El final de cada año, es siempre un momento de reflexión, análisis y proyección para uno próximo. En mi caso, como representante de Antofagasta y tal como lo he hecho desde que he tenido el honor de hacer escuchar la voz de la región, también es minuto de revisar lo avanzado y juntar impulso para cumplir nuevos objetivos, ahora en 2023.
En lo legislativo, cinco de los proyectos que hemos impulsado en el Congreso junto a organizaciones sociales, vecinos, agrupaciones ciudadanas y personas que se la juegan por la comunidad, ya son ley. Así, en cuanto a materias de familia, la institucionalidad en todo el país cuenta con nuevas herramientas normativas para fiscalizar y concretar el pago efectivo de pensiones de alimentos adeudadas y se estableció la mayoría de edad como requisito esencial para la celebración del matrimonio, protegiendo el futuro de miles de adolescentes.
En materia civil, en tanto, logramos incorporar en la ley de arriendo una medida precautoria en que los jueces podrán dictaminar la restitución anticipada de las viviendas ocupadas por personas que persistentemente no cumplen sus compromisos, protegiendo no sólo el patrimonio de miles de familias, sino que evitando abusos.
En materias de protección de la ciudad y de los bienes comunes, fortalecimos la capacidad de la autoridad para regular el transporte de carga y descarga de concentrado de minerales y cumplimos con establecer penas de servicio comunitario para las personas que contaminen playas, ríos y lagos con colillas de cigarros.
Por cierto, los avances en la tramitación de otros proyectos de ley también fueron relevantes y auspiciosos y, por cierto, seguiré trabajando muy firme para que en 2023 podamos contar con nuevas normas que protejan de mejor manera a las mujeres que son víctimas de violencia intrafamiliar, respecto a sus trabajos; que aumenten los montos mínimos de las pensiones de alimentos; que garanticen el debido proceso en casos relacionados a niños, niñas y adolescentes; que permitan contar con permisos especiales para padres con niños en edad de sala cuna; y que impidan el ejercicio de cargos o tareas de la función pública a condenados por delitos sexuales y también se inhabilite la obtención de licencias de conducir para personas con antecedentes de delitos de connotación sexual.
Además, seguiremos trabajando para que se conviertan en ley la regulación de los tiempos de espera de los transportistas, para mejorar su descanso y calidad de vida, así como la seguridad de terceros; y que existan mayores espacios de flexibilidad laboral, que permitan compatibilizar de mejor forma la vida familiar y del trabajo.
En materias de seguridad, en tanto, queremos que existan mejores herramientas para combatir el robo de cables de cobre y, además, como proyectos de acuerdo para políticas integrales en este tema, hemos solicitado al Gobierno una estrategia nacional contra el terrorismo, que se incluya la posibilidad de decretar un estado de excepción en el norte del país para combatir la inmigración irregular y el crimen organizado; herramientas concretas para fortalecer la labor de las policías, la expulsión de migrantes que cometan delitos, resolver la toma de espacios públicos, atender las consecuencias de una mayor demanda en los servicios de educación y salud y mejorar el sistema de persecución y penalización de delitos por parte de la justicia.
No es todo, hay muchas gestiones más que, gracias a cientos de personas que nos han ayudado con sus ideas, propuestas y trabajo en terreno hoy están en camino a convertirse en normas o políticas públicas. Por eso, a pocas horas de un nuevo año, no sólo refuerzo mi compromiso con la región, sino que agradezco el empuje de sus ciudadanos para que juntos mejoremos la calidad de vida de sus habitantes.
