30 mil personas marcharon por las calles de Madrid para hacerle llegar al ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón, su rechazo a la nueva Ley del Aborto, la Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Embarazada, que anula el sistema de plazos vigente desde 2010 e impone una ley de supuestos aún más restrictiva que la aprobada en 1985. Españoles llegados desde todas partes de la Península a bordo de los llamados Trenes de la Libertad.
Una iniciativa, ‘El Tren de la Libertad’ que comenzó en Asturias, donde dos grupos de mujeres, la Tertulia Feminista Les Comadres, de Gijón y las Mujeres por la Igualdad, de Barredos, celebraban su cena de Navidad. Ambas asociaciones que han trabajado a escala local durante décadas por la libertad de las mujeres, se mostraron tan indignadas por los recortes de derechos de la nueva ley y el retroceso de más de 30 años en la libertad de decisión de las mujeres que comenzaron a planificar la iniciativa.
«La idea nació ese mismo día, así que en plenas vacaciones comenzamos a trabajar. Compramos 150 billetes de tren con destino Madrid, el máximo que nos permitía Renfe. Confiábamos en cubrir esos lugares, pero era complicado, así que empezamos a mover la protesta por las redes sociales. A los pocos días, los asientos estaban agotados». Begoña Piñero, la presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón cuenta el origen del ‘Tren de la Libertad’ con la emoción de quien ha conseguido unir bajo la misma consigna a las 30.000 personas, que según fuentes policiales acudieron el sábado a las inmediaciones de Atocha (Madrid) para gritar ‘no’ a la Ley Gallardón.
Un tren que salió de Gijón pero que fue el único. Barcelona, Castellón, Toledo, Valencia, Tarragona, Valladolid, Extremadura, Códoba, Murcia y hasta en Francia han querido sumarse a esta iniciativa para pedir el cese del ministroy más importante el derecho a decidir de la mujeres sobre su cuerpo y su futuro. «Gallardón, dimisión«, «nosotras parimos, nosotras decidimos» y «hartas de la Iglesia» han sido algunas de las consignas más repetidas durante la marcha.
Una iniciativa social en la que las españolas recuerdan que no van en contra de la vida, sino que lo que quieren es poder darle a sus hijos una vida plena y una buena educación y ni el Gobierno, ni la Iglesia pueden imponer a una madre cuando debe tener su hijo. Es necesario crecer en una sociedad que respeta la libertad y el respeto a las mujeres.
España vive en una pequeña revolución social contra el Gobierno. Hace unas semanas los vecinos del barrio de Gamonal en Burgos, lograron con sus propuestas la paralización de la construcción de un boulevard.