se corre en un horario distinto, es en la noche de tu vida normal en Chile. La competencia es muy desafiante y fría. Ese mismo año corrí Tokio en febrero y en septiembre fui a Chicago completando otros dos majors, con eso ya tenía la mitad del circuito. El 2019 pensé en las carreras que me faltaban en Europa, que son Berlín (Alemania) y Londres (Inglaterra). En Berlín hice el recorrido de buena manera en una competencia que tiene muchos lugares históricos, pasas por la Puerta de Brandeburgo, hay bastante emoción”, relató.

El 2020 se declara la pandemia y en el mundo se detienen todas las actividades masivas, pero en octubre del 2022 retomó los viajes y asistió a Londres. Sin embargo, estuvo muy cerca de perderse el certamen porque dos meses antes sufrió un desgarro y el kinesiólogo con el que trabaja logró que superara la lesión un mes antes de viajar a Europa, pudiendo completar el desafío inglés.

LOS SEIS GRANDES

Ahora solo faltaba una prueba, pero no había alcanzado a postular a Boston porque para esa competencia el trámite se realiza con bastante antelación. Cuando tenía por descartado ese viaje a los Estados Unidos, la organización de los majors dispuso a nivel mundial de cien cupos para quienes solamente necesitarán esa carrera para completar el circuito de los seis grandes maratones. “Postulé y fui uno de los favorecidos con ese cupo, ya que tenía pensado el 2024 hacer Boston y este año prepararme haciendo maratones en Santiago y Buenos Aires. Así que tuve que cambiar todo, el cupo de Tokio que ya lo tengo, lo cambié”, precisó.

Este último majors fue uno de los más especiales, agregó el ingeniero: se cumplieron los diez años del atentado y en Boston la carrera es un gran evento para sus residentes, hay una preparación a nivel de ciudad, con actividades justamente para conmemorar la tragedia, porque es una instancia muy valorada por la comunidad.

“Boston tiene mucha historia, no solo por el atentado, también porque corrió la primera mujer con un dorsal en maratón, Kathrine Switzer. Antes de la competencia hay una carrera de cinco kilómetros, me inscribí y me encontré con Switzer, lo que fue muy emotivo porque en la época que trabajé en Codelco estuve a cargo de temas de inclusión y diversidad y hablaba de la historia de Kathrine. Mostraba su fotografía, contaba que seguía corriendo y ahora la encontré en Boston donde pude compartir con ella y me tomé una fotografía. Fue como cumplir un sueño porque es una persona de la que hablo de su historia, del importante legado que dejó en el deporte y dos días antes del maratón tuve la posibilidad de conocerla”, destacó Saldías.

Como ingresó a la competencia por el cupo majors, no registraron sus marcas, así que partió en la cerca de las 11 de la mañana. Sin embargo, expuso que gracias a ese cupo la organización entrega un trato distinto, con un número diferente y le explicaron que al pasar la meta tienen que retirar la medalla del maratón y la de los seis majors.

“Al cruzar la meta fui a un stand distinto, revisan tu identidad y recibes la medalla por completas los majors, una piocha conmemorativa, fotografías y luego tu nombre se inscribe en el registro mundial de quienes completan la hazaña. Previamente hubo una actividad en un hotel para quienes en Boston terminarían los majors con unos regalos, había una gigantografía con los nombres de los participantes. Cuando partí corriendo en la universidad fue porque el profesor Verdejo vio ciertas aptitudes. Como estudiante no tenía muchos recursos en esa época y nunca pensé que podría hacer todas carreras y terminar el circuito de los seis grandes”, manifestó.

De esta forma, se transformó en el primer antofagastino en lograr este hito, logro que en el país en general se concentra en la Región Metropolitana y la zona sur del país, aunque al mismo tiempo, ya hay un grupo de corredores de Antofagasta que está en pleno proceso para sumarse esos registros.

El profesional puntualizó que ya cuenta con el cupo para Nueva York este año y para Tokio el 2024, sin embargo, sus participaciones aún están en definición, ya que los viajes involucran el uso importante de tiempos personales y de recursos. “También hay otra opción, pero que no es tan segura, de acudir al maratón de los Juegos Olímpicos en París (Francia). Está la posibilidad de generar una carrera para deportistas amateur, pero con el nivel de los majors y que contará con un proceso de selección para postular. Si obtengo el cupo, la meta sería estar en esa carrera, porque tengo la intención de ir a ver los juegos como espectador, ya que fui a Río (Brasil) cuando corrió Usain Bolt”, añadió.

PREPARACIÓN

Respecto a su preparación física, expresó que cuando partió en maratón, como ya tenía experiencia corriendo, no dio mucha importancia a los temas kinesiológicos y de alimentación. Pero desde hace algunos años está trabajando con un nutricionista deportivo, quien lo ayudó a superar varios aspectos que afectaban su cuerpo en los primeros majors, como sufrir calambres o dolores. Y dijo que lo mismo hizo con los cuidados kinesiológicos, enfatizando que el cuerpo sufre mucha fatiga en esta clase de exigencias y se necesita trabajar en las cargas musculares.

“Para mi preparación, en el verano los domingos el largo más corto eran 21 kilómetros y el más largo 32, lo que hice desde el 10 de enero hasta fines de marzo. Ese día era el más alto, pero entrenaba cinco días a la semana, con tres o cuatro de ellos con jornada doble levantándome a las seis de la mañana para hacer la rutina en el gimnasio y luego entrenar en la noche. El 14 de mayo voy a correr en Santiago 21 kilómetros y no 42 porque no es recomendable en tan poco tiempo hacer otro maratón. Soy muy agradecido del apoyo que tengo en mi trabajo y de mi familia, porque eso ayuda a entrenar de buena manera y valoran lo que estoy haciendo como algo importante», afirmó.

Saldías finalmente remarcó que correr, independiente de la distancia que es algo que depende de las metas personales, es una actividad que puede hacer cualquiera. El ingeniero afirmó que, aprendiendo ciertas cosas, se trata de deporte asequible que ayuda en muchos puntos de vista. “En mi caso, vengo de una familia con hipertensión y un aspecto que me ayuda a evitar eso es precisamente correr. Los beneficios en salud y psicológicos son enormes y si ves en la región los índices de enfermedad asociados al sedentarismo, con un deporte tan sencillo y con características de Antofagasta que permiten entrenar todo el año sin lluvia o frío, solo con una camiseta puedes correr temprano o en la noche. Espero que mi historia sirva para que más personas se entusiasmen y pongan metas desafiantes porque permite representar a la ciudad y el país, pero también porque mejora tu calidad de vida en salud física y mental”, concluyó.