El 31 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Ciudades, fecha instaurada por las Naciones Unidas y que este año pone su foco en cómo adaptar las ciudades para la resiliencia climática, destacando que las ciudades bien organizadas son las que reducen los efectos del cambio climático para sus habitantes.
Vivimos la era de las ciudades: hoy más del 55% de la población mundial vive en ellas y se espera que al año 2050 esta proporción llegue al 70%, mientras que en la región de Antofagasta casi un 97% de las personas vive en zonas urbanas. En un desierto tan árido como el que habitamos, las ciudades son soluciones que nos permiten proveer servicios básicos de manera eficiente, son lugares de encuentro, desarrollo y esparcimiento; lugares donde podemos vivir seguros y con calidad de vida, pero que requieren esfuerzos colectivos para ser sustentables en el tiempo, abordando los desafíos que plantea la geografía, la naturaleza las necesidades de las personas.
Antofagasta es una ciudad particular con sus cerca de 20 kilómetros de largo y solo 2 kilómetros de ancho entre los faldeos de la cordillera de la costa y el océano pacífico, es un polo de actividad en una región rica en recursos que atrae a las personas por las oportunidades que ofrece, pero ubicada en una zona difícil de habitar, con poca disponibilidad de agua, alto costo de vida y expuesta a amenazas naturales. En el rápido crecimiento de nuestra ciudad podemos ver como en los últimos años la población más vulnerable se ha ido concentrando hacia los cerros y extremos de la ciudad, expuestas a amenazas naturales y con poco equipamiento urbano, lo que presenta un desafío importantísimo: la ciudad debe ser inclusiva, entregar servicios y oportunidades de forma equitativa.
Para Planificar nuestro desarrollo es fundamental el trabajo participativo que integre el conocimiento técnico y el que los propios vecinos tienen de su territorio, esto nos permite entender realmente las necesidades a escala del barrio y de la ciudad para enfrentar los desafíos que tiene Antofagasta para ser una mejor ciudad.
Desde Creo Antofagasta hemos apoyado al municipio y gobierno en esta tarea mediante procesos de integración, activación y desarrollo de proyectos, con procesos participativos donde facilitamos la integración de los diversos actores: sector público, ciudadanía, academia y mundo productivo para construir una ciudad de barrios, integrada y activa, que aproveche y potencie sus atributos naturales, como es su extensa costa.
Necesitamos conectar los cerros con la costa y mejorar las redes peatonales, equipar centros de barrio, ampliar y conectar ciclovías, mejorar nuestro sistema de transporte público y aumentar la cobertura de áreas verdes, tanto en los barrios como los parque urbanos y en el borde costero, para lo que es imprescindible compostar nuestros residuos orgánicos, aprovechar la luz solar para generación de energía a bajo costo y reciclar nuestras aguas servidas para regar las áreas verdes. Hacer de Antofagasta una ciudad sustentable y la resiliente no es solo una responsabilidad de quienes proyectan la ciudad, es un desafío en que los ciudadanos juegan un rol fundamental, ya que está en sus manos empoderarse y comprometerse para generar una transformación real en cómo habitamos la ciudad.
