La diputada del Partido de la Gente (PDG), Yovana Ahumada, explicó que cada vez que acude a una junta de vecinos o a una reunión con apoderados, lo primero que solicitan es una mayor presencia de carabineros en las calles. La parlamentaria está al tanto de que la institución sufre una disminución de su contingente debido a bajas solicitadas por el estallido social y licencias médicas derivadas por ese mismo hecho.
La militante del PDG no tienes dudas de que el principal tema en el que debe enfocarse el gobierno es la seguridad, es “lo primero y lo más urgente”. Y por ello esperan contribuir con la iniciativa que pronto presentarán en el Congreso. “En la bancada estamos trabajando un proyecto de ley que incluye a Carabineros en el proceso del servicio militar. Lo que buscamos, es que al menos los primeros tres meses que son de inducción, quienes postulen al servicio puedan elegir a Carabineros, que sea un incentivo, para que conozcan, se relacionen y generen este lazo de mayor número de postulaciones”, aseguró.
En entrevista con el programa El Resto es Música, espacio de Timeline.cl transmitido en Radio Sol, Ahumada también habló sobre el proceso constituyente. Es partidaria de que los excovencionales queden inhabilitados por cuatro años de presentarse a elecciones populares y dijo que, en el camino para elaborar una nueva propuesta constitucional, pretende que los expertos estén presentes en el aspecto técnico, pero no ideológico. Sin embargo, reconoció que esto último es complejo ya que son conceptos ligados y sostuvo que, si son electos por votación, lo que aún no está definido, deberían contar con derecho a voz y voto.
- ¿Cuál es la señal que dejó el triunfo del rechazo?
La gente nos dijo que no estaba contenta con este proyecto, con el texto que salió de la convención, principalmente porque no hacía sentido a las necesidades. Hay que recordar que todo esto partió después del estallido social, donde las personas pedían cambios para dar respuesta a las necesidades urgentes de años. Y cuando vemos que esto se empieza a cargar ideológicamente, hizo un clic en la gente, empiezan a leer y ven que no se sienten representados.
- ¿Es partidaria, post plebiscito, de que Chile requiere una nueva Constitución o de reformar la que existe?
Por mucho tiempo todos como ciudadanos lo que habíamos esperado es que, desde la Cámara, junto al Ejecutivo, en su minuto hubiesen resuelto los problemas a través de reformas. Sin embargo, nos dimos cuenta de que esta voluntad política nunca existió y los cambios no se hicieron. Hoy, la gente quiere un cambio y como diputada del PDG soy la voz de ellos en el Parlamento. Si bien se podrían hacer reformas, lo importante es que las personas, igualmente en un plebiscito, aprueben o rechacen estas reformas. De lo contrario, porque soy de la idea y en eso está el partido, preguntando a sus bases, de consultar a la gente cómo quiere estos cambios. Sí o sí la está la modificación, el tema es la forma y eso tiene que decirlo la comunidad, no imponerlo nosotros.
Proceso Constituyente
- ¿Está a favor de un plebiscito de entrada, volver a preguntar? El gobierno dice que no, porque con el realizado en el 2020 la gente ya manifestó que quiere una nueva Constitución y la forma para alcanzarla.
Yo, creo que sí, hay que preguntar. Ahora, en el consenso y en la mayoría como bancada, el tema del plebiscito estaría en la forma de qué es lo que quiere la gente y no que se lleguen a acuerdos sin consultar, como se está haciendo ahora.
- Esta semana hubo una polémica cuando el oficialismo dijo que había un acuerdo con Chile Vamos, pero la oposición señaló que no existía aquello, que eran materias mínimas alcanzadas. ¿Cuál es la mirada del PDG respecto de estos acuerdos que se están desarrollando para destrabar la situación y qué cosas no apoyarán?
El tema son mínimos comunes en ciertos puntos, todavía ni siquiera hay acuerdos. Está el voto obligatorio, elección popular y paritaria. En esto tenemos cosas a discutir que todavía no se resuelven, los expertos y cómo elegirlos, porque recién estamos partiendo las conversaciones. En el tema paritario estoy de acuerdo en el ingreso en igualdad, pero en la salida no, porque no podemos bajar mujeres para darle espacio a hombres que no han sido electos. Tenemos que dar a las mujeres la oportunidad de competir en igualdad de condiciones, pero después no podemos bajarlas para cumplir la cuota. Por años, los hombres eran 100% electos y si hoy sale más de un 50% de mujeres, creo que debemos respetar y ellas deben mantenerse.
- Otro nudo en el proceso son las listas de independientes. Transversalmente hay un acuerdo, no escrito, que permitir estas listas en la convención fue un error. ¿Cuál es su postura frente a esto?
Los independientes representan a un grupo de la sociedad y deben ser parte del proceso. No dio resultado la fórmula anterior y la idea de este nuevo proceso es evitar cometer errores. Deben participar y hay que buscar la mejor opción, tal vez obligar a los partidos que tengan un espacio para cupos de independientes.
- Un punto que se estaría dejando para el final es el cupo de los pueblos originarios. ¿Qué visiones se contraponen internamente sobre este tema?
Que no fue representativo, que cuando hablamos de igualdad de condiciones el tema es que participen, pero no de manera especial. Hay varios puntos que no se encuentran y por eso creo que quedará para una discusión posterior, porque no tiene un consenso transversal. Creo que si así fuera, por ejemplo, los changos en nuestra región deberían tener un representante en la región, pero no por un número mínimo, sino que todos en la región votaran por el chango que tomará un lugar, pero compitiendo en igualdad de condiciones.
- Si los plazos lo permiten, ¿los exconvencionales podrían participar en el nuevo proceso?
Absolutamente no y como bancada presentamos un proyecto que amplía de uno a cuatro años el proceso de inhabilidad para que los exconvencionales participen en elecciones populares. Esto, porque fueron parte del proceso, tienen una vitrina diferente, no hay una competencia de igual a igual. Además, fueron parte de una etapa cuestionada y rechazada. Por el bien de todos, es mejor que se resten.
- ¿Qué rol deberían tener los expertos? Está la idea de un consejo asesor con voz, pero sin voto.
Cuando hablamos de expertos, lo que buscamos es que la parte técnica se haga presente, no la ideología. Ahora, es complejo porque los técnicos tienen ideologías políticas y hacer la diferencia es difícil. Por eso todavía está en discusión cómo podrían participar. Si fuesen electos de manera popular deberían tener voz y voto, ya que son elegidos para representar. Pero eso es lo que se busca, cuando hablamos de expertos es para que la parte técnica tenga participación en el proceso y no sea fallido otra vez.
- ¿Cuál es su evaluación de los exconstituyentes de Antofagasta?
No es bueno hacer una crítica general porque hubo de todo. Trato de hablar de lo que ocurrió y lamentablemente hubo ideologías que marcaron mucho la convención, lo que se buscó escribir. De alguna manera todos hicieron su aporte positivo y negativo. Y el resultado que tuvimos no fue lo que esperábamos.
- ¿Qué le parecieron las reacciones de los exconvencionales post resultado del plebiscito? Hay de todo, un libro que desclasifica episodios hasta otros que hacen un mea culpa.
Cuando nos cegamos y no queremos asumir nuestra responsabilidad en el proceso ocurren estas situaciones, queremos echar la culpa a otros o la asumimos para que no nos crucifiquen. Es una reacción normal después de ver el contundente rechazo y donde muchos optaron durante un tiempo en decir que esto era lo mejor que había, que era perfecto, sin errores, cuando veíamos los debates no encontraban nada malo. Ahí es cuando a veces nos volvemos un poco arrogantes, porque nada es perfecto y cuando lo defendían era prácticamente así. Como parte del rechazo fuimos categóricos, porque lo más cuestionado era que se haría una votación general y no particular, es decir, no podíamos rescatar lo bueno de lo malo y hoy tenemos la oportunidad de tomar las cosas buenas, los insumos y construir lo que la gente necesita. Tenemos que formar una nueva Constitución que nos represente.
- ¿Qué cosas de la propuesta constitucional dejaría a un lado?
Cuando leí la primera parte, para mí, fue dividirnos y eso creo que marcó mucho a la gente. Independiente del origen, todos somos chilenos, queremos nuestra patria y cuando rompemos la raíz, eso hace daño. Chile no está para divisiones.
- ¿Le sorprendió el resultado o palpaba el rechazo?
No me sorprendió, tomé postura por el rechazo porque lo veía en la calle. En febrero se notó un quiebre, el rechazo aumentaba cada día e influyeron dos cosas, lo que vive el país con la violencia y la falta de respuestas a las necesidades de la gente. También vimos que las personas no se sentían representadas. Cuando conversábamos en la calle, la convención ya no era tema, no había respuestas, se malgastaba el dinero, peleaban entre ellos. Vimos una polarización y se olvidaron de lo que tenían que hacer, las personas llevan años esperando que el duopolio dé respuestas, se ponga de acuerdo, tenga la voluntad política para resolver problemas. Esto jugó una mala pasada y cuando se habla de la victoria de unos o la derrota de otros no corresponde, porque solo habló la mayoría de los chilenos, la clase media que está aburrida.
- En el plebiscito tuvimos inscripción automática y voto obligatorio. ¿Debería mantenerse esta modalidad?
De todas maneras, porque eso nos obliga a ser parte del proceso. Es importante que cuando se toman decisiones, la mayoría de los chilenos participe de lo que vendrá para el país. También tenemos que volver a la educación cívica, la política es buena, que parlamentar, discutir, es bueno y podemos hacernos parte de la solución.
- ¿Fue un error del gobierno comprometer que su proyecto solamente sería posible con una nueva Constitución porque la actual no lo permitía, aunque luego se retractaron?
Fue un tremendo error haber nacido como gobierno con esa base. Porque eso nos generó dudas a todos los chilenos de decir, entonces, sino hay una nueva Constitución, no tendrán la capacidad de gobernar. Volvemos a la ideología, se amarraron a una realidad sobre la que no tenían certeza que fuera a dar resultados y eso quiere decir también, que no hubo una mayor comprensión de representar a la mayoría. El gobierno es de todos, no solo de quienes votaron por él, la responsabilidad es dar el respaldo y la tranquilidad a todos. Lamentablemente eso lo dijeron desde el principio y generó dudas sobre lo que sería el desarrollo del gobierno.
Seguridad
- ¿Cuáles son los principales temas en los que se debería focalizar el gobierno?
No hay discusión, lo primero y más urgente es la seguridad. La situación es compleja hace meses con el tema de la migración, por otro lado, la macrozona sur, la inseguridad a nivel nacional donde ninguna región se siente tranquila. Las bandas organizadas, el narcotráfico, la guerrilla, todo está funcionando en nuestro país y no hemos sido capaces de dar respuesta y ni entregar seguridad. Conversando con vecinos me dicen que ni siquiera pueden sacar a su perro a la esquina tranquilos y eso es inseguridad.
- Y en ese sentido, ¿cómo se ha manejado esa temática en la región?
Buenas intenciones, pero un lento resultado. He participado en varias mesas con el gobernador, la delegada, vino la ministra, consejeros, alcaldes, tuvimos ideas, propuestas, pero si no hay una voluntad desde el Ejecutivo que apoye, nos quedamos con las buenas intenciones. En este sentido no hay autonomía, no están los recursos que se prometieron para trabajar la seguridad y eso traba la acción a nivel regional. Otra realidad es que no tenemos a los carabineros que necesitamos para resolver y dar abasto a lo que pasa en nuestra región. Por eso hablaba de temas paralelos, hace tiempo tomé la bandera con el tema del Estado de excepción en Antofagasta, porque lo que buscaba era evitar la llegada de bandas organizadas. Sabíamos que Carabineros no daba abasto para resolver el aumento de los delitos. Ahí hemos actuado lentamente, pedimos el Estado de excepción varias veces, pero para la ministra no cumplimos y se dieron otras opciones, pero tampoco llegaron los recursos, no hay proyectos de ley del Ejecutivo para modificar el trabajo de seguridad. Al final vemos que la gestión regional podría avanzar, sin embargo, no tiene apoyo.
- ¿El gabinete regional debería tener ajustes?
Lo que hay que evaluar son los resultados y uno ve las buenas intenciones, pero no hemos logrado concretar. Si hubo cambios a nivel central, debiera reflejarse si no es en modificaciones, al menos en el trabajo en la región.
- Es firmante de un proyecto que busca entregar armamento automático a las policías. ¿En qué consiste esa propuesta?
Está enfocado a lo que vive Carabineros cuando se enfrenta a este tipo de criminalidad que ha cambiado y, por sobre todo, al tipo de armamento al que se ven enfrentados. La idea es que Carabineros principalmente esté a la altura, porque en general las policías en otras partes siempre están sobre la capacidad del atacante. Por eso queremos mejorar la posibilidad de reacción con el armamento para enfrentar este cambio en la criminalidad y el nivel de armas de las bandas.
Carabineros
- Al hablar de seguridad se repite el tema de la falta de carabineros. Como es algo voluntario, a diferencia del Ejército donde existen obligaciones para sumar gente a sus tropas, ¿de qué manera podría aumentarse la dotación o incentivar la participación?
En la bancada estamos trabajando un proyecto de ley que incluye a Carabineros en el proceso del servicio militar. Lo que buscamos, es que al menos los primeros tres meses que son de inducción, quienes postulen al servicio puedan elegir a Carabineros, que sea un incentivo, para que conozcan, se relacionen y generen este lazo de mayor número de postulaciones. Eso pasaba antes, no formalmente, quienes hacían el servicio militar, como tenían esta base podían postular a Carabineros. La idea es dar desde el inicio, aparte de las Fuerzas Armadas, a Carabineros como parte de ese proceso. Prontamente estará en la plataforma como proyecto de ley, lo conversamos y a Carabineros le parece una muy buena opción, interesante.
Ésta y otras instancias son importantes de levantar y la comunidad en general debe hacerse responsable de volver a reencantar a nuestros jóvenes con Carabineros, porque son importantes, necesarios y cada vez que conversó con juntas de vecinos o apoderados, lo primero que nos piden es más carabineros, así que esperamos contribuir con esta propuesta.
- ¿Qué debería reformar Carabineros para que sea atractivo continuar la carrera una vez que pasen esos tres primeros meses?
Primero que no exista esta separación, un tope en el proceso de desarrollo profesional dentro de la institución. Es un punto importante, Carabineros lo tiene muy claro y será una de las opciones para generar esta reforma a la institución. Lo otro son los sueldos, que siempre van relacionados a la responsabilidad y creo que, efectivamente el sueldo versus la exposición y los riesgos que tienen los carabineros no tiene relación. Creo en una mejora de las remuneraciones, en lo que se criticó con los costos de arriendo, no tienen beneficios. Tenemos que recordar que el origen de la mayoría de los Carabineros es el sur y la realidad de vida no se condice con nuestra región, que es la más cara. Ese tipo de incentivos tienen que estar para que existan más postulaciones a ciertas regiones que por el costo de vida no son rentables.
Después del estallido social tuvimos una baja importante por licencias médicas y de carabineros que pidieron sus bajas porque no quieren exponerse ni correr riesgos. Tenemos que mejorar las condiciones para que sea interesante permanecer en la institución.