Cada 11 de Julio recordamos en Chile la promulgación de la Ley de Prensa que dio vida al Colegio de Periodistas. Este 2016 se cumplen 60 años de aquella fecha, tiempo en que la profesión ha vivido profundas transformaciones tanto en las metodologías de trabajo como en las condiciones laborales, que muchas veces suele ser precaria.
Hacer periodismo hoy no es lo mismo que hace 5 años, y eso requiere profesionales inquietos y en constante perfeccionamiento. Internet y sus herramientas han facilitado la labor, pero también ha puesto una serie de desafíos que han puesto a prueba algunos de los principios básicos del periodismo como la rigurosidad y la constante capacidad de reinvención.
El mercado de los medios de comunicación también ha vivido profundas transformaciones. El Internet ha impulsado la democratización de puntos de vista, y hemos visto el nacimiento de muchos medios y proyectos que punta de esfuerzo, creatividad y por sobre todo pocos recursos, han aportado a esta democratización.
Sin embargo, en Chile y en especial en regiones, no existe conciencia de la importancia de los medios locales. Esto se puede graficar en la constante queja de la nula cobertura de los medios de Santiago a los hechos regionales, sin valorar el esfuerzo que hacen los medios locales por informarlos.
Terremotos, inundaciones, lluvias sorpresivas, accidentes, son informaciones cubiertas por los periodistas y medios locales, con gran esfuerzo. Son los medios locales los primeros en llegar e informar en casos de emergencia, y el ciudadano a pie lo reconoce, pero no valora lo suficiente.
El Estado tampoco parece estar a por la labor. La inversión publicitaria estatal en medios locales es mínima y el Fondo de Medios entregado por la Secretaria Regional Ministerial de Gobierno se puede considerar una aspirina.
Las empresas locales, universidades, mineras y también el Gobierno, necesitan de los medios locales para difundir de sus actividades, como los medios necesitamos de ellos. Es necesario fortalecer estas relaciones y crear conciencia de la importancia de la existencia de medios locales, y que entre mayor cantidad de voces haya, mucho mejor para la comunidad.
Más allá de las buenas intenciones, necesitamos un compromiso real con los medios locales ya que aportan en la información diaria, pero por sobre todo contribuyen a la construcción de identidad en una nación cada vez más centralista y con menos sentido de pertenencia a comunidades locales.
En este Día del Periodista, nuestro homenaje a aquellos profesionales que han apostado por la realización de un periodismo regional, con cariño y dedicación pese a la precariedad y falta de recursos existente. ¡Larga vida al periodismo local!
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