La minería enfrenta un constante aumento de costos, pues los rajos son cada vez más profundos, y los camiones y palas tienen que transitar trechos más largos, consumiendo más combustible y moviendo menos mineral. Al mismo tiempo, las leyes del cobre son cada vez más bajas. Hace una década, el promedio era alrededor 1%, y hoy está a niveles de 0.5%.
Lo anterior, implica el gran desafío: procesar el doble de mineral para mantener la producción. En otras palabras, para una misma producción, ahora hay que consumir más agua y más energía.
Junto con eso, surgen nuevos desafíos desde el punto vista académico y de la investigación científica. El académico del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, Marcos Crutchik, señala al respecto: “Debemos apuntar hacia el uso de las tecnologías digitales para bajar los costos de operación, en particular, considerar el aumento de la automatización de los procesos y de los sistemas autónomos y robots, como también el uso de la Inteligencia Artificial y el Big Data, todo lo cual permitiría una producción más eficiente, un uso más eficaz del agua, la energía, y los recursos”.
Es por eso que la Universidad de Antofagasta hace varios años está modernizado las mallas curriculares de sus carreras asociadas al ámbito minero, especialmente las de la Facultad de Ingeniería, para ponerlas en la frontera del conocimiento, con el objetivo que los nuevos profesionales se desenvuelvan con éxito en un mundo minero dinámico, donde el futuro ya no es mañana, sino, que hoy.
De esa forma, la UA hoy ofrece las carreras de Ingeniería Civil Eléctrica, Industrial, Mecánica, Minas, Geomensura-Geomática, Procesos de Minerales e Ingeniería Comercial, mención Negocios Mineros, además de las ingenierías en ejecución en Electrónica, Electricidad, Minas y Mecánica.
A estas carreras de pregrado, se suman los doctorados en Procesos de Minerales (acreditado por 6 años), Doctorado en Energía Solar y los magísteres en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería de Procesos de Minerales, Magíster en Desarrollo Energético y el nuevo Magíster en Ingeniería Aplicada.
“Todas estas alternativas cuentan con académicos altamente especializados, tanto en sus áreas específicas de conocimiento, como en la Docencia Universitaria, lo cual asegura una enseñanza-aprendizaje óptima para los alumnos, quienes están en el centro de nuestro Modelo Educativo”, señalan desde el plantel estatal.
Además, se debe destacar la importante inversión tecnológica que ha realizado la UA en los últimos años, dotando a sus carreras con laboratorios de última generación, junto con modernas salas de simulación, donde los estudiantes pueden aprender todos los procesos asociados al desarrollo y operación de una mina, o de una industrial en general.
