Fue en abril del año 2016 cuando la muerte de Lissette Villa en el Cread Galvarino de Estación Central hizo que todo el país pusiera los ojos en los centro del Sename. Hecho que además motivó que el fiscal Marcos Emilfork ordenara a la Policía de Investigaciones (PDI) la elaboración de un informe sobre la realidad de los 241 centros y residencias a nivel país, incluyendo Antofagasta.
Según informa El Mercurio de Antofagasta, el «Informe Emilfork» detectó que en nuestra región existen 175 menores que se distribuyen en una red de residencias de administración directa del Sename (2) y de residencia de protección para lactantes y para mayores (6), que son administradas por organismos colaboradores (OCA).
Uno de los primeros resultados que detalle el informe sobre la realidad en Antofagasta es que existen 33 menores residentes que presentan patologías siquiátricas y otros 5 tienen diagnosticada alguna patología crónica, lo que representa el 28% de la población que requiere tratamiento. Siendo este un problema que no encuentra solución en la región.
María Inés Verdugo, directora regional del Sename, indicó a dicho medio que «al no disponer de una unidad especializada de siquiatría en el hospital base de nuestra región, los niños tienen que ser derivados al Hospital de Iquique. Eso significa que debemos trasladarlos de una región a otra. Desarraigarlos de las personas que eventualmente pueden apoyarlos y acompañarlos emocionalmente».
Abusos sexuales
El informe elaborado por la PDI indica que en el 100% de los centros que administra el Sename y en el 88% de los gestionados por organismos colaboradores se constataron 2.071 abusos, 310 de ellos con connotación sexual.
De estos casos, en Antofagasta estableció que en un centro se registraron «12 develaciones de malos tratos, 9 denuncias eventualmente efectuadas (7 por abuso sexual, todos ellos reportados como denunciados)».
«En este período no han ocurrido denuncias. De todas formas si llegasen a presentarse, tenemos la obligación de representarlas al tribunal. No hay que olvidar que los niños están en la residencia por una orden del Tribunal de Familia», sostuvo Verdugo.
A lo anterior se suma la detección de tres fallecidos el 2018 que pertenecían a programas ambulatorios del área penal-juvenil del Sename. En tanto el 2017, también se registraron tres fallecimientos. Dos de ellos vinculados a jóvenes en programas de libertad asistida.
«En el caso de los niños que estén en libertad, los que tienen alguna infracción de ley tienen atención de acuerdo a lo que indica el programa ambulatorio, pero ellos siguen viviendo en sus casas. Están al cuidado de sus familias. Acá no se trata de muertes por mal trato a menores al interior de un centro de responsabilidad del Sename», concluye Verdugo.
