Mientras el presidente Boric se preocupa de su agenda ideológica, la región de Antofagasta, sigue sufriendo los estragos por la inmigración ilegal desatada, crimen organizado y delitos transnacionales, sin ninguna solución concreta.
Chile ha experimentado un aumento en la tasa de delitos violentos y la presencia de grupos criminales internacionales. La tasa de homicidios consumados por cada 100.000 habitantes aumentó un 49% en relación al año 2018, alcanzando una cifra inédita de 6,7.
Específicamente en Antofagasta, los delitos que han tenido un mayor incremento son los robos con violencia e intimidación (95,6%), robo por sorpresa (70%), robos no violentos (41%) y homicidios (33%)
En nuestra región hay una alta incidencia de crímenes violentos, ubicándose en segundo lugar en el país en tasa de incidencia por delitos perpetrados con violencia, y pareciera que el gobierno no se ha enterado o peor aún, no sabe cómo enfrentarlo.
Y el presidente en su cuenta pública poco o nada dijo sobre el resguardo de nuestras fronteras, puerta abierta, para las organizaciones delictuales transnacionales.Menos sobre mejorar las condiciones de bienestar de las policías y FF.AA, que han sido históricamente descuidadas, tampoco habló sobre la coordinación entre instituciones y servicios relacionados. Sin duda sus urgencias son distintas a las de los chilenos. ¿Cuáles son entonces, sus prioridades?
El gobierno debe salir de la comodidad de los escritorios, discursos y encuestas, para comprender que el crimen organizado es transnacional, y que si no nos organizamos y lo enfrentamos ahora, corremos el riesgo de que las bandas criminales tomen el control total de los territorios, y también del Estado y sus instituciones.
Urge una estrategia integral de Seguridad que comprometa a todos los Ministerios y Poderes del Estado para enfrentar esta crisis. El Ministro de Relaciones Exteriores debe cumplir un rol en materia de coordinación binacional pues el crimen organizado es transnacional, mientras no nos pongamos de acuerdo con los países vecinos y de la región, no lo que podremos enfrentar.
Nuestras fronteras, vulnerables a delitos transnacionales, comprometen nuestra seguridad. El Senado avanza en un proyecto de ley para fortalecer la protección fronteriza con apoyo de las FFAA y la integración de entidades como Aduanas y SAg. Este esfuerzo busca establecer una red interinstitucional que garantice respuestas rápidas y efectivas en seguridad.
Se requiere un compromiso real y la conducción eficiente del Presidente de la República para enfrentar el crimen organizado y los delitos transnacionales, no nos queda más tiempo, son ellos o nosotros.